domingo, 10 de abril de 2016

Exiliados en Miami contra 'Carnival' por sumarse a la política discriminatoria de Cuba


MIAMI.- El líder del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez, dijo a Martí Noticias que la política de que los cubanos no pueden entrar por mar a Cuba tiene su origen en una ley del Gobierno de la isla que discrimina a los nacionales por el simple hecho de vivir en el exterior.

El movimiento ha convocado a una protesta para el próximo martes frente a las oficinas principales de la compañía de cruceros Carnival.
Bajo el lema “Carnival Stop Nationality Apartheid”, el Movimiento Democracia no sólo prepara una manifestación para este 12 de abril, a las 12:00 p.m., en la NW 87 Avenida de Miami, sino que además organiza una flotilla naval para protestar desde el mar el próximo 1 de mayo, cuando el buque "Adonia", de la compañía estadounidense, zarpe rumbo a Cuba.
"Acompaña al Barco Democracia en ese momento para despedirlo con tu bote a su partida, junto al crucero "Adonia", hacia Cuba, donde tratará de evidenciar que a los extranjeros se les permite la entrada pero a los cubanos o cubanoamericanos se les niega", dice la  convocatoria publicada en el sitio en Internet del movimiento.
Sánchez señaló que desgraciadamente Carnival se suma a la política discriminatoria del régimen de Cuba al decirle a los cubanos que no pueden comprar un boleto para viajar a la isla en sus embarcaciones.
“Esperamos que los directivos de Carnival revisen su actuación segregacionista”, acotó.
El activista apuntó que la protesta es una manera de hacer un llamado a la conciencia nacional e internacional sobre la discriminación que sufren los cubanos por obra del Gobierno de la isla, y de que inaceptable que las empresas en el mundo libre se sumen a esa injusticia.

El periódico español 'El País' llama a apoyar el cambio en Cuba


MADRID.- El periódico español El País asegura este domingo en un editorial que la apertura política y económica de Cuba es un proceso de tal complejidad que cabría preguntarse si el proceso de transformación de ese sistema está en manos de los líderes y los equipos adecuados.

“Da la impresión de que los dirigentes cubanos, con los hermanos Castro en el timón de la nave, pretenden instaurar un cambio congelado, fiado a que las modificaciones mínimas inevitables (por ejemplo, la presencia de Internet en la isla y sus consecuencias sociológicas conocidas) no se transmuten con rapidez en presiones sociales para acelerar la transición hacia otro modelo político y económico”, señala el editorial.
El País pone en duda que los dirigentes cubanos tengan en mente un plan de evolución política para los próximos años, “pero quizá tienen en mente un vago y confuso porvenir fotocopiado del modelo chino: introducción limitada del mercado, por áreas o influencias, y mantenimiento de una estructura política con capacidad de decisión quizá sostenida por alguna fórmula de democracia limitada”, afirma el texto.
El diario sostiene que ese último punto sería un avance sobre el esquema chino, quizá como una concesión al hecho de que Cuba, a diferencia de China, está más cerca de Estados Unidos, rodeada de influencias y presiones occidentales.
“Lo más evidente es que existe un impulso social que favorece el cambio económico hacia un modelo capitalista que desde el gobierno actual se mira con prevención. Para caminar en la dirección debida hacia el modelo de mercado, Cuba necesita inversión privada extranjera; los primeros cálculos apuntan a 2.500 millones de dólares”, apunta el artículo.
La publicación llega a la conclusión de que la inversión que puede generar el ahorro nacional es insuficiente para generar el impulso necesario en los mercados que empiezan a despuntar en la isla.
“El más evidente es el turístico, que crece a tasas muy significativas en los últimos años. Pero es un mercado muy sensible para quienes recuerdan la experiencia cubana, antes de la llegada de Castro, con la inversión estadounidense en hoteles y casinos”.
En todo caso, explica el periódico, el gobierno cubano es quien tiene que dar la señal de que está en disposición de aceptar dicha inversión y actuar en consecuencia.
“Pero, para que el futuro del cambio en Cuba tenga alguna expectativa de aclararse es imprescindible que el país se integre en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este paso depende en primera instancia de que Estados Unidos ponga fin a su veto; pero, naturalmente, lo decisivo en este caso sería la voluntad del Gobierno cubano de integrarse en el organismo”, subraya El País.
Según el diario, entrar en el Fondo significaría para Cuba “aclarar su situación monetaria (equivaldría, por ejemplo, a liquidar la dualidad monetaria en la isla, causa de tantas ineficiencias) y situarse en disposición de aceptar ayudas multilaterales. Pero la contrapartida es que el FMI exigiría un ritmo de cambio económico más rápido que el que, al parecer, complacería a los dirigentes cubanos”.
El editorial destaca que el gobierno español tiene que “estar en ese cambio, apoyándolo en la medida de lo posible, y contribuyendo además a que las empresas españolas participen en el despegue potencial del país”.
Sin embargo, concluye el editorial, la disposición a actuar del gobierno español a este respecto “es muy limitada, por no decir inexistente.
"No se trata de sostener la idea de la tradicional influencia española en La Habana, sino de demostrar la capacidad de la economía española (en resumen, de sus empresas) para actuar en mercados que le son conocidos (el turismo) o en los que puede avanzar conjuntamente, como el de las tecnologías de la comunicación”, concluye El País.

