miércoles, 18 de abril de 2018

Cuba dice adiós a la era Castro


BARCELONA/LA HABANA.- Por primera vez en casi seis décadas el jefe de Estado cubano no se apellidará Castro. Cuba se despedirá este jueves del nombre familiar que ha marcado su historia contemporánea primero con Fidel Castro, líder de la Revolución cubana que dirigió el país durante casi medio siglo, y después con su hermano, Raúl, que asumió sus cargos como primer secretario del partido Comunista y la presidencia en 2008, ocho años antes de que muriera el último gran líder revolucionario del siglo XX. 

Ahora Raúl Castro termina su último mandato al frente de la Presidencia de Cuba, tras dos periodos consecutivos de cinco años cada uno, marcados por una serie de tímidas reformas económicas, y dos años previos de dirección interina cuando su hermano Fidel delegó el poder en 2006 por una grave enfermedad.
La apertura de la IX Legislatura comienza este miércoles en una sesión histórica que se prolongará durante dos jornadas. Hoy tiene lugar la reunión para la constitución del nuevo parlamento de Cuba, también conocido como Asamblea Nacional, último paso del proceso de elecciones que culminará con el relevo del presidente por, si no hay sorpresas, el actual primer vicepresidente del país Miguel Díaz-Canel, de 57 años y favorito para el papel de sucesor de los hermanos que hicieron posible el socialismo cubano, con mano dura y represión.
El acto de la constitución de la Asamblea Nacional tendrá lugar a las 09.00 de la mañana, hora local (13.00 GMT), en el Palacio de Convenciones de La Habana. El parlamento estará formado por los 605 diputados electos en estos comicios del pasado 11 de marzo. 
A continuación, los diputados cubanos se reunirán para seleccionar a los integrantes de la dirección del flamante parlamento: presidente, vicepresidente y secretario. De acuerdo con la Constitución cubana, la Asamblea Nacional del Poder Popular “es el órgano supremo del poder del Estado” y el único “con potestad constituyente y legislativa en la República”.
Posteriormente, los diputados elegirán a los miembros del Consejo de Estado, que es el órgano de la Asamblea Nacional que la representa entre los periodos de sesiones y el que ejecuta sus acuerdos. Se trata del máximo órgano de gobierno del país, tiene carácter colegiado y está integrado por un presidente, un primer vicepresidente, cinco vicepresidentes, un secretario y 23 miembros más.
En el mes de marzo, los 605 diputados electos en los comicios generales ya comenzaron el proceso de consultas para la elaboración de la candidatura del Consejo de Estado.
El presidente de Cuba acumula un gran poder: ejerce como presidente del Consejo de Estado, jefe del Estado y jefe del Gobierno cubanos. Además, tanto Raúl Castro como su hermano Fidel eran primeros secretarios del gobernante Partido Comunista (PCC), único partido legal en el país. 
Pocos tienen dudas de que el elegido para dirigir la isla tras los Castro sea Díaz-Canel, número dos del Gobierno desde el año 2013. Este ingeniero electrónico comenzó su carrera política en su ciudad natal, Santa Clara, donde llegó a ser primer secretario del PCC en los tiempos duros de la crisis de 1990, gestión por la que todavía es recordado y alabado.
Una vez elegido el Consejo de Estado, el presidente, Díaz-Canel, deberá proponer a los integrantes de su Consejo de Ministros y es la Asamblea quien los designa.
Raúl Castro deja la presidencia en cumplimiento de la limitación de mandatos que él mismo impulsó tras su llegada a la Presidencia pero seguirá siendo primer secretario del PCC. Será la primera vez en décadas en que oficialmente la jefatura del Estado, del Gobierno y del PCC no se encuentran concentradas en una misma persona.
Cuando Fidel Castro enfermó en 2006 renunció a todos sus cargos y fue sustituido en la presidencia del Gobierno por su hermano Raúl, si bien el relevo al frente del partido se oficializó formalmente en el VI Congreso de la formación celebrado en 2011.
El presidente Raúl Castro ha vivido buena parte de su existencia a la sombra de su hermano Fidel, pero la llegada al poder le descubrió como un militar pragmático que abrió la isla a cambios económicos y políticos impensables durante décadas. El deshielo con Estados Unidos tras más de medio siglo de enemistad, las reformas que abrieron un resquicio a la economía de mercado o el impulso a medidas sociales anheladas por los cubanos quedan en la hoja de servicio del general del Ejército.
Sin duda su legado lo protagoniza el acercamiento la nación “imperialista”, plasmado en la reapertura de embajadas, acuerdos y la visita del entonces presidente, Barack Obama, a La Habana en 2016. Pero la entente cordial, y el proceso de amistad, quedó truncada por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
También en lo económico, Castro deja el trabajo a medio hacer. Su gobierno ha implementado solo una fracción de las reformas de mercado planificadas, que apuntaban a profundizar una apertura que Fidel Castro había comenzado tras el colapso de la Unión Soviética en 1991. Incluso ha retrocedido en algunos.
La principal preocupación de los cubanos es una economía en crisis, que sigue siendo un tercio más pequeña que en 1985 cuando recibía subsidios de su aliado Unión Soviética, según el ex economista del Banco Central cubano Pavel Vidal.
Más de dos tercios de los cubanos trabajan en el sector estatal y ganan un promedio de 30 dólares al mes (unos 24 euros), aunque la educación y la salud gratuitas y algunos alimentos y la vivienda subsidiados compensan los bajos salarios en cierta medida.
En entrevistas realizadas en todo el país, los cubanos dijeron a a la agencia Reuters que están luchando por sobrevivir. Un ejemplo: los viajes y el uso de internet a un dólar la hora son unos lujos que muchos no pueden pagar.
Los beneficios de la apertura económica promulgada por Raúl Castro se han concentrado en el sector de servicios privados de las ciudades, especialmente en La Habana, donde la mejora de las relaciones con Estados Unidos impulsaron el turismo. Pero incluso allí, las oportunidades se vieron reducidas el año pasado cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, revirtió parcialmente la distensión.
La economía ha crecido en promedio 2,4 % por año en la última década, según estadísticas oficiales, pero el gobierno reconoció en 2014 que era necesario un crecimiento anual de al menos el 7% para desarrollar el país. Y las exportaciones se estancaron.
Algunos analistas dicen que Castro puede haber perdido una oportunidad histórica de promulgar cambios dada su autoridad como líder de la revolución de 1959. Otros dicen que su legado pende de un hilo.
Mucho dependerá del camino que siga su sucesor, Díaz-Candel, perteneciente a una nueva generación de líderes comunistas, pero también cabe ver en qué medida Castro mantendrá su influencia sobre la política del país en calidad de dirigente del Partido Comunista, que gobernará por lo menos hasta 2021.
De momento, el presidente saliente ha anunciado que regresa a las montañas de oriente, pues se cree que trasladará su residencia a Santiago de Cuba, el lugar donde realmente se siente en casa, según crónica del diario La Vanguardia de Barcelona.

