domingo, 14 de abril de 2019

Alberto Cortez y la muerte de Fidel Castro

MIAMI.- El 28 de noviembre de 2016, Orlando González Esteva recibió un correo electrónico de su amigo Alberto Cortez, el compositor y cantante argentino, donde se refería a la muerte reciente de Fidel Castro.

En este programa transmitido por Radio Martí, donde se rinde homenaje al artista recién fallecido, el escritor cubano lee ese correo hasta ahora inédito, evoca los primeros capítulos de la amistad de ambos, disecciona el enorme talento de Cortez como autor e intérprete, inserta algunas de sus grabaciones y recuerda cómo a lo largo de cuatro décadas, Cuba fue un tema recurrente en sus conversaciones y frecuentes diálogos epistolares con el artista, a quien admiró profundamente, con quien departió en Miami, México y Madrid, y a quien se propuso demostrarle, desde muy temprano, la verdadera magnitud del daño que el dictador cubano había infligido a su país y su gente.

 
"Entre Nosotros", el programa de Orlando González Esteva, se transmite de lunes a viernes de 11 a.m. a 12.

Cuba y Venezuela: adiós, revoluciones / Patricio Fernández *

Más de dos años después de que el teniente coronel Hugo Chávez Frías intentara una asonada golpista en contra del entonces presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, Eusebio Leal, conocido en La Habana como “el historiador de la ciudad”, invitó a Chávez a Cuba para dar una conferencia sobre el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200).

Fidel Castro lo recibió con honores de jefe de Estado en el aeropuerto José Martí el 13 de diciembre de 1994. “Esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos, y en condiciones de mutuamente alimentarnos en un proyecto revolucionario latinoamericano”, dijo ese día Chávez, el padre de lo que luego se conocería como el “socialismo del siglo XXI”.
El líder venezolano llegó a la presidencia por la vía democrática tras ganar las elecciones de 1998. El día de su asunción, estaba Fidel Castro acompañándolo y, aparentemente, sellando una alianza estratégica. En lo sucesivo, Chávez le ofrecería a Fidel un sostén económico —petróleo— y Fidel a Chávez apoyo moral, estratégico e ideológico. No cuesta imaginar que Nicolás Maduro, sucesor de Chávez y quien desde joven tuvo relación con Cuba, es hoy el heredero de esa alianza.

Cuando el 11 de abril de 2002 una componenda de las Fuerzas Armadas y grupos económicos privados venezolanos sacó a Chávez del poder, la ayuda de Castro fue fundamental para que lo recuperara tres días después. Hay quienes dicen que a partir de ese momento Cuba prácticamente gobierna en Venezuela.

La Revolución cubana encontró en Venezuela el oxígeno necesario para alargar su agonía, mientras que la revolución bolivariana buscó en Cuba el pedigrí que le faltaba a su origen extemporáneo. Pero aunque el destino de ambas revoluciones parece indisolublemente unido desde entonces, están muy lejos de ser una misma cosa.

La entrada de Fidel Castro a La Habana en enero de 1959 marcó un hito en la historia latinoamericana y mundial. Durante su discurso triunfal, el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal estaba ahí y escribió que “el Espíritu Santo iniciaba una epifanía”. Pablo Neruda, premio Nobel de literatura, le escribió al líder de los barbudos en Canción de gesta: “Esta es la copa, tómala, Fidel. / Está llena de tantas esperanzas / que al beberla sabrás que tu victoria / es como el viejo vino de mi patria: / no lo hace un hombre sino muchos hombres / y no una uva sino muchas plantas”.


La Revolución cubana fue una hija auténtica de su tiempo. No pasó así con la revolución bolivariana. Hugo Chávez encarnó el abandono de las clases populares venezolanas en el momento en que el comunismo caía derrotado y terminaba de perder, entre otras cosas, su poesía. En lugar de ofrecer guerrilleros heroicos —como el Che Guevara— y despertar el fervor revolucionario del sacrificio, Venezuela le ofreció petróleo y dinero a quien la siguiera.
Con los años, ya muerta la ilusión, lo que el castrismo traspasó al chavismo no fue una creencia, sino estrategias de poder, sistemas de vigilancia, mecanismos de control, redes de complicidad: el modo de administrar una iglesia.

También envió médicos, enfermeras y entrenadores deportivos a Venezuela, pero este personal apenas alcanzó para disimular la cantidad de expertos en seguridad, milicias y grupos paramilitares. Se calcula que para 2007 había 30.000 cederretistas (miembros de los Comité de Defensa de la Revolución cubana) en Venezuela y 300 miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba en puestos claves de sus Fuerzas Armadas. En poco más de una década, lo expertos promedian que a cambio de este apoyo político y policial Cuba recibió alrededor de 90.000 barriles de petróleo diarios, el equivalente a 35 mil millones de dólares.

