sábado, 21 de diciembre de 2019

Manel Marrero, nombrado primer ministro de Cuba


LA HABANA.- Manel Marrero, hasta ahora titular de Turismo, fue designado este sábado por el Parlamento cubano como primer ministro del Gobierno, un cargo que se eliminó en 1976 y recuperado de nuevo en la Constitución que la isla aprobó en abril de este año.

La candidatura única la propuso el presidente del país, Miguel-Díaz Canel, y recibió el voto unánime de los diputados.
Marrero, de 56 años y arquitecto de formación, era el ministro cubano que llevaba más tiempo en el cargo, desde 2004 -fue nombrado por el entonces mandatario Fidel Castro- y su nombre no figuraba en las quinielas sobre quién ocuparía este puesto.
Díaz-Canel destacó al realizar su propuesta ante el Parlamento la "honestidad, capacidad de trabajo y fidelidad al Partido y a la Revolución", junto con su "rica experiencia en negociación con contrapartes extranjeras".
En la sesión parlamentaria también está presente el expresidente y líder del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), Raúl Castro, quien es aún diputado por la provincia de Santiago.
Como viceprimeros ministros, también a propuesta de Díaz-Canel, fueron nombrados el histórico comandante de la Revolución Ramiro Valdés (87 años); los hasta ahora vicepresidentes del Consejo de Ministros Roberto Morales, Inés María Chapman, Ricardo Cabrisas y José Luis Tapia, y el actual ministro de Economía, Alejandro Gil. Los nombres de Morales y Chapman estaban entre los que más sonaban como posible primer ministro.
El puesto de Marrero al frente de la estratégica cartera cubana de Turismo lo asumirá el hasta ahora viceministro primero de ese departamento, Juan Carlos García Granda.
También fueron designados nuevos ministros de Trabajo y Seguridad Social (Marta Elena Feito), Industria Alimentaria (Jorge Santiago Sobrino), Industrias (Eloy Álvarez) y Energía y Minas, (Nicolás Arrente), todos departamentos de gran importancia en la actual coyuntura económica que atraviesa la isla.
El mandatario cambió asimismo la jefatura del Banco Central de Cuba (BCC), cargo que ocupará Martha Sabina como ministra-presidenta de la entidad que desde 2017 dirigía Irma Margarita Martínez.





