martes, 12 de noviembre de 2019

EEUU carga contra la visita de los Reyes de España a Cuba por “dar legitimidad al régimen”


WASHINGTON.- El senador estadounidense Marco Rubio dirigió este lunes una carta a los Reyes de España por su visita de Estado a Cuba en la que les insta a sostener un “diálogo privado” con la oposición y a mencionar ante el “régimen” cubano el caso de un grupo de opositores “arbitrariamente” detenidos.

Rubio comienza su carta abierta afirmando que siente “preocupación” por esa visita y que su “mayor deseo” hubiera sido que el rey Felipe VI y la reina Letizia abogaran en Cuba por “los principios democráticos, incluyendo la defensa de los derechos humanos y la libre expresión”.
“Desafortunadamente tengo entendido que no se estarán reuniendo con miembros de la oposición o activistas de derechos humanos, ya que se los ha prohibido la dictadura”, subraya.
Y agrega: “ante estos hechos, considero que su visita le servirá como propaganda de legitimidad a un régimen que le ha abierto las puertas al narcodictador venezolano Nicolás Maduro y a otros elementos extranjeros malignos que a diario socavan los valores democráticos del hemisferio”.
Los reyes de España llegaron ayer lunes a La Habana para la primera visita de Estado de un monarca español a la isla y fueron recibidos en el aeropuerto por el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez.
La agenda de Felipe VI y Letizia en Cuba se enmarca en la conmemoración de los 500 años de la fundación de La Habana y no comenzó hasta este martes, cuando fueron recibidos por el presidente Miguel Díaz-Canel.
El senador republicano, con gran influencia en la política exterior del Gobierno de Donald Trump hacia América Latina, dice que Cuba es “un país donde una dictadura comunista lleva 60 años oprimiendo sistemáticamente a sus ciudadanos“, que viven “un calvario” bajo ese sistema.
El “régimen de Cuba” tratará de venderles una “utopía inexistente” en lugar de la realidad del país, agrega en su misiva al jefe del Estado español y su esposa.
“La verdadera Cuba es aquella en la que vive el ciudadano cubano que es víctima de atropellos por parte del régimen y las restricciones que les impone la Seguridad del Estado. La Cuba de los líderes religiosos, los periodistas independientes, los presos políticos y todos los opositores de la dictadura es la dura realidad que viven la mayoría de los cubanos”, subraya.
Hijo de cubanos exiliados en Miami, Rubio exhortó a los reyes “a que sostengan un diálogo privado con miembros de la oposición cubana y así puedan escuchar de primera mano las violaciones de derechos humanos y la censura a la que son sometidos a diario”.
Además, les invitó a que “durante sus reuniones con miembros del régimen de Cuba destaquen los casos de los miembros de la UNPACU (Unión Patriótica de Cuba), incluyendo a su líder José Daniel Ferrer, quienes llevan más de un mes arbitrariamente secuestrados por el régimen”.
“Ayer la familia de José Daniel me notificó que Ferrer se encuentra en condiciones inhumanas y que está siendo maltratado cruelmente”, dice Rubio quien adjunta a su carta otra que le dirigió a él la familia del líder de UNPACU.
Rubio concluye con una mención a que el “gobierno de los Estados Unidos ya ha alzado su voz y ha denunciado el atropello por parte del régimen contra José Daniel y los demás miembros de la UNPACU”.
“Es importante que nuestros aliados también condenen esta acción”, subraya el senador estadounidense por el estado de la Florida, un estado donde reside una importante parte del exilio cubano, que ha condenado la visita real a Cuba y organizado manifestaciones de protesta en Miami los últimos días.
A Rubio le parece “injusto” que el viaje de los Reyes de España “sea simplemente un obsequio al régimen cubano y que el mismo no incluya en su agenda las graves violaciones a los derechos humanos que viven los ciudadanos cubanos, aquellos que constantemente son humillados y censurados”.
El senador se despide de los reyes “con la esperanza” de que “esta carta sirva para que consideren las repercusiones” de la visita y les agradece “su atención y continuo liderazgo”.