Es probable que los cubanos hubieran preferido que las cosas fueran diferentes —no tenemos cómo saberlo—, pero lo cierto es que tras seis décadas de Revolución, terminaron generando su propio modo de vivir: una mezcla de resignación y simpleza, algo así como desesperanza sin desesperación.

Cuando Raúl Castro y Barack Obama declararon en diciembre de 2014 la voluntad de restablecer relaciones diplomáticas entre sus países, creí ver el final de una gran historia que me interesaba contar. Desde el Chile neoliberal, exitoso y productivo, viajé muchas veces a esa isla donde el sueño socialista terminaba de desvanecerse. Como dijo el novelista Guillermo Cabrera Infante: “Un sueño que salió mal”. Y fui testigo de ese fracaso, pero también de una sensibilidad y un espíritu que mi país había perdido por la eficiencia y el apuro.

Casi nada se produce en Cuba (hasta azúcar están importando), muy pocas cosas funcionan (los neumáticos se “ponchan”, los ascensores se trancan, se sabe cuándo parte el tren pero nunca cuándo llega); los cubanos hacen colas para todo (para la papa, la guagua, la visa, la recarga del celular en ETECSA, la empresa estatal cubana de telecomunicaciones); en los supermercados compran lo que hay y no lo que quieren; trabajan muy poco. 

Y si bien la mayoría de ellos parece haber renunciado a sus derechos civiles —cuesta encontrar la palabra “democracia” en su vocabulario—, se las han arreglado para ejercer otro tipo de libertad, una ajena a la eficiencia y a la injerencia política y que radica en la renuncia a todo plan y a toda formalidad.

Supongo que tener la salud y la educación garantizada por el Estado ayudan a esto, porque la vivienda, que alguna vez también fue un derecho universal, escasea. El turista que visita Cuba desde la abundancia capitalista, no encuentra angustia, sino relajo, descuido, liviandad: una comunidad fuerte que así como se vigila se ayuda y como se somete se apoya. Cuba es uno de los países con menos delincuencia en el mundo. Hay, sin embargo, que volverse uno de ellos para adivinar las penas que esconden. El que no aguanta, se va.

En Venezuela, adonde volví hace pocas semanas tras seis años, en cambio, cunde la desazón y no se oculta. Son muchos quienes toman su cabeza a dos manos y se preguntan cómo es posible que el país más rico de América Latina esté viviendo esos niveles de deterioro. Tal como dijo Roger Waters: “Hasta ahora no hay guerra civil… ni hay encarcelamiento masivo de opositores”. Pero otras de las aseveraciones del músico de Pink Floyd, como que “no hay violencia y tampoco asesinatos… no hay eliminación de la prensa”, son lisa y llanamente falsas.

Datos de Naciones Unidas señalan que Venezuela tiene una de las tasas de criminalidad más altas del mundo y, “en 2018, al menos 205 muertes fueron atribuidas a las fuerzas especiales de seguridad venezolanas y otras 37 fueron presuntamente asesinadas en enero de 2019 en Caracas”, dijo la alta comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

A propósito de la situación del periodismo, la expresidenta de Chile agregó: “Me inquieta el aumento de las restricciones a la libertad de expresión y de prensa en Venezuela”. Sus grandes diarios históricos, El Universal y El Nacional, están disminuidos a su mínima expresión. El Nacional ya no circula en papel y el edificio de El Universal, en pleno centro de la capital, parece una ruina deshabitada.

Es verdad que han nacido y se han fortalecido los medios independientes digitales —La Patilla, El Pitazo, Efecto Cocuyo, Prodavinci— pero la radio y la televisión están en buena medida controlados por el gobierno y muchos de sus periodistas han sido detenidos o amedrentados por los distintos cuerpos de seguridad del gobierno.

Caracas no ha sido bombardeada, pero la degradación es evidente incluso si se la compara con la última vez que la visité, cuando ya estaba en caída libre. La ciudad que encontré esta vez olía a barbarie, a corrupción, a violencia, a falta de afecto comunitario. No queda rastro ahí de alguna ilusión transformadora.

Al oscurecer, pocos se atreven a caminar por sus calles. Cuando cae la noche, los parientes y amigos que se separan en las veredas acostumbran llamarse para confirmar que llegaron bien; los conductores no paran en las luces rojas por miedo a los asaltos, y, si alguien los choca, es muy improbable que se bajen a discutir el accidente. Prefieren ver los estragos en un lugar seguro que exponerse a un atraco o a un secuestro.

El suministro de agua corriente está racionalizado y disponible en casas y departamentos solo algunas horas al día. Han proliferado los comedores populares (ollas comunes) para alimentar a niños en riesgo de desnutrición. Los venezolanos han bajado un promedio de 11 kilos en los últimos años.

