De creación
"inminente", la entidad manejará la recolección de los residuos "como un
sistema integrado", aclaró el director de negocios del estatal Grupo
Empresarial GeSime (Ministerio de Industrias), Raúl Díaz, al diario
Granma.
De momento no se ha divulgado el nombre del socio extranjero ni el país de procedencia.
Díaz adelantó que negocian proyectos similares en las provincias de
Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba.
Estas acciones se incluyen en los esfuerzos del Gobierno cubano por
"modernizar la industria, a fin de mejorar la eficiencia de los
procesos, satisfacer la demanda nacional y lograr productos competitivos
en el mercado foráneo", precisó el directivo.
El
apremiante problema de la recogida de basuras en La Habana es, junto al
deterioro de los edificios e infraestructuras, una de las cuestiones en
las que se centra la dirección del país de cara a la celebración de los
500 años de la capital el próximo año.
La televisión
estatal denunció en septiembre pasado la acumulación de desperdicios
domésticos y escombros de obra en diferentes barrios de la ciudad y
reprochó que parecía que los habaneros se hubieran "acostumbrado a
convivir con la basura", un serio peligro para la salud humana.
El Gobierno provincial de La Habana ha atribuido el problema a la falta
de contenedores y sobre todo de camiones colectores, en su mayoría
averiados.
La solución momentánea a esta crisis
vendría de la mano de Japón, cuyo Gobierno donará una flota de cien de
estos vehículos, anunciaron medios oficiales cubanos la semana pasada.
Cuba otorgó en 1999 una concesión a la empresa española Aguas de
Barcelona (Agbar) para operar en la red hidráulica de La Habana hasta el
2025 con un capital de 8 millones de euros, que se ha destinado a
ampliar y mejorar el entramado de distribución del líquido en la ciudad
más poblada del país.
El director de negocios del
GeSime mencionó entre los proyectos concretados o en fase avanzada de
negociación entre Cuba y sus socios extranjeros un acuerdo con la
empresa china Tianjin para ensamblar dos modelos de motos eléctricas de
1.000 watts y un convenio para fabricar tubos de aluminio donde envasar
habanos.
Adelantó que negocian asimismo un contrato
con la empresa española de cerámicas y cuartos de baño Roca, destinado a
"confección en el país de grifería de lujo".
Díaz
subrayó que para Cuba es "prioridad" aumentar la producción de
estructuras metálicas para la construcción, algo que esperan lograr con
la "tecnología de avanzada" de una futura empresa que establecerán con
capital portugués en la Zona Especial de Desarrollo Mariel", proyecto
estrella cubano para captar capital extranjero.
En
paralelo, el Ministerio de Industrias trabaja por encontrar socios
extranjeros para renovar e incrementar las capacidades productivas en
las siderúrgicas Antillana de Acero (La Habana) y Acinox (La Tunas).
La inversión extranjera es uno de los pilares de las reformas para
actualizar el modelo socialista en la isla, impulsadas por el
expresidente Raúl Castro desde 2011.
En 2017 Cuba
logró captar más de 2.000 millones de dólares en inversión extranjera,
cifra similar a la asegurada en 2016, cuando alcanzó por primera vez la
suma necesaria para sostener sus reformas económicas.
Desde la aprobación de la nueva ley de Inversión Extranjera (2014), la
isla ha asegurado en total más de 5.500 millones de dólares de capital
comprometido, a través de 191 negocios con empresas foráneas de 28
países.