LA HABANA.- El 80 por ciento de los cubanos percibe que
en sus hogares se vive una situación de "crisis económica severa o
moderada", de acuerdo con una encuesta publicada este viernes por el
Observatorio Cubano de los Derechos Humanos (OCDH) cuyo objetivo, según
ha explicado su director ejecutivo, Alejandro González Raga, es mostrar
la "Cuba real".
"El mensaje más importante que nos manda es la foto de la Cuba
real, no de las rutas turísticas", ha dicho González Raga en un acto
virtual para presentar el segundo informe del OCDH sobre 'El Estado de
los derechos sociales en Cuba', en el marco de la campaña 'Cuba no es
como te la cuentan, ayúdanos a contar la verdad'.
El estudio se ha realizado con los colaboradores del OCDH dentro
de la isla con entrevistas personales a 1.201 personas de las tres
regiones de Cuba entre el 20 de enero y el 10 de febrero, un margen de
error de 2,8 puntos porcentuales y un nivel de confianza del 95%.
González Raga ha llamado la atención sobre el hecho de que la
medición se realizara antes de que la pandemia de coronavirus estallara
en la nación caribeña.
"Por tanto, habrá datos posteriores que
reflejarán una realidad peor", ha augurado.
El objetivo del sondeo es demostrar que, aunque "durante décadas
muchas personas han creído la versión de una Cuba paradisíaca ofrecida
por el Gobierno, nada más lejos de la realidad", debido a "las continuas
y múltiples crisis de un sistema fracasado desde el punto de vista
político, económico y social".
El jefe del OCDH ha extraído como conclusión que "el cubano de
dentro de la isla cada vez es más infeliz con este sistema", destacando
el hecho de que, además, "cada día hay más cubanos dispuestos a
decirlo".
De acuerdo con el informe, el 42 por ciento de los interrogados
tiene problemas para "comprar lo más esencial para sobrevivir" y el 38
por ciento dice que cuenta con "lo suficiente para sobrevivir pero no
para comprar algo extra".
"Se puede concluir que alrededor del 80 por
ciento de los cubanos perciben una situación de crisis económica severa o
moderada en sus familias", afirma el OCDH.
El desempleo en Cuba alcanza el 8 por ciento, conforme a estas
cifras, pero "al considerar a las personas que se encargan de las
labores domésticas (15%), así como a aquellos que no pueden trabajar por
enfermedad (5%), (...) el porcentaje de personas que no reciben una
retribución alcanza el 27% de la población en edad laborable".
Además,
un 36 por ciento de los desempleados lleva sin trabajo más de un año y
el 95 por ciento no ha recibido ningún tipo de ayuda al desempleo.
De la población trabajadora, el 46 por ciento lo hace con el
Estado, con un sueldo oficial de seis dólares al mes --ha precisado
González Raga--; el 43 por ciento, por cuenta propia; y un siete por
ciento, en ambos sectores.
Con todo ello, el 33 por ciento de los hogares, unos 1,3 millones
de familias, viven con menos de mil pesos cubanos (unos 40 dólares) al
mes, con lo que las familias con tres miembros "deben sobrevivir con
1,33 dólares o menos al día", cuando el umbral de la extrema pobreza se
fija en 1,90 dólares diarios.
González Raga ha enfatizado el impacto que esta situación
económica tiene sobre la alimentación de los cubanos. El 56 por ciento
dice que come tres veces al día, pero el 35 por ciento solo como dos o
menos veces en un día.
Los alimentos dominantes son el pan, el arroz y
las legumbres, mientras que la carne de res, el pescado y la fruta son
los más escasos en la dieta cubana. El 74 por ciento de los cubanos
considera que tiene una alimentación "deficiente".
El opositor cubano ha explicado que el Gobierno lo "ha intentado
justificar diciendo que hay una libreta de abastecimiento, lo cual es un
eufemismo porque realmente es una cartilla de racionamiento que se
supone que garantiza cierto nivel de alimentación, pero esto es también
una falacia porque el 62 por ciento de los cubanos afirma que los
alimentos adquiridos (de esta forma) apenas dan para comer los primeros
diez días del mes".