Ministro de Fidel Castro

Marrero es el arquitecto a quien Fidel Castro encargó en 2004 convertir el turismo en la locomotora de la economía de Cuba, es desde este sábado el primer ministro de la isla, tras ser designado por el presidente Miguel Díaz-Canel con la anuencia del exmandatario Raúl Castro.
"Esta propuesta fue debidamente aprobada por el Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC)", dijo Díaz-Canel, sobre quien será ahora su mano derecha, al presentarlo ante el pleno de la Asamblea Nacional, que lo votó por unanimidad entre ovaciones. Su mandato es por cinco años.
Aunque militante del PCC, a diferencia de muchos dirigentes cubanos, Marrero no es miembro de su Comité Central, y por lo tanto, tampoco del selecto Buró Político, como sí lo son algunos de sus nuevos viceprimeros ministros. Para ser primer ministro es requisito ser diputado.
De 56 años, locuaz y con una pequeña barba entrecana, Marrero se desempeñaba como ministro de Turismo desde 2004. Permaneció allí durante toda la gestión de Raúl Castro y continuó en 2018 con Díaz-Canel.
A partir de ahora será jefe de gobierno y asumirá la tarea en momentos de elevadas tensiones con Estados Unidos.
Marrero "no viene a transformar sino a implementar y administrar; lidera el presidente. Es una distribución de funciones y no una separación de poderes", explicó el profesor cubano de Relaciones Internacionales Arturo López-Levy, de la Holy Names University.
El retorno del cargo de primer ministro, que no existía en Cuba desde 1976, forma parte de un proceso de relevo generacional y descentralización del poder en la isla socialista.
Justo después de su presentación, Marrero recibió un apretón de manos de Raúl Castro, líder del único y gobernante PCC.
Marrero empezó su carrera en el gobierno en 1999 como vicepresidente del poderoso Grupo Hotelero Gaviota, de las Fuerzas Armadas. Un año después fue presidente de esa entidad, responsabilidad que ocupó hasta ser designado ministro de Turismo.
"A lo largo de su trayectoria laboral y como cuadro, (Marrero) se ha caracterizado por su modestia, honestidad, capacidad de trabajo, sensibilidad política y fidelidad al partido y a la revolución", dijo Díaz-Canel.
El nuevo primer ministro "ha conducido de manera destacada el sector del turismo, que constituye una de las principales líneas de desarrollo de la economía nacional", agregó el mandatario.
Según la Nueva Constitución en vigor desde abril, el primer ministro no sólo será el jefe de los ministros, con capacidad para "designar o sustituir directivos y funcionarios" de la administración central del Estado, sino que también controlará el trabajo de los gobernadores provinciales, otro nuevo cargo restituido por la Carta Magna.
Según Díaz-Canel, los casi 16 años al frente del ministerio del Turismo le han permitido a Marrero una "permanente interacción con el resto de los organismos de la administración central del Estado, el sistema empresarial, gobiernos provinciales".
Precisamente en el turismo es donde más se registran inversiones extranjeras en la isla y Marrero cuenta con "una rica experiencia en negociaciones con contrapartes extranjeras" y ha participado en "eventos internacionales, demostrando su habilidad, firmeza y dotes de interlocución".
"El hecho de que tenga amplia experiencia en el tema inversionista y del turismo, ratifica la importancia que tiene esta área como línea estratégica de desarrollo del país", consideró López-Levy.
Durante su gestión ha debido interactuar con inversionistas europeos, los principales socios comerciales de la isla, y el sector turístico se ha convertido en un importante motor económico del país.
El comandante Ramiro Valdés, de 87 años, el único histórico de la generación fundacional de la revolución que quedaba en el gobierno con el cargo de vicepresidente del Consejo de ministros, fue ratificado como viceprimer ministro, un cargo equivalente.
Roberto Morales, Jorge Luis Tapia, Inés María Chapman y Ricardo Cabrisas también pasaron de vicepresidentes del Consejo de Ministros a viceprimeros ministros.
A ellos se sumó como viceprimer ministro Alejandro Gil, actual ministro de Economía, que compaginará las dos funciones.
De los 26 ministros o presidentes de organismos con rango ministerial, 20 fueron ratificados, y seis removidos, en las carteras de industria, Trabajo y Seguridad Social, Turismo, Banco Central, Industria Alimentaria y Energía y Minas.