Apertura a la caribeña / Pablo de Llano


LA HABANA.- En Cuba reina un eufemismo. La palabra cuentapropista. Un término que es un escorzo ideológico, la contorsión semántica de un Estado que necesita moverse aprisa hacia el mercado pero pretende hacerlo sin descoyuntar su esqueleto doctrinal. O como dice Leticia Rodríguez, propietaria de un hostal en La Habana, allanando la cuestión, “el cuentapropismo es una empresa privada a la que no le llamamos empresa privada porque el socialismo dice que no puede haber empresas privadas, que es, por ejemplo, lo que tengo yo ahora”.

Su nieta, a su lado, indiferente, se come un plato de arroz con pollo.
Y a lo que tiene su abuela no se le llama hostal. Se le llama casa particular.
El trabalenguas plasma las incongruencias derivadas del temor al cambio de la élite dirigente cubana. “No se puede ver al sector privado como una amenaza. Aún se está pagando la concepción de pensar que un individuo que tiene una cafetería acabará siendo una lanza contra la Revolución”, afirma Omar Everleny Pérez Villanueva en el Centro de Estudios de la Economía Cubana, con su viejo automóvil Moscovitch listo a la puerta del instituto para acudir a otra cita durante la vertiginosa semana de marzo en la que Barack Obama visitó la isla.
Se trata de entender un contrasentido. Cuba se mueve. Pero no se mueve.
Desde que el 17 de diciembre de 2014 el presidente estadounidense y el cubano, Raúl Castro, anunciaron la normalización de las relaciones entre sus países, la isla se ha puesto de moda y transmite la apariencia de una metamorfosis veloz. Y es cierto. Y no lo es.
El efecto principal ha sido el despunte del turismo. Un 17% más en 2015 que en 2014, récord histórico de visitantes: tres millones y medio. Encontrar habitación en la desbordada red hotelera de La Habana se ha vuelto un reto. Pagarla también, con tarifas de más de 300 dólares por noche en los hoteles de postín. Ahora bien: el auténtico aluvión llegaría si el Congreso de Estados Unidos retirase la prohibición de que sus ciudadanos vayan de turismo a Cuba. Si el año pasado, con las medidas de Obama para facilitar intercambios culturales y de estudios, —un truco para alentar el turismo— aterrizaron 161.000 estadounidenses, un alza del 77%, la eliminación del veto abriría las esclusas de par en par: “Prevemos que en uno o dos años se levante toda restricción y lleguen más de dos millones de americanos al año”, estima James Williams, presidente de Engage Cuba, un lobby contra el cepo comercial y financiero.
“Durante demasiado tiempo Cuba ha sido el país que ha padecido el esquema de sanciones más estricto por parte de Estados Unidos, y no se puede esperar que se desarrolle si no se levanta el embargo”, sostiene Williams. Obama ha pedido al Congreso que lo elimine y lo reiteró en La Habana: “Es una carga obsoleta sobre el pueblo cubano y para los estadounidenses que quieren hacer negocios o invertir aquí”, dijo, añadiendo un recado al Gobierno cubano: “Pero incluso si se levantara mañana, los cubanos no se darían cuenta de su potencial sin una continuidad de los cambios en Cuba”. La teoría dice que Raúl Castro es un pragmático que ha decidido liberalizar la economía sin el maximalismo dogmático de su hermano Fidel. Sus reformas, sin embargo, avanzan con pie y medio en el freno.