Juan Guaidó, el presidente encargado y líder de la oposición, me dijo que más de 300.000 venezolanos están al borde de la muerte por falta de antibióticos. No se encuentra el 80 por ciento de las medicinas indispensables y la mortalidad infantil está disparada. La malaria, el paludismo y el dengue se han regresado, lo que ha creado una emergencia sanitaria.

Los venezolanos sufren una de las más profundas crisis económicas que ha visto América Latina en un siglo. En el país escasean los billetes, porque la inflación de 10 millones por ciento anual, la más alta del mundo según el Fondo Monetario Internacional, hace que se necesiten varios fajos de bolívares para comprar una cerveza. Se ven obligados a pagar sus compras con unas tarjetas de débito que recargan electrónicamente.

La economía se dolarizó en el último año. Al igual que en Cuba, solo que en Venezuela eso pasó de manera encubierta. En el país ahora hay dos economías: la inmensa mayoría de los venezolanos que vive en bolívares con un sueldo mínimo y aquellos que tienen acceso a dólares a través de remesas enviadas desde el extranjero. La diferencia entre unos y otros, es la que existe entre una vida difícil pero sobrellevable y la miseria absoluta.

A los ricos, en Caracas, no les falta nada o casi nada. En el barrio de Altamira hay licorerías y rotiserías con variedad de productos, y si bien han cerrado muchos restaurantes en la ciudad, todavía quedan varios de buen nivel, donde “boliburgueses” o “enchufados” (quienes han hecho fortuna con el chavismo) se cruzan con los “escuálidos” (como bautizó Chávez a sus opositores) de la burguesía histórica.

Son cada día más quienes —tal como sucede en Cuba— viven del dinero que les envían los parientes que han emigrado a territorios capitalistas. Cuba tiene cerca de un millón y medio de emigrados, Venezuela alrededor de tres millones, aunque se estima que este año podrían ser cinco millones.

En las “invasiones” (tomas) y sectores marginales que recorrí en Caracas, no encontré una gran pasión política, ni a favor ni en contra. El madurismo, en todo caso, perdió el fervor popular amasado por Hugo Chávez.

“¡No vamos a negociar! ¡Diálogo sí, negociaciones no!”, me dijo el Cucaracha, uno de los líderes del Colectivo Alexis Vive. Los colectivos son organizaciones civiles, barriales, revolucionarias y paramilitares creadas por Chávez para defender la revolución. Generalmente están a cargo de la distribución de alimentos entregados por el gobierno, lo que les da mucho poder.

“Si entran los gringos, vamos a vietnamizar el continente”, dijo a continuación, mientras le sonreía a un reportero de la cadena de televisión CBS. A los periodistas de Estados Unidos y Europa les cobran alrededor de 250 dólares por este tipo de declaraciones. “Aquí defendemos el sistema de la comuna, como la Comuna de París. Si esta comuna socialista se llama Panal, es porque nos organizamos igual que las abejas y a la abeja parásita, que vendría siendo la burguesía, se la expulsa de la comunidad”, aseguró. Este discurso combativo no se escucha entre la gente en la calle —donde cunde la queja— pero basta encender la televisión a cualquier hora para toparse con él.

Los esfuerzos por mantener vivo el mito a través de la propaganda es otro de los aspectos en que la influencia cubana se deja ver con mucha fuerza. Tanto Fidel como Chávez, aunque muertos, habitan en la pantalla y en los discursos como si aún estuvieran vivos.

Yo asistí al funeral de ambos líderes, donde se les elevó a una presencia religiosa comparándolos con Jesucristo. En Caracas vi carteles donde aparecían Jesús y Chávez abrazados y grafitis en los que podía verse al comandante posando junto a Jesús en La última cena. “Chavuzcristo de Venezaret”, escribieron en uno de los muros de la ciudad. En Cuba, donde el cristianismo popular tiene menos fuerza, se repitió el mismo ambiente religioso. “Hombre, aprendimos a saberte eterno / así como lo fue Jesucristo / no hay un solo altar sin una luz por ti”, decía el himno funerario que Raúl Torres le dedicó a Fidel y que sonaba en cada sitio por el que pasó el cortejo.

Para perdurar en el tiempo toda creencia requiere de un Vaticano que las financie. La caída de la Unión Soviética, en 1991, marcó el comienzo del fin de la revolución comunista, aunque sus fieles tardarían años en darse cuenta. El petróleo venezolano convenció a algunos de que esa creencia revolucionaria todavía tenía futuro, pero ya era demasiado tarde. A medida que la cortina de hierro se fue descorriendo y la luz entró, fue cada vez más difícil mantener vivo el sueño del comunismo, aunque el aparato creado por los viejos revolucionarios para gobernar siguiera operando. El régimen quedó desnudo: los versos se volvieron consigna, los énfasis morisquetas, las promesas estafas y la altisonancia, un ruido insoportable. Es lo que se está viendo en Venezuela de modo trágico.

La crisis eléctrica venezolana es la prueba más potente. En menos de un mes, el país ha sufrido una serie de apagones masivos, de varios días y a lo largo y ancho de todo el territorio, lo que resulta escandaloso si se considera que la central de Guri es la segunda más grande y poderosa del continente, después de la represa brasilera Itaipú.

Cuba podría ser arrastrada por la ineficiencia y corrupción del chavismo. La producción de crudo, que representa más de 90 por ciento del ingreso en divisas de Venezuela, ha caído más de 60 por ciento en una década, arriesgando cada vez más los envíos petroleros a Cuba. Si Maduro se ve forzado a cesar los envíos, la isla también podría quedar a oscuras, porque gran parte de su electricidad se genera con petróleo. Es lo que sucedió durante el Periodo Especial en la isla, años que los cubanos consideran una odisea haber superado.

“Nosotros somos más fidelistas que comunistas”, me comentaron varios cubanos mientras seguía el cortejo fúnebre de Fidel. Casi seis décadas después de abrazar el socialismo, cada vez menos están dispuestos a prender velas por la Revolución.

“Las horas crepusculares del socialismo están llegando”, dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un discurso en Miami, en febrero de este año. Y, en efecto, si no llega a rescatarlos una gran potencia como China o Rusia, no sorprendería que con Venezuela cayeran también Cuba y Nicaragua.

De suceder no habrá sido gracias a la habilidad de Trump, quien actúa en esta historia simplemente como ave carroñera. El socialismo en América Latina habrá muerto porque la población dejó de creer en él y sus líderes, y porque la comunidad internacional, que alguna vez ovacionó de pie en la Asamblea General de Naciones Unidas sus promesas de justicia y ansias de transformación, hoy tiene pruebas palpables de la distancia sideral que hay entre las arengas que aplaudió y las realidades sociales, políticas y culturales que esos regímenes “revolucionarios” generaron. Fueron hijos del siglo XX y su desmesura. Sin embargo, sus errores no deben llevarse a la tumba los valores de justicia, equidad y bienestar general que alguna vez representaron.

Justo cuando el neoliberalismo parece alcanzar un éxito irrefrenable, abundan los indicios de que la eficiencia, el lucro y la competitividad no bastarán para mantener la sociedad funcionando y el planeta a flote: la destrucción del medioambiente, la robotización del trabajo, los imparables torrentes migratorios, la creciente concentración de la riqueza que hacen a unas pocas corporaciones capitalistas más fuertes que los Estados y capaces de decidir por sobre las democracias, nos recuerdan la importancia de una política progresista que, ante el individualismo arrasador, retome la importancia de los lazos comunitarios. Pronto será un asunto de sobrevivencia.

En cuanto a la tragedia que vive Venezuela, no se puede predecir aún qué va a pasar, pero hay una serie de políticos jóvenes, provenientes casi todos del movimiento estudiantil del año 2007, que representan el cambio posible y están ansiosos por llevar a cabo un proyecto político amplio y auténticamente democrático. Como me dijo el diputado Miguel Pizarro: 

“Nuestra generación no fue la que destruyó la política y permitió que existiera un fenómeno como el de Chávez”. Pizarro, quien fue chavista y es hoy uno de los principales líderes de la oposición, tiene 31 años y es hijo de revolucionarios chilenos que, tras el golpe de Estado pinochetista, se refugiaron en Venezuela. “Chávez fue el producto del agotamiento de un sistema bipartidista de hegemonía que terminó aislando a las grandes mayorías de este país de las decisiones”.

Será tarea de la izquierda revitalizar la causa humanista, tolerante e ilustrada, en la que el estatus de ciudadano prime por sobre el de consumidor.

Para lograrlo, la izquierda deberá sacarse de encima el lastre de esos regímenes que prometieron liberación pero conculcaron la libertad. Las izquierdas de mañana tienen la tarea de aprender de los errores de las del pasado y la obligación de no ser cómplices de esos gobiernos que corrompieron sus promesas. “Bien y ahora ¿quién nos librará de nuestros liberadores?”, se preguntó el poeta Nicanor Parra. Y la respuesta, para que los deseos de un mundo mejor no sucumban al triste pragmatismo del mercado, debería ser: nosotros, sus hijos avergonzados.


(*) Periodista y escritor chileno, fundador y director del semanario The Clinic


Cuba prepara normas para impulsar firmas estatales y flexibilizar a los privados

LA HABANA.- Cuba aprobará 22 nuevas medidas para mejorar la eficiencia de sus empresas estatales, muchas de ellas deficitarias, y anunciará en breve nuevas normas jurídicas para "flexibilizar" el trabajo por cuenta propia, en un momento en que la Isla se prepara para enfrentar una seria crisis económica.

El jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo, explicó a la Asamblea Nacional de la aprobación de 22 nuevas medidas que se aplicarán a corto y medio plazo para tratar de impulsar las empresas estatales socialistas, informaron medios oficiales.
Entre ellas, mencionó que las entidades que operan en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, el proyecto estrella de Cuba para atraer inversión extranjera, podrán retener parte de las divisas ingresadas por sus exportaciones para así asegurar sus inversiones y futuras producciones.
Según datos oficiales publicados en febrero pasado por la prensa oficial cubana, de las 1.776 empresas estatales que existen en el país solo 43 son deficitarias.
Sin embargo, el panorama real es otro, ya que estas cifras se obtienen a partir de un cálculo distorsionado por la dualidad monetaria de Cuba, donde al peso nacional (CUP) y el peso convertible (CUC, equivalente al dólar) se les aplican varias tasas diferentes de cambio, que para las empresas estatales es 1-1 pese a que oficialmente la tasa de CUP a CUC es de 25-1.
Pese a la moderada apertura económica impulsada por Raúl Castro durante su década como presidente (2008-2018), la mayoría del tejido empresarial cubano sigue siendo íntegramente estatal, aunque en los últimos tiempos se ha incrementado la constitución de empresas mixtas con participación extranjera.
El Gobierno impulsa un plan para mejorar el rendimiento de las firmas estatales, lastradas por la ineficiencia y la desmotivación de los trabajadores por los bajos salarios, y para ello se han aprobado políticas que buscan desligar las funciones estatales de las empresariales y dotar de mayor autonomía a las empresas.
Por otro lado, Murillo no especificó este sábado en qué consistirá la nueva normativa para "flexibilizar" el sector privado, que da empleo, de acuerdo a los últimos datos disponibles, a 580.828 personas, de las que el 29 % son jóvenes, el 34 % son mujeres y un 10 % jubilados que se han sumado al llamado "cuentapropismo".
Solo precisó que esa normativa forma parte del "perfeccionamiento" de esta modalidad de empleo -impulsada por el Gobierno cubano para aligerar las abultadas plantillas de trabajadores estatales- que se extiende a unas 130 actividades, de las que las más florecientes son la gastronomía, el alojamiento y los servicios relacionados con el turismo.
Desde diciembre pasado las autoridades han ido anunciando nuevas medidas para el sector, que se puso en pie de guerra el año pasado cuando el Gobierno anunció que limitaría a uno el número de licencias que podría tener cada "cuentapropista", y que los restaurantes privados no podrían superar la capacidad de 50 plazas.
El malestar causado por estas decisiones hizo que el Ejecutivo diera marcha atrás en el último momento, a lo que se sumó en febrero la aprobación de cinco nuevas actividades y la posibilidad de que las personas jurídicas puedan contratar productos y servicios de los trabajadores autónomos, entre otras novedades.
Cuba se prepara para enfrentar su peor momento económico de la última década, provocado por el agravamiento de las sanciones de Estados Unidos, la crisis en su aliada Venezuela, la caída de las exportaciones y los desastres meteorológicos sufridos en el último trienio.

Guaidó pide a las tropas rusas no autorizadas a abandonar Venezuela

BUENOS AIRES.- El autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, ha criticado la presencia de tropas rusas “no autorizadas” en Venezuela y ha dicho, en una entrevista concedida al periódico argentino ‘Clarín’, que deberían abandonar el país.

El 23 de enero, Juan Guaidó se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela obteniendo el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la mayoría de países latinoamericanos y numerosos europeos, para que gestione una transición pacífica que culmine con nuevas elecciones.
Juan Guaidó considera que no existe un estancamiento en este proceso y que en estos tres meses se ha avanzado “muchísimo para acorralar y poner contra las cuerdas a Maduro”. Sin embargo, ha recordado que no hay que olvidar que llevan “muchos años luchando contra el régimen chavista”.
Asimismo, ha explicado que en Venezuela existe “intervención militar ilegítima” refiriéndose a la presencia “rusa y cubana permitida por Maduro”. Además, el líder opositor ha aclarado que “el único que puede autorizar una misión e intervención extranjera es el Parlamento nacional”.
Juan Guaidó ha recalcado que nunca ha puesto la opción militar sobre la mesa. “Hemos hablado de cooperación internacional. Es el régimen de Maduro el que lo ha hecho y es un escándalo”, ha añadido.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela ha dicho que no ha convocado elecciones porque para ello tiene que haber primero un proceso de reinstitucionalización del país. 
“Nadie ha reconocido esa elección fraudulenta. Por eso estamos en esta crisis de usurpación de funciones. El que le pone costo a este proceso es el régimen por miedo”, ha reconocido.
Durante la entrevista, Guaidó ha hablado de la situación humanitaria en este país. “Venezuela está colapsada. El régimen de Maduro vive en una burbuja y ya no tiene capacidad de mantenimiento. El país no aguanta más”, ha lamentado. En este sentido, ha definido el régimen de Maduro como “sádico y miserable”.
A pesar de estas circunstancias, ha destacado que la ayuda humanitaria está entrando. “Así como cierran los puentes también se abren otros caminos en una dictadura. Esta semana entregamos mucho material de esa ayuda”, ha anunciado.
Por último, ha explicado que en su futuro Gobierno de transición “la economía será de libre mercado, habrá apertura a las inversiones, justicia social y libertad sindical”.

Ana Betancourt, la feminista cubana que se adelantó un siglo a su época

LA HABANA.- "¡Llegó el momento de libertar a la mujer!" fue el reclamo con el que hace 150 años la cubana Ana Betancourt se adelantó a su tiempo y a otros iconos feministas, cuando abogó por los derechos de las mujeres ante el grupo de hombres que redactó la primera Constitución de la isla.

El asombro de los padres de la independencia fue tal que, según historiadores, Carlos Manuel de Céspedes, el primer presidente de la República de Cuba en Armas contra España, aseguró entonces que "en Cuba el historiador del futuro tendría que decir que una mujer se adelantó un siglo a su época".
Sin embargo, poco se habla en los libros de texto sobre Betancourt (1833-1901), pese a su indudable relevancia en los orígenes del movimiento feminista cubano.
Ahora, a 150 años de la Constitución de Guáimaro, firmada el 10 de abril de 1869 en esa localidad de Camagüey (centro-este del país), el nombre de esta cubana vuelve a resonar entre los protagonistas de esos días históricos.
Su actitud, rara en una época en la que el rol de la mujer se reducía a ser madre y esposa, puede explicarse por el ambiente en el que nació: en el centro de una estrecha comunidad de familias criollas, ricas, cultas y muy influidas por el pensamiento revolucionario europeo de mitad del siglo XIX.
Ana María de la Soledad Betancourt Agramonte creció emparentada con patriotas por sus dos ramas familiares. Uno de sus parientes, Ignacio Agramonte, es uno de los próceres independentistas cubanos más relevantes.
Dentro de la alta sociedad de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, capital de la rica provincia ganadera de Camagüey, Ana llegó a ser admirada por sus "ojos negros y expresivos", su "fuerte espíritu" y "voz inalterable, de timbre dulce y severo".
"Es Anita una de las mujeres más elegantes y cultas", escribió de ella otro de sus familiares ilustres, Salvador Cisneros Betancourt, primer líder de la Cámara de Representantes insurrecta y dos veces presidente de la República de Cuba en Armas.
Con 21 años emparentó por matrimonio con otra familia de independentistas. Su esposo, el abogado Ignacio Mora de la Pera, se convirtió, según la propia Ana, en su "maestro y mejor amigo" que la inspiró a estudiar ingles, francés e historia y le recomendó libros que pocas esposas leían entonces.
Hija, prima y mujer de "sediciosos", su hogar se volvió centro de conspiración tras la entrada, en noviembre de 1868, de Camagüey en la Guerra de los Diez Años (1868-1878).
"Úneme a tu destino, empléame en algo, pues, como tú, deseo consagrarle mi vida a mi Patria", se despide Ana de su esposo, que marchó a unirse al ejército mambí.
En su casona Ana guarda armas, hospeda emisarios, escribe proclamas, recopila información y ayuda a las familias de los soldados, hasta que se reúne con su marido para evitar la prisión.
La vida del matrimonio, acostumbrado a las comodidades, cambia radicalmente. Van de un campamento a otro hasta que llegan a Guáimaro en abril de 1869, poco antes de la histórica asamblea constituyente que redacta la primera Carta Magna cubana.
Los registros sobre la participación de Ana Betancourt y su alegato en defensa de la mujer se contradicen.
Algunos historiadores afirman que presentó una petición por escrito, animada por su esposo, en favor de la igualdad de derechos para las mujeres cuando quedara establecida la República, mientras que otros aseguran que ella misma se dirigió a los asambleístas.
En una carta la propia Ana describió cómo, el 14 de abril de 1869, se dirigió a los insurrectos.
"Por la noche hablé en un mitin. Pocas palabras que se perdieron en el atronador ruido de los aplausos, creo que fueron poco más o menos las siguientes. Ciudadanos: la mujer en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora hermosa, en que una revolución nueva rompe su yugo y le desata las alas", recordó.
Betancourt prosiguió. "Ciudadanos: aquí todo era esclavo; la cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. Llegó el momento de libertar a la mujer".
Sin embargo, pasarían todavía más de cien años para que por primera vez una Constitución cubana (1976) prohibiera la discriminación por motivos de sexo y garantizara la igualdad salarial y de oportunidades entre hombres y mujeres.
La vida extraordinaria de Ana Betancourt no termina en Guáimaro, el único registro sobre ella en los libros de texto de Historia de Cuba.
Fue capturada por las fuerzas españolas en 1871 tras asegurar el escape de su esposo, ya con grado de coronel, y fue sometida a un simulacro de fusilamiento y al cautiverio por tres meses atada a una ceiba como carnada para capturar a su marido.
Enferma de reumatismo y tifus escapa y se embarca hacia el exilio, adonde le llegan en 1875 noticias del fusilamiento de Ignacio Mora, al que no volvió a ver.
Después de un largo peregrinaje por México, Estados Unidos y Jamaica, llega a España en 1889. En junio de ese año empieza a copiar el diario de su esposo, botín de guerra del general de brigada español Juan Ampudia.
A los 68 años muere en Madrid, el 7 de febrero de 1901. Sus restos fueron repatriados a Cuba en 1968, en el centenario de la Guerra de los Diez Años.
En lugar de ser enterrada en su natal Camagüey, Ana Betancourt reposa hoy en Guáimaro, el lugar donde entró a la historia.
Desde 1982 su memoria se preserva en un mausoleo en la plaza de la pequeña ciudad, donde se ha vuelto tradición que las parejas de recién casados depositen el ramo en recuerdo a la épica historia de amor y al legado del icono feminista cubano.

'SeaWorld' despide a empleados en todos sus parques temáticos de Estados Unidos

MIAMI.- La compañía SeaWorld despidió un número no determinado de empleados en Estados Unidos en pos de una mayor eficiencia, tal como informó este sábado un medio de Orlando, ciudad del centro de Florida y donde la firma tiene su sede corporativa.

La compañía, que además de SeaWorld Orlando tiene otros 11 parques temáticos en Estados Unidos, realizó los recortes de personal el pasado viernes, según dijo la portavoz de SeaWorld Entertainment, Suzanne Pelisson-Beasley, al diario Orlando Sentinel, sin precisar el número de despidos ni el dinero que la firma espera ahorrar.
"Como la mayoría de las compañías, evaluamos las operaciones con regularidad para asegurarnos de que estamos organizados adecuadamente para el rendimiento y la eficiencia. Como parte de esos esfuerzos en curso, SeaWorld ha eliminado un número limitado de puestos", declaró Pelisson-Beasley.
La portavoz declinó informar en que áreas y departamentos se han producido los recortes de personal, aunque el medio señala que éstos han afectado a entrenadores de animales, personal que trabaja con aves, y empleados de los departamentos de marketing y operaciones.
SeaWorld, que cuenta con 4.700 trabajadores a tiempo completo y unos 12.000 a tiempo parcial, trata de recuperarse desde hace unos años de los efectos del documental "Blackfish" (2013), que denunció la situación de las orcas y de sus entrenadores.
Producto de la mala publicidad que propició el largometraje la compañía sufrió pérdidas en sus balances de cuentas, especialmente en los años 2016 y 2017, como consecuencia del declive del público asistente a sus parques temáticos, los cuales basan su oferta en la interacción con animales en cautiverio.
En un intento de renovar la imagen de sus parques y contrarrestar las críticas de los grupos ambientalistas, SeaWorld ha incorporado en los últimos tiempos exhibiciones educativas y nuevas atracciones.
La firma ya ha debido acometer otros recortes de personal, como los 350 despedidos en 2017 y los 125 en 2018, y emprender una reorganización de su directiva, producto de la cual en febrero pasado sumó a sus filas como director ejecutivo a Gus Antorcha, proveniente del sector de cruceros.

Los 'chalecos amarillos' resisten 22 semanas / Guillermo Herrera *

Los llamados “Chalecos Amarillos” se concentraron de nuevo ayer sábado en París para la 22ª ronda de protestas desde que comenzara el movimiento. El Gobierno francés reveló que la gran exasperación sobre el nivel de impuestos era una de las principales preocupaciones de un gran debate de tres meses. Las protestas han continuado a pesar de que el Gobierno francés suspendiera el aumento de impuestos, y anunciara un aumento del salario mínimo.

Los chalecos amarillos son un movimiento social de protesta que se formó en Francia a partir del mes de octubre del 2018. El movimiento también se extendió, en menor medida, a otros países vecinos principalmente Bélgica, Holanda, Alemania, Italia y España.

ORIGEN
Esta movilización tiene su origen en la difusión en las redes sociales de llamadas de los ciudadanos a protestar contra el alza en el precio de los combustibles, la injusticia fiscal, y la pérdida de poder adquisitivo. El movimiento se presenta a sí mismo en los medios de comunicación como espontáneo, transversal y sin portavoz oficial, es decir, anarquista.

Inicialmente se centra en el rechazo al alza del impuesto sobre el carbono, pero se amplía rápidamente a otras reivindicaciones como el aumento del poder adquisitivo de las clases medias y clases bajas, la dimisión del presidente Enmanuel Macron o la organización de un referéndum de Iniciativa Ciudadana.