Cuba renueva carteras estratégicas ante la crisis

Cuba cuenta desde este sábado y por primera vez desde 1976 con un primer ministro, cargo que ocupará el hasta ahora responsable de Turismo, Manuel Marrero, un arquitecto de 56 años cuya misión principal será la de supervisar el día a día del Gobierno como "brazo derecho" del presidente.
En la misma sesión en la que fue designado Marrero, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, sustituyó a los ministros de varias áreas estratégicas para la comprometida economía de la isla, sumida en problemas agudos por el incremento de las sanciones de Estados Unidos y la prolongada crisis de Venezuela, su principal aliado.
Marrero, nombrado titular de Turismo en 2004 por el entonces mandatario Fidel Castro, era el miembro más veterano del Consejo de Ministros y no figuraba en las quinielas que desde hace semanas especulaban con el nombre de la persona que ocuparía el cargo.
La candidatura -única- de Manuel Marrero la presentó ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral) el presidente del país, quien también propuso a varios viceprimeros ministros y cambió a los titulares de seis de las carteras del Gobierno.
El nuevo primer ministro se estrena en un momento de máxima tensión con Washington a la vez que Cuba trata de acelerar sus reformas económicas, entre las que se encuentra la unificación de su complicado sistema de doble moneda, que parece inminente.
El cargo de primer ministro no existía en Cuba desde 1976 y fue restablecido en la nueva Constitución promulgada en abril de este año. A diferencia del de presidente, no tiene una limitación de edad ni de mandatos.
Entre sus responsabilidades estará la representación del Gobierno de la República así como atender y controlar el desempeño de los organismos de la administración central del Estado, de las entidades nacionales y las administraciones locales.
De quien será su colaborador más cercano en el Gobierno, Díaz-Canel destacó este sábado su "honestidad, capacidad de trabajo y fidelidad al Partido (Comunista, único legal) y a la Revolución", así como su "rica experiencia en negociación con contrapartes extranjeras".
También su gestión acertada frente a la cartera de Turismo, considerado el motor de la economía cubana y la segunda fuente de ingresos para la isla, solo detrás de la exportación de servicios profesionales.
El turismo es precisamente una de las áreas más golpeadas por las últimas sanciones de Estados Unidos, que en el último año ha prohibido los cruceros, los vuelos a aeropuertos cubanos excepto al de La Habana y restringido de nuevo los viajes de estadounidenses a la isla.
Junto a Marrero, fueron designados seis viceprimeros ministros, algunos de los cuales sonaban entre los favoritos para ser primer ministro, como Roberto Morales e Inés María Chapman, cuya visibilidad en la prensa estatal ha sido creciente en el último año y medio.
Ambos ocuparán el cargo de viceprimer ministro junto al comandante histórico de la Revolución Ramiro Valdés (86 años) y los también hasta ahora vicepresidentes del Consejo de Ministros Ricardo Cabrisas y Jorge Luis Tapia, a quienes se suma el ministro de Economía, Alejandro Gil.
Díaz-Canel anunció también su nuevo gabinete ministerial, en el que cambió a seis titulares de departamentos estrechamente vinculados con la exhausta economía del país.
Como nueva ministra de Trabajo y Seguridad Social fue designada Marta Elena Feito; al frente de Industria Alimentaria estará Jorge Santiago Sobrino; el Ministerio de Industrias lo dirigirá Eloy Álvarez, y el de Energía y Minas, Nicolás Arrente.
La nueva responsable -con rango de ministra- del Banco Central de Cuba (BCC) será Martha Sabina en sustitución de Irma Margarita Martínez, quien dirigía la entidad desde 2017.
Después de que el Parlamento aprobara por unanimidad todas las propuestas de nombramiento, el presidente cubano cerró la sesión con un discurso en el que el protagonismo lo coparon las tensiones con EE.UU. y las llamadas a la unidad popular para "enfrentar" la batalla económica.
"Que sepan que no vamos a rendirnos", espetó el gobernante, quien deploró que el país vecino "para justificar su actuación ha acudido a la burda explicación de que somos una amenaza para la región".
Frente a los diputados, Díaz-Canel sostuvo que "ninguno de los planes de los adversarios resultó", aunque reconoció que las últimas sanciones del país vecino y su estrategia de impedir la llegada de combustible a la isla causaron serios problemas a lo largo del año.
En este contexto, avanzó que Cuba cerrará 2019 con un crecimiento del 0,5 % frente al 1,5 % previsto, si bien apostilló que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha estimado una desaceleración generalizada y "Cuba está en esos índices".
También reiteró que Cuba mantendrá su "amistad y cooperación" con Venezuela y el Gobierno de Nicolás Maduro, una estrecha alianza en la que EE.UU. ha basado en el último año el endurecimiento de su política hacia La Habana y del embargo financiero que mantiene sobre la isla desde hace seis décadas.

Ya es Oficial la Fuerza Espacial / Guillermo Herrera *

El Presidente Trump acaba de anunciar oficialmente la creación de la Fuerza Espacial durante la ceremonia de firma del presupuesto de Defensa. "Hoy marcamos un hito histórico, al inaugurar oficialmente una nueva rama de nuestras Fuerzas Armadas. Es un momento muy grande e importante. Se llama Fuerza Espacial", dijo durante la ceremonia trasmitida por Fox News.

Asimismo anunció que la nueva fuerza tendrá al frente al General de la Fuerza Aérea John Raymond. El año que viene, la Fuerza Espacial tendrá un presupuesto de cuarenta millones de dólares y una plantilla de doscientas personas. La creación de la Fuerza Espacial fue ordenada por el presidente en diciembre de 2018.