“Con esta lentitud Cuba se expone a dejar pasar una oportunidad única”, juzga Carmelo Mesa-Lago, catedrático emérito de la Universidad de Pittsburgh y uno de los grandes expertos en economía cubana. “Obama está poniendo toda la energía para que el proceso sea irreversible y La Habana se limita a insistir en que se levante el embargo, algo que no está en su poder. Lo único que ha hecho Cuba es anunciar la eliminación del gravamen del 10% al dólar”.
El crecimiento de los cuentapropistas refleja la reorientación del modelo, pero lo moroso de su ritmo refleja también los diques internos. De 2009 a 2016 han aumentado de 144.000 a 496.000, insuficiente para un país que necesita aupar el sector privado para tener a dónde reconducir el millón de trabajadores estatales que sobra. “Es imposible que un país avance con el 67% del empleo en el sector presupuestado”, zanja Pérez Villanueva.
A falta de giros económicos resolutivos, tal vez la señal más clara de la incipiente apertura del sistema sea la expansión, aún pacata, del acceso a Internet. En 2015 el Gobierno empezó la instalación de puntos wifi en la calle. Si bien el coste es excesivo —dos dólares la hora, casi una décima parte de los 24 de salario de un empleado público—, ha permitido que a diario unos 200.000 cubanos naveguen sentados en bancos y bordillos. Tener Internet en casa es privilegio exclusivo de algunos profesionales de la medicina, de la academia o de los medios de comunicación oficiales, y aún si hubiese voluntad de universalizarlo, de momento no hay infraestructura para ello. Con todo, se prevé que en unos meses arranque en La Habana un ensayo piloto de banda ancha para negocios privados en colaboración con el gigante tecnológico chino Huawei.
Otro elemento que aguarda a su deshielo particular en la nevera de las reformas es la inversión extranjera. En 2014 se aprobó una ley para incentivarla y el Gobierno ha dicho que es prioritaria para el desarrollo de Cuba, pero a la vez se muestra remiso a soplarle las velas.
En la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un puerto cercano a La Habana concebido como polo de atracción de capital, sólo se han aprobado en dos años nueve de las más de 400 solicitudes de compañías foráneas. El Gobierno calcula que necesita al menos 2.500 millones de dólares anuales de inversión extranjera para que la isla crezca más del 5%, una meta todavía lejana. No hay una cifra de cuánto dinero foráneo está captando Cuba, pero sirva de referencia que los nuevos acuerdos comprometidos para Mariel no sobrepasan los 200 millones.
Entretanto se prevé que el crecimiento del PIB baje del 4% de 2015 a un 2% en 2016, con una caída de las exportaciones motivada sobre todo por la crisis de Venezuela, en declive por el desplome del precio del petróleo y por su inestabilidad institucional. Los acuerdos con Caracas suponen más de un tercio de lo que exporta Cuba, cuya economía ha dependido desde los primeros 2000 del crudo que le envía su socio a cambio de médicos y otros profesionales, una alianza político-comercial que todavía se calibra en más de 7.000 millones de dólares y que mantiene a 46.000 cubanos brindando servicios en Venezuela.

