LA HABANA.- Representantes del sector agrícola de Estados Unidos se
reúnen desde este miércoles y hasta el próximo viernes en La Habana con
directivos y especialistas del Ministerio de Agricultura de Cuba para
impulsar sus relaciones y dar seguimiento al desarrollo de proyectos
conjuntos.
La segunda Conferencia Empresarial Estados
Unidos-Cuba, auspiciada por la Coalición Agrícola de ambos países, da
continuidad a los trabajos iniciados en noviembre de 2018 con una agenda
de intercambios entre empresas y de científicos con productores, según
medios estatales de la isla.
El copresidente de la Coalición por la parte
estadounidense, Paul Johnson, reconoció que las relaciones entre su país
y Cuba viven un momento de tensiones, pero dijo que le queda "el
optimismo" sobre el trabajo que han estado realizando para mejorarlos.
Johnson se declaró "muy ilusionado" con las discusiones abiertas en
esta cita, así como con la posibilidad de poder seguir desarrollando los
proyectos que han estado realizando desde hace tiempo, según cita la
agencia cubana Prensa Latina.
Entre los participantes
estadounidenses figuran también Phil Peters, representante de Focus
Cuba, entidad de consultoría empresarial para negocios en Cuba; y el
presidente ejecutivo de la Asociación de la Soya en Illinois, Mark
Albertson.
En la apertura de la Conferencia, la
directora de asuntos internacionales del Ministerio de la Agricultura
(Minag), Moraima Céspedes, resaltó "la importancia" del intercambio de
experiencias que facilita este reunión, parte del memorando de
entendimiento en materia agrícola entre ambas partes.
La directiva afirmó que permite aportar información de la agricultura
cubana, así como de las posibilidades de inversión extranjera del sector
agroalimentario de la isla.
En esta primera jornada,
el especialista del Minag Juan José León ofreció a los empresarios
norteamericanos una caracterización del sector agrícola en Cuba, y de
las tendencias actuales de la economía del país caribeño.
La cita también incluye visitas a una cooperativa agrícola de la
provincia occidental de Artemisa -situada a 60 kilómetros al suroeste de
La Habana-, a lugares donde se ejecutan importantes inversiones en este
sector y al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de la capital
cubana.
En noviembre pasado una delegación de
políticos y empresarios agrícolas estadounidenses abogaron en La Habana
por el levantamiento del embargo comercial y financiero que aplica
Washington a Cuba y se mostraron convencidos de los beneficios que
traería el fin de esa medida para ambas partes.
Aludieron en ese sentido a datos de la Asociación Nacional de
Departamentos Estatales de Agricultura de Estados Unidos (NASDA), según
los cuales si se levantara el embargo los intercambios agrícolas entre
ambos países llegarían hasta 1.000 millones de dólares anuales en
comparación con los 250 millones actuales.
Desde que
llegó a presidencia de EEUU en enero de 2017, Donald Trump ha endurecido
la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático y la
activación del título III de la Ley Helms Burton, que permite demandas
en tribunales estadounidenses por bienes expropiados tras la Revolución.
La semana pasada la administración Trump sumó nuevas medidas de castigo
a la isla que limitan las remesas de familiares y las transacciones
financieras a través de terceros países.