Interrogados sobre el sistema sanitario de Cuba, los encuestados
han dado una valoración "bastante negativa" en "aspectos fundamentales",
"llegando a ser incluso muy negativa en algunos de ellos".
Así, el 76
por ciento denuncia la falta de "acceso a exámenes médicos
complementarios de forma simple, gratis y no demorada", el 50 por ciento
se queja de la escasez de material médico y el 60 por ciento apunta al
mal estado de las instalaciones.
El aspecto mejor valorado de la sanidad cubana es "la capacidad y
el desempleo de los profesionales sanitarios", que alcanza un 45 por
ciento.
El director regional para América Latina del Instituto
Republicano Internacional (IRI) de Estados Unidos, Antonio Garrastazu,
ha indicado que en este caso el problema es que "solo tienen acceso a
materiales muy antiguos y no tienen acceso a las nuevas tecnologías",
por lo que "no tienen la materia prima para actualizarse".
En cuanto a la actual coyuntura de Cuba con la pandemia de
coronavirus, de la que solo se han registrado 2.233 casos y 84 muertes,
por lo que el país prepara ya la desescalada, Garrastazu ha admitido que
es difícil saber la incidencia del virus porque "el régimen es una gran
maquinaria de propaganda".
Ya antes de la COVID-19, el 78 por ciento de los consultados dijo
que había tenido que esperar entre uno y seis meses para ser atendido
por un médico especialista y el 59 por ciento había necesitado
medicamentos en los últimos tres meses, si bien el 43 por ciento no pudo
conseguirlos por el desabastecimiento en los canales oficiales y el 37
por ciento los obtuvo por otra vía.
Por otro lado, el informe muestra que "la gran mayoría de la
población cubana (casi un 80%) no cuenta con suministro de agua
corriente permanente". El 20 por ciento declara que tiene agua potable
entre uno y tres días a la semana y el 50 por ciento dice que disfruta
de este suministro entre cuatro y seis días a la semana. Un nueve por
ciento asegura que no tiene agua en su casa, "una cifra verdaderamente
alarmante", subraya el OCDH.
En la misma línea, solo un 20 por ciento de los hogares cubanos
tiene un suministro eléctrico continuo. "Para más del 70 por ciento de
la población ha habido cortes, ya sean de tipo recurrente (8%) o más
espaciados (65%)", con lo que los apagones "afectan a toda la
población", apostilla.
El informe repasa igualmente otros rubros sociales, como la
vivienda. A este respecto, indica que la mayoría de las familias
cubanas, con una media de tres miembros, viven en casas de menos de 40
metros cuadrados (29%) o de entre 40 y 60 metros cuadrados (27%) y el 47
por ciento coincide en que necesitan reparaciones.
Sobre el sistema educativo, el 50 por ciento considera malo o
regular el contenido de la enseñanza, el 55 por ciento habla en los
mismos términos de la calidad de las instalaciones y el 68 por ciento,
de los materiales de estudio.
Igual que en salud, se salvan los
profesores, con un 49 por ciento que considera que tienen una formación
buena o muy buena frente al 47 por ciento que la tacha de mala o
regular. No obstante, el 40 por ciento cree que se adoctrina.
Por último, el sondeo ofrece un análisis sobre la situación de los
adultos mayores en Cuba. El 59 por ciento confiesa que "tiene problemas
para comprar lo más esencial para sobrevivir" porque la jubilación
mínima equivale a unos 9,6 dólares mensuales.
Con todo ello, el administrador interino de la Agencia de Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), John Barsa, ha
asegurado que Washington está dispuesto a ayudar a La Habana, aseverando
que es posible a pesar del bloqueo, pero ha denunciado que el Gobierno
se lo impide. "Podríamos ayudar, pero no nos dan el 'chance'", ha dicho.