Por su parte, la secretaria de la Fuerza Aérea de EEUU, Barbara Barett, dijo que el nuevo servicio es pequeño para los estándares del Departamento de Defensa, con unos 16.000 miembros de la Fuerza Aérea (entre efectivos y empleados civiles) para comenzar. "Serán efectivamente la Fuerza Espacial con carácter inmediato", declaró Barrett, citada por el Pentágono.

OBJETIVOS

La Fuerza Espacial de los Estados Unidos (USSF) es una rama de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos anunciada oficialmente por el vicepresidente Mike Pence en agosto de 2018 y con fecha de implementación en 20201 con la intención de tener el control sobre las operaciones militares en el espacio exterior y defenderse de las posibles amenazas procedentes del espacio, aglutinando el Mando Espacial de la Fuerza Aérea y la Fuerza Aérea, el cual anteriormente ya manejaba y apoyaba la mayoría de las operaciones militares del país en relación al espacio.

En 2000, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, encabezó una comisión sobre cómo organizar y gestionar la defensa de la seguridad nacional en el espacio exterior, concluyendo con una serie de recomendaciones sobre reformas a realizar, incluyendo la reorganización interna de la Fuerza Aérea para consolidar las actividades relacionadas con el espacio del Departamento de Defensa.

La implementación de las reformas recomendadas por la comisión encabezada por el Secretario de Defensa Rumsfeld no se llegaron a materializar debido a una serie de factores que cambiaron por completo las prioridades del gobierno estadounidense como fueron los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el advenimiento de la guerra de Irak.

ORIGEN

La primera vez en que el presidente Trump reflotó la idea fallida de crear unas fuerzas del espacio fue en un discurso que realizó en marzo de 2018, donde señaló que «Estamos haciendo una gran cantidad de trabajo en el espacio. Dije, tal vez necesitamos una nueva fuerza. La llamaremos Fuerza Espacial». El objetivo del presidente es doble, por un lado, realzar el control del espacio en un momento en que cada vez más potencias acceden a él, y por otro lado, protegerse de las «amenazas del espacio exterior.

En 18 de junio de 2018, Trump anunció en un discurso ante el recientemente reformado Consejo Nacional del Espacio, una directiva para crear y de manera «inminente», una sexta rama de las Fuerzas Armadas. Posteriormente, el presidente anunció que había ordenado al Pentágono la misión de crear las Fuerzas Espaciales como una rama independiente y separada de la Fuerza Aérea. 

El presidente anunció esta propuesta, en parte, debido a su sensación de que el Departamento de Defensa había estado rechazando sus sugerencias públicas anteriores para crear una fuerza espacial, llevando a dar ese anuncio repentino, el cual dejó sorprendido al mismo Departamento de Defensa.

TECNOLOGÍA ARMAMENTÍSTICA

Sistema de ataque hipersónico.- Antes del anuncio de esa nueva rama militar, tanto el gobierno estadounidense como el ruso y el chino, ya estaban intentando desarrollar un nuevo tipo de tecnología como es el caso de las armas hipersónicas. En 2017, el Ministerio de Defensa de Rusia a través del general Yury Borisov, anunció la intención de tener armas hipersónicas operativas entre 2020 y 2022.

Tras el anuncio de la creación de la Fuerza Espacial, el gobierno de Trump quiso avanzar en esa nueva tecnología y, en ese sentido el general Paul J. Selva y miembro del Estado Mayor Conjunto, especificó que el armamento sería más rápido, letal, podría llegar más lejos y, debido a su alta velocidad, serían capaces de burlar los sistemas antimisiles existentes. En abril de 2018, el gobierno estadounidense realizó un contrato por valor de más de 900 millones de dólares con la empresa Lockheed Martin para desarrollar ese armamento.

Sistema de defensa hipersónico.- Si bien las armas hipersónicas, tal y como anunció el general Selva burlarían todos los sistemas de prevención de ataques existentes, la administración Trump propuso reavivar y acelerar el desarrollo de un sistema de sensores espaciales para precisamente, avisar de estos ataques en el caso de que otras potencias lleguen a desarrollar esta tecnología y, por su naturaleza, sería un satélite militar que orbitaría a la Tierra, equipado con sensores que serían capaces de detectar tanto amenazas hipersónicas como amenazas por parte de misiles normales en fase de impulso y de vuelo.


 (*) Periodista español