LA HABANA.- El
presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, consideró "un verdadero milagro"
que no se hayan producido cortes de electricidad significativos a pesar
de la crisis energética que atraviesa el país desde hace meses por las
interrupciones del suministro de combustible.
Aún
así "se han afectado producciones y otras actividades de la vida
cotidiana de manera sensible" desde que el pasado septiembre comenzara
la crisis, admitió el mandatario en una sesión de evaluación del
Ministerio de Exteriores en La Habana, según informaron este jueves
medios estatales.
En
los últimos seis meses se han producido interrupciones en el suministro
de petróleo (principalmente desde Venezuela) a Cuba, que el Gobierno
cubano atribuye a las presiones de EE.UU. a las navieras y aseguradoras
para evitar la llegada de crudo a la isla.
Esa
situación afecta particularmente al combustible diésel y ante esa
circunstancia las autoridades de la isla dispusieron una serie de
medidas de ajuste y ahorro en el transporte estatal, así como la
reducción del gasóleo asignado a organismos y empresas, y de los
horarios de climatización en dependencias adscritas a la administración.
"Solamente
con el corrimiento de la demanda en los horarios pico y la aplicación
de otras medidas, hemos ahorrado más de 80 millones de dólares", anunció
hoy el presidente cubano, concretando así por primera vez los
resultados de las citadas medidas de choque.
En
el caso de los cortes de luz, en los últimos meses se han conocido
numerosos casos en barrios o municipios concretos ya que los afectados
lo han reportado en las redes sociales, aunque se desconoce si son
atribuibles a la escasez de diésel, la principal fuente de electricidad
del país.
"Un
día podremos explicar públicamente todo lo que se ha hecho para que no
sean mayores las afectaciones", afirmó hoy el presidente, que se mostró
optimista al asegurar que "estos tiempos malos pasan y nos fortalecen".
También
elogió el compromiso de los cubanos con las medidas de ahorro
energético, que han permitido reducir el consumo durante la presente
crisis de combustible.
Evitar
los llamados "apagones" ha sido una prioridad para el Gobierno de Cuba,
un país cuyos ciudadanos recuerdan con horror las largas horas sin
suministro eléctrico que padecieron durante la década de los noventa en
el llamado "periodo especial" tras la caída de la Unión Soviética y la
retirada de los fuertes subsidios que recibía la isla.
A
las restricciones de diésel y gasolina se suma la escasez en el
suministro de gas licuado de petróleo (GLP) en la isla, con 1,7 millones
de familias afectadas, según el Gobierno, que también culpa de ello a
EE.UU.
La
delicada situación financiera también se ha reflejado en otros ámbitos y
causado problemas de desabastecimiento de productos de aseo, higiene y
medicamentos.
En
los últimos meses la Administración del presidente Donald Trump ha
aplicado nuevas sanciones contra Cuba que han impactado con dureza en su
economía.
Desde
que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump ha endurecido la
política hacia el país caribeño con reducciones del personal
diplomático, el aumento del embargo comercial, restricciones a los
cruceros y límites a los viajes de estadounidenses.