Díaz-Canel, propuesto como sucesor de Castro en Cuba

LA HABANA.- El actual primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, de 57 años, fue propuesto hoy ante la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla para ocupar la Presidencia de Cuba en sustitución de Raúl Castro, de 86 años, quien deja el cargo tras dos mandatos.

Díaz-Canel encabeza la propuesta de la Comisión de Candidaturas Nacional (CCN) para la conformación del máximo órgano de gobierno del país, el Consejo de Estado, una candidatura que ahora será sometida a votación de la recién constituida Asamblea, aunque el resultado no se hará público hasta mañana jueves.
Esteban Lazo, el político de raza negra que más alto ha llegado en las estructuras de poder de Cuba, fue reelegido hoy para un segundo mandato como presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla (ANPP, Parlamento unicameral) en su IX legislatura (2018-2023).
La reelección de Lazo, de 74 años, refuerza el mensaje de continuidad del legado de los históricos de la Revolución Cubana, liderados hoy por Raúl Castro, quien entre este miércoles y mañana jueves será relevado en la Presidencia del país por un nuevo mandatario elegido por el recién instaurado Parlamento.
Ana María Mari Machado (54 años) y Miriam Brito (57 años) también repiten como vicepresidenta y secretaria de la ANPP, que mantiene así la misma directiva de la legislatura anterior.