Los Reyes en La Habana / Pablo Sebastián *

La visita de los Reyes de España a Cuba coincidiendo con el 50 aniversario de la fundación de La Habana era una visita obligada por cuanto Cuba era el único país de América Latina que los monarcas españoles habían visitado desde el inicio de la Transición democrática española.

Se cierra así el periplo de la Corona de España por las tierras de América Latina y ello a pesar de las reticencias de la derecha española y de EEUU que ha criticado este desplazamiento porque consideran que España, con este viaje del Jefe del Estado, está legitimando el régimen castrista de Cuba.

Lo que, además de no ser cierto, porque estamos ante relaciones entre los Estados y no de los gobiernos, constituye una arbitrariedad de Donald Trump porque USA mantiene relaciones muy especiales con regímenes dictatoriales y teocráticos como son los de Arabia Saudí, los Emiratos del Golfo Pérsico y otras dictaduras de África y Asia, como es el caso de China.

Ya intentaron los EEUU impedir la visita de Adolfo Suárez a Cuba al inicio de la Transición, en un viaje histórico que luego fue imitado por otros países de Europa. Y fue Aznar quien impidió que el viaje a Cuba de los reyes Juan Carlos y Sofía, durante la cumbre Iberoamericana de La Habana, fuera a la vez una visita oficial y de Estado.

Pero ahora los reyes don Felipe VI y doña Letizia han acabado con esta absurda y anómala situación, por más que le pese al presidente Trump, que mantiene el bloqueo económico y comercial a Cuba, mientras Washington comercia y hace negocios con dictaduras de todo el mundo.

Además las relaciones entre los pueblos de Cuba y España son especiales y están marcadas por muy estrechos y muy importantes lazos históricos y culturales, que saldrán reforzados tras el viaje de los Reyes a Cuba.

Y parece un error de los partidos de la derecha española, como el PP, haber criticado el viaje de los monarcas a La Habana, e incluso haberlo relacionado con la crisis política e institucional actual de España que, en ningún caso, puede afectar a la política exterior de España que debe mantener su agenda diplomática al margen del debate nacional.



(*) Periodista español

Los Reyes Felipe y Letizia realizan un paseo distendido por La Habana


LA HABANA.- El viaje de Estado de los Reyes Felipe y Letizia a La Habana ha dejado imágenes históricas en su primera jornada: la primera reunión oficial de un jefe de Estado español con un presidente de Cuba y una visita distendida de los Reyes al centro colonial de la capital, saludando a turistas y curiosos.

Normalidad institucional y cordialidad por parte de los Reyes, que han sido recibidos por Diaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta, en la sede del Consejo de Estado, y sensación de deber cumplido por parte del Ejecutivo, que se empeñó en mantener la visita pese a la coyuntura política en España, estando en funciones y justo después de unas elecciones generales 'repetidas' por el bloqueo político.
El Gobierno español ha querido dar a la visita la categoría de 'viaje de Estado', la más alta en el protocolo español, y poner fin así a lo que consideraba una anomalía histórica, que Cuba, la última colonia de la Corona española en América, que tuvo un papel clave en la historia española en América, no hubiera recibido aún una visita de máximo nivel de los jefes de Estado. 
Cuba es el único país iberoamericano que no había visitado hasta ahora el Rey, que como Príncipe de Asturias recorrió todos los demás en las tomas de posesión de los presidentes durante 18 años.
"Son 500 años de la fundación de la ciudad, España no podía faltar a esta cita histórica", ha argumentado el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, tras acompañar a los Reyes en su visita por el centro colonial de la ciudad. Es, ha dicho, "un momento histórico, una primera visita de un Rey de España a Cuba y a La Habana en particular".

