LA HABANA.- Cuba,
cuya economía se vio afectada por el huracán Irma, explora con Brasil
la reprogramación de pagos de deuda atrasada durante 2018, que a fin de
año sumaría unos 110 millones de dólares, y también la de 2019.
Representantes
de la cancillería brasileña, del Ministerio de Hacienda y del Banco
Nacional de Desarrollo (BNDES), principal tenedor de la deuda cubana con
Brasil, se encontraron esta semana en La Habana con sus contrapartes
locales.
"Lo
que tenemos ahora es un atraso, no es un default. Solo se considera
default cuando el impago suma 180 días de atraso, y eso no ha ocurrido",
explicó el embajador Orlando Leite, quien lideró la misión
brasileña. La cuota atrasada de junio vence a fin de año.
Leite
detalló que buscaron conocer las razones del atraso y explicar a los
cubanos los procedimientos.
"Las explicaciones que recibimos es que su
capacidad de pago se afectó por el bloqueo que le aplica Estados Unidos y
por el huracán Irma", que golpeó sus cosechas y el turismo, uno de sus
principales motores económicos.
"La
deuda atrasada hasta final del año son 110 millones de dólares", según
explicó Leite. De este monto, parte corresponde al préstamo para la
construcción del puerto del Mariel realizado por el BNDES y otra a la
compra de alimentos vía el Programa de Financiamiento de Exportaciones
(PROEX).
Ambas
entidades financian las exportaciones realizadas por firmas brasileñas,
que luego Cuba paga a crédito. La deuda del BNDES tiene seguro de
exportación y la del PROEX está respaldada por el Tesoro. Las reuniones
se desarrollaron entre martes y miércoles.
Actualmente
la isla tiene una deuda calendarizada con el BNDES de unos 600 millones
de dólares, principalmente por la construcción del puerto del Mariel,
que estuvo a cargo de la brasileña Odebrecht.
Cuba
pidió reestructurar las cuotas desde junio de este año y diciembre
2019. Los pagos se retomarían a mediados de 2019, pero con cuotas
menores a las que corresponden. La normalización de los pagos comenzaría
en enero de 2020, y a esas parcelas se sumaría la parte reprogramada,
según explicó el embajador.
El
planteamiento será elevado a las autoridades brasileñas para su
consideración y, después de presentadas las propuestas, puede abrirse
paso a una negociación.
Las
pláticas se realizaron pese a que, tras la destitución de Dilma
Rousseff, la isla no reconoce al gobierno de su sucesor, Michel Temer.
Las relaciones diplomáticas están a nivel de encargados de negocios.
Ocurren
también en momentos en que el derechista Jair Bolsonaro, en la acera
ideológica opuesta al gobierno de Cuba, se perfila como favorito para
asumir la presidencia de Brasil, lo que podría complicar la relación.
"Explicamos
a Cuba los procedimientos internos de Brasil para el tratamiento de
deudas atrasadas. Un país con deuda atrasada no puede acceder a nuevos
créditos. Es un tema técnico, no político", precisó el embajador.
Brasil
es un importante abastecedor de alimentos de la isla. El comercio entre
los dos países fue de 446,8 millones de dólares en 2017, según cifras
oficiales cubanas.
Leite
explicó que Brasil y Cuba mantienen una relación antigua. Aclaró que la
deuda no puede mezclarse con la exportación de servicios médicos de
Cuba, que en Brasil se conoce como "Más Médicos", y que tiene como
intermediaria a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
"Brasil
no puede tocar esos recursos. Estaría dejando de cumplir un acuerdo con
un organismo internacional", precisó. Sin embargo, la delegación
brasileña le sugirió a las autoridades cubanas evaluar esa posibilidad.
"Es sólo Cuba la que decide qué hace con esos recursos", comentó.
Según
un cálculo oficial, Cuba ha recaudado globalmente en servicios médicos
un promedio de 11.000 millones de dólares anuales en el último lustro.
Brasil apoyó a Cuba durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), con Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
En 2014 se inauguró la primera fase de Mariel, que Brasil financió con 800 millones de dólares en bienes y servicios.
A
mediados de septiembre, el presidente del BNDES, Dyogo Oliveira,
reconoció que su entidad no debía haber prestado dinero a Cuba ni a
Venezuela.
Brasil
debe reportar el atraso de deuda al Club de París, entidad a la que
pertenece y con la que Cuba ha tenido una exitosa renegociación en 2015.
Tanto así que Europa es hoy el primer socio comercial de la isla, con
importante inversión en turismo y servicios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario