"España
quiere estar al lado de Cuba en la consolidación del proceso de
modernización de sus infraestructuras", afirmó hoy la consejera delegada
de ICEX España Exportación e Inversiones, María Peña, durante la
inauguración de los pabellones españoles en la 36 edición de FIHAV.
De las 112 empresas que asisten a este foro -once de
ellas por primera vez-, 63 se encuentran agrupadas en el pabellón
oficial, 29 en el pabellón del País Vasco y una veintena se distribuye
en otros espacios de la feria, indicó Peña, acompañada por el embajador
de España en Cuba, Juan Fernández Trigo.
Los sectores
mayoritarios son los de agroalimentación, equipamiento y suministros
para hostelería, suministros industriales y materiales de construcción,
refirió Peña, quien recordó que España es uno de los tres principales
socios comerciales y el primer inversor en la isla.
La responsable del ICEX repasó asimismo los instrumentos con los que el
Estado español apoya a sus empresas en el país caribeño, como las líneas
de crédito de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la
Exportación (CESCE) y las de la sociedad de capital-riesgo Cofides, que
cuenta con una línea de crédito de hasta 40 millones de euros para
operaciones de inversión productiva en Cuba.
También
destacó los programas de conversión de deuda que tiene España con la
isla "como un importante instrumento para fomentar la presencia" de
empresas españolas, y que juntos "suman prácticamente la totalidad de
los programas de reestructuración de deuda que Cuba tiene con el resto
de los países del mundo".
Cuba y España lograron en
2015 un acuerdo para la reestructuración de la deuda bilateral, que
incluyó la condonación por parte de España de unos 1.600 millones de
euros (1.865 millones de dólares).
En el marco de ese
acuerdo se instituyó un fondo de contravalor España-Cuba que suponía, a
fines del 2017, unos 415 millones de euros (483,8 millones de dólares)
para incentivar las inversiones españolas en el país caribeño.
Peña también aludió, aunque no de forma explícita, a los impagos que el
Estado cubano arrastra con las empresas españolas en la isla debido a
problemas de liquidez y confió en que sea "momento también para
encontrar soluciones a las dificultades que aparecen en el camino".
Esta deuda, que hace un mes se cifraba en unos 300 millones de euros,
ha provocado "una situación difícil" a firmas españolas presentes en el
país, aunque en los últimos meses hay visos de mejora, explicó el
presidente de la Asociación de Empresarios de España en Cuba (AEEC),
Xulio Fontecha.
"Este año tenemos muchas empresas
españolas que siguen en una situación difícil pero también hay empresas
que han ido mejorando la situación, cobrando puntualmente y lo más
importante es que lo nuevo que se está importando, en general, se está
cobrando sin dificultades", indicó.
Además, destacó
que la AECC -que cumple ahora 25 años- crece "cada día" en número de
asociados, lo que ilustra cómo "cada día hay más empresas españolas
suministrando e invirtiendo en Cuba".
"Y eso es un
buen signo, porque significa que estamos viendo más allá de esta crisis
que sabemos que es coyuntural", agregó Fontecha.
Al
asunto se refirió igualmente en la apertura del pabellón español el
primer viceministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Antonio
Carricarte, quien agradeció la "confianza y comprensión" del
empresariado del país ibérico y la flexibilidad con la que este ha
encarado "los momentos más difíciles".
La
participación de España en la FIHAV "está en correspondencia con el
peso" de las relaciones bilaterales, argumentó el funcionario.
Ratificó asimismo, sobre los impagos a proveedores, que Cuba
"continuará trabajando para resolver esta situación coyuntural basada en
el principio de dar cumplimiento fiel de manera gradual a todos los
compromisos contraídos".