Al margen de la coyuntura política 


El ministro no ha querido hacer comentarios sobre la situación política en España, donde el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, han anunciado un acuerdo para gobernar en coalición
"No se me olvida, pero a partir de ahora voy a estar de vacaciones hasta las cuatro de la tarde", ha bromeado.
Aunque los Reyes llegaron el lunes por la noche a la isla, los actos oficiales han comenzado el martes por la mañana ante el monumento a José Martí, para la ofrenda floral que forma parte del protocolo cubano para las visitas oficiales. 
El memorial está en lo alto de la plaza de la revolución, así que la ofrenda, precedida por los himnos de los dos países, ha dejado la imagen de los Reyes y la delegación española flanqueados por los gigantescos retratos murales de Ernesto 'Che' Guevara y Camilo Cienfuegos.
El jefe del Estado y su esposa han ido después a la sede del Consejo de Estado, donde los han recibido Díaz-Canel y Lis Cuesta, antes de una ceremonia de honores y revista de tropas por parte de los jefes de Estado en el mismo salón donde hace un año Díaz-Canel recibió a Pedro Sánchez. 
Eso sí, esta vez la ceremonia ha incluido un saludo a las banderas de ambos países. El saludo también lo han hecho la Reina y Lis Cuesta, que han hecho el mismo recorrido, una deferencia porque lo habitual es que la esposa de Díaz-Canel se quede esperando junto a la delegación en las visitas oficiales.

Reunión de media hora y firma de un acuerdo 

El Rey se ha reunido con Diaz-Canel, acompañados ambos por sus respectivas delegaciones, durante una media hora. Según el ministro Borrell, en esa reunión las delegaciones han hablado "de todo", según ha dicho en una conversación informal con periodistas cuando se le ha preguntado si habían hablado de derechos humanos.
Después, ambos jefes de Estado, sonrientes, han presidido la firma del nuevo Marco de Asociación País, el documento base de la Cooperación española en Cuba en 2019-2022, valorado en 57,5 millones de euros.
Precisamente, de forma paralela, la Reina Letizia y Lis Cuesta han visitado la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, punta de lanza de la cooperación española en la isla, por la que han pasado más de 1.500 jóvenes desde 1992 para formarse en tareas relacionadas con la conservación de patrimonio histórico.
Ha sido después de esa visita a la 'joya' de la cooperación española en La Habana cuando el Rey ha acudido también a la zona colonial de la ciudad para un breve paseo junto a su esposa, ataviado, como buena parte de la delegación española, con la tradicional guayabera caribeña, en color azul.
Los Reyes se han marchado a comer en privado y esta tarde irán al Gran Teatro Alicia Alonso, para ver la exposición fotográfica 'España y Cuba: contigo en la distancia' y asistir a una gala de danza. 
Después, volverán a la sede del Consejo de Estado, donde se reunirán de nuevo con Díaz-Canel y su esposa, para la cena oficial que pondrá fin a la primera jornada de la visita.

Segundo día de la visita 

El viaje continúa el miércoles con una visita al Palacio de los Capitanes Generales, de nuevo en La Habana Vieja, donde los Reyes recibirán la 'Giraldilla', símbolo de la ciudad, y se condecorará al historiador de La Habana, Eusebio Leal, con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.
Después, los Reyes ofrecerán una recepción a la colectividad española, de nuevo en el Gran Teatro Alicia Alonso, donde el Rey pronunciará su primer discurso en este viaje. Después se reunirá con empresarios españoles con intereses en la isla, acompañado por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y el de la Cámara, José Luis Bonet.
Por la tarde, en la Embajada española, se presentará un libro sobre los 500 años de la Ciudad de La Habana, con láminas de Javier Mariscal y editado por Acción Cultural Española, y se presentará la maqueta del nuevo Consulado de España en la ciudad. 
En la Embajada, el Rey verá también a representantes de la sociedad civil cubana y la jornada terminará con la habitual 'cena de devolución' de los Reyes españoles a sus anfitriones, en el Palacio de los Capitanes Generales.

Lis Cuesta, la primera dama visible de Cuba en los últimos 60 años


MADRID.- El histórico viaje de Felipe VI y la reina Letizia a Cuba visibilizará no solo las relaciones entre dos países que han vivido una historia de amores y desamores políticos, sino también a una mujer que al otro lado del océano Atlántico estará junto a su marido, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, para acompañar a los monarcas en los actos oficiales que exijan su presencia. Se trata de Lis Cuesta Peraza, la segunda esposa del mandatario, que por primera vez desde la Revolución cubana, ha roto la tradición de que el presidente de este país no acudiera acompañado por su pareja a las citas oficiales, escribe hoy El País. 