El movimiento se organiza en torno a los bloqueos de carreteras y rotondas, y varios eventos nacionales llamados ‘actos’ que tienen lugar todos los sábados a partir del 17 de noviembre del 2018. Al encontrar una fuerte participación en las diferentes regiones, las protestas luego se extendieron a las ciudades más grandes.

PETICIONES
Más gasto social, menos impuestos, intervención bancaria y ‘Frexit’: así son las peticiones de los Chalecos Amarillos franceses. Son 25 propuestas que van desde apostar por más gasto en protección social, a la vez que se pagan menos impuestos, es decir, un manifiesto de 25 puntos con los que buscan cambios en lo laboral, en lo político, en lo ecológico y hasta en lo geopolítico.

El Gobierno de Macron ha dado marcha atrás, congelando primero la puesta en marcha de ese impuesto durante seis meses, retirándolo por completo después, y aún así las protestas continúan. Ahora mismo, el manifiesto contempla algunas de las peticiones económicas como reducir los impuestos a un máximo del 25% de PIB (la mitad del nivel actual en Francia) o aumentar el gasto social y la contratación de funcionarios.

Menos inmigración y más estatalización.- Uno de los puntos finales incluye “evitar los flujos migratorios imposibles de integrar que han acabado por crear la profunda crisis de civilización”. Eso al mismo tiempo que proponen intervenir para hacer los bancos más pequeños protegiéndolos de la crisis, y evitar los monopolios bancarios, construir cinco millones de viviendas de protección oficial, anular la deuda y re-estatalizar sectores privatizados en las últimas décadas, como las autopistas o los aeropuertos.

ESPAÑA
España tiene problemas parecidos a los de Francia. El Índice de Precios de Consumo en España subió un 0,4% en el mes de marzo, con lo cual se elevó la tasa interanual hasta el 1,3%, dos décimas por encima de la registrada el mes anterior.

Según los datos oficiales, esta subida se debe, principalmente, a que los precios de los carburantes suben este mes, mientras que bajaron el año pasado. También el crecimiento del PIB español se ralentizó hasta el 2,6% en 2018. Además, la vivienda, por el aumento de los precios de la electricidad, es otra de las causas del alza.

Por su parte, la ministra española de Economía, Nadia Calviño, dijo ayer que España es una de las grandes economías que resiste, a pesar de un entorno difícil y de una ralentización mundial, durante su participación en la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI).

BREXIT
Por otro lado Francia, Alemania y España están siendo los grandes ganadores del ‘Brexit’, y muy especialmente la ciudad de París, que se ha convertido ya en la primera plaza financiera europea, según la directora de Business France para la Península Ibérica, Géraldine Filippi.

“Ahora, París es la primera plaza financiera europea y también es la primera plaza de empresas emergentes de Europa, más que en Silicon Valley,” asegura Filippi.

El retraso de seis meses en la salida de Reino Unido de la Unión Europea ha evitado un resultado terrible de un Brexit sin acuerdo que agravaría la desaceleración de la economía mundial, pero no sirve para eliminar la incertidumbre sobre el desenlace final, dijo el jueves la directora del Fondo Monetario Internacional. Además, el acuerdo recién alcanzado, no resuelve los problemas entre Reino Unido y la UE, opinó.

La incertidumbre a la que se enfrentan las empresas británicas se ha disparado por el Brexit, perjudicando la inversión, y planteando desafíos a largo plazo para la productividad económica, según dijo el Gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, en un evento al margen de las reuniones del FMI y el Banco Mundial.

DESACELERACIÓN
Alrededor del 70% de la economía mundial entrará en desaceleración sincronizada en 2019, pronostica el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los analistas advierten que puede ser un presagio ominoso para muchas economías del mundo. Hace un año, la actividad económica se aceleraba en casi todas las regiones del mundo, pero un año después, mucho ha cambiado.

La escalada de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, el necesario endurecimiento del crédito en China, el estrés macroeconómico en Argentina y Turquía, las perturbaciones en el sector automotriz en Alemania y el endurecimiento financiero, junto con la normalización de la política monetaria en las grandes economías avanzadas, han contribuido a debilitar la expansión mundial, especialmente en la segunda mitad de 2018.

Los analistas del Instituto Brookling y el diario “Financial Times”, observan, a su vez, que los indicadores de confianza y los datos económicos de las economías avanzadas y emergentes se han ido deteriorando desde el otoño pasado, lo que sugiere que se está desvaneciendo el impulso en el crecimiento mundial y es necesario recurrir a nuevas formas de estímulos económicos.

A mi juicio, esta decadencia financiera no es otra cosa que el síntoma del cambio hacia un Sistema Financiero Cuántico QFS mucho mejor que lo que tenemos hasta ahora. Por lo tanto no hay ningún motivo para alarmarse sino más bien para tener esperanza en que lo que va a venir es mucho mejor que lo antiguo.




(*) Periodista español