Tanto Fidel Castro como después su hermano Raúl, los antecesores en el cargo, mantuvieron sus relaciones sentimentales blindadas y ocultas en la medida de lo posible y durante los últimos 60 años el país caribeño no ha tenido primera dama que ejerciera como tal porque consideraban este papel "burgués" y "capitalista". 
De ahí la sorpresa que produjo entre los cubanos que Miguel Díaz-Canel (59 años) rompiera esta norma a los dos días de acceder a la presidencia en abril de 2018 y se presentara junto a su esposa, y de la mano, a recibir a Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela en su visita al país. 
Lis Cuesta tiene 47 años y, como el actual presidente cubano, estaba casada cuando se conocieron. Ambos tienen dos hijos de sus anteriores matrimonios, ella con un militar de profesión y él con Marta Villanueva, estomatóloga. 
Uno de los descendientes de Lis Cuesta se licenció el pasado mes de julio en la facultad de Derecho de la Universidad de La Habana –un acto al que también asistió su padrastro– y los dos hijos veinteañeros de Díaz-Canel, Miguel y Jenny, se dedican a la música.
Cuesta es originaria de la ciudad de Holguín, situada al este de Cuba, y se licenció en Pedagogía. La pareja se conoció precisamente en esta localidad cubana en 2003, cuando ella era la directora del Centro Provincial del Libro y Díaz-Canel ejercía como primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, un cargo que ocupó de 2003 a 2009. 
Después, Díaz-Canel, fue nombrado ministro de Educación Superior y la familia se trasladó a vivir a La Habana en 2009. Esta etapa ya marcó la presencia de Lis Cuesta en muchos de los actos y veladas culturales en los que se requería la presencia de su marido y también en su viajes al extranjero, como el que realizó junto a él cuando, ya ejerciendo como vicepresidente del país, visitó Corea del Norte y Bolivia en 2015. 
Durante la campaña electoral a la presidencia, en marzo de 2018, Lis Cuesta –que entonces era directiva de la agencia de turismo cultural Paradiso, encargada de organizar viajes institucionales para el Ministerio de Cultura cubano– volvió a ser una figura que ocupó su lugar al lado de su esposo en mítines y encuentros con la población. Una imagen que los cubanos interpretaron como una ráfaga de aires de cambio y una búsqueda de normalidad y cercanía por parte de quien quería llegar a dirigir los destinos del país.
Desde que su esposo es presidente, la presencia de Lis Cuesta se ha ido convirtiendo en normal a su lado y le ha acompañado en sus viajes oficiales a México o Irlanda o en los recibimientos en su propio país al príncipe Carlos de Inglaterra y Camila de Cornualles o al presidente español Pedro Sánchez y su esposa Begoña Gómez. 
La que ya todo el país considera primera dama de Cuba tiene su propia cuenta de Twitter –aunque normalmente la utiliza para difundir los actos de su marido– y una formación ideológica que ha hecho que su nombre haya sonado varias veces como posible para ocupar la cartera del ministerio de Turismo o Cultura. 
Sin embargo, prácticamente carece de agenda propia y solo se conoce que ejerciera en solitario su papel en una visita a China, el pasado mes de abril, para conocer a Peng Liyuan, la esposa del presidente chino Xi Jinping que es cantante de música folclórica. 
Poco preocupada por la moda, una asignatura de la que se examina cada día a las consortes de las familias reales europeas sean cuales sean sus anteriores profesiones y las tareas que afronta en su papel institucional, Lis Cuesta va rompiendo los moldes establecidos en Cuba. De ella se afirma que es discreta y de trato afable, conservadora en su forma de vestir y amante del baile. 
Lo que no se puede negar es que ha despertado la curiosidad de los cubanos, hasta el punto que un simple tatuaje pero asomó en su omoplato izquierdo en marzo de 2018, durante una elección para ratificar una nueva Asamblea Nacional, se convirtió en viral y en la 'gran indiscreción' de la  primera dama cubana hasta ahora.