NÍQUEL Y TABACO
El precio del níquel, su principal materia prima de exportación, se ha reducido más de la mitad. El azúcar también se ha abaratado. El tabaco, sin embargo, promete, y con miras al mercado estadounidense se han empezado a ampliar las áreas de cultivo. Así las cosas, a corto plazo, con la conclusión del embargo fiada al próximo inquilino de la Casa Blanca y al quórum legislativo entre demócratas y republicanos, la economía cubana se apoyará en dos resortes que irán ganando potencia: remesas (sin dato oficial, Western Union las cifró en 2.800 millones en 2013) y turismo, que viene dejando unos 2.000 millones en la hostelería estatal y derramándose fuera de los cauces del Estado por el eufemístico reino del cuentapropismo.
El aporte de los negocios por cuenta propia está llamado a ser una dinamo interna. Por ahora se limita a un 5% del PIB, según un estudio de la economista Saira Pons, y para que adquiera volumen será imprescindible que le quiten trabas. El régimen tributario, encorsetado por el modelo socialista de planificación estatal, penaliza la concentración de propiedad. “Es absurdo, cuanta más gente contratas, más te suben los impuestos”, expone Mesa-Lago. Aún no se ha creado un mercado mayorista y la importación no está permitida a los particulares, de modo que el sector privado recurre al mercado negro. El panorama se completa con una rampante cultura de la evasión fiscal. Pons calcula que las paladares, así se le llama a los restaurantes en Cuba, deben de estar declarando unos ingresos brutos mensuales inferiores a 200 dólares, lo que deja en los más concurridos una buena mesa con habanos de postre.
Las reticencias a reconocer, y por ende regular, el fenómeno empresarial sí suponen una amenaza para un principio cardinal desde la Revolución: la igualdad. Apoyado en los bastones cada vez más precarios de la sanidad y la educación públicas y en la menguante libreta de abastecimiento, el grueso de los 11 millones de cubanos ve nacer una burguesía duty free.

FUGA DE CEREBROS
Con la prosperidad a lo lejos, no cesa la fuga de jóvenes. Al contrario, va en aumento por el miedo a que Washington arrumbe al baúl de la Guerra Fría su norma de regularización exprés para todo cubano que ponga pie en suelo americano. En 2015 cerca de 70.000 se fueron de la isla a Estados Unidos, una oleada como no se daba hace tiempo y que sumó 43.000 sin papeles, llegados la mayoría por la frontera terrestre de México, 20.000 con visa y unos 4.500 interceptados atravesando por mar el estrecho de Florida, circunstancia en que la norma establece que deben ser repatriados. La emigración agudiza el problema demográfico y de mano de obra de Cuba, el país más envejecido de América Latina después de Uruguay.
El aparato debe reaccionar. En el VI Congreso del Partido Comunista, en 2011, se aprobaron 311 medidas de reforma. Hasta ahora se ha implementado apenas un 21%. El próximo sábado 16 de abril arranca el VII Congreso. Criticado dentro de Cuba, incluso por alguno de sus miembros de base, por no difundir el documento programático del cónclave, el partido único discurrirá a puerta cerrada cómo acelerar la economía sin pinzar el nervio ciático del sistema. Con la retirada de Raúl Castro fijada para 2018, por debajo de la mesa se ventilarán las supuestas diferencias entre los sectores tecnócratas del raulismo y los duros del fidelismo, a su vez enredadas en la madeja de intereses creados durante seis décadas de autarquía insular.
En cuanto a las medidas pendientes, destaca la peliaguda unificación monetaria. Cuba funciona con el peso nacional y el peso convertible o CUC (24 pesos nacionales), que es equivalente al dólar y fue establecido por el Gobierno para facilitar la captación de divisas después de perder sustento a principios de los noventa con el colapso de la Unión Soviética.
“La economía no puede avanzar con esta dualidad”, dice Pavel Vidal, profesor universitario en Colombia y exfuncionario del Banco Central de Cuba. “Con dos monedas y varias tasas de cambio como tenemos, la medición de los balances de las empresas estatales, de los precios, de la competitividad y de la eficiencia está completamente distorsionada. Pero habría que ver si la economía está preparada para el cambio. Los países que lo acometen suelen tener reservas suficientes o apoyo de un prestamista internacional, y el ahorro interno en Cuba por fuerza ha tenido que ir disminuyendo, fundamentalmente por la crisis venezolana”.
Suprimir el peso convertible para continuar a solas con la moneda nacional podría provocar un shock traumático en dos ámbitos de por sí débiles, la capacidad adquisitiva de la población y el aparato productivo. Una devaluación pronunciada descontrolaría la inflación, hoy sobre el 3%, mientras que las empresas estatales dejarían de contar con el tipo de cambio (un CUC por peso nacional) que se les concede para capitalizarlas y quedarían expuestas a las condiciones reales de mercado, lo que probablemente haría inviable a más de una.
Dadas sus dificultades internas, la opción más plausible para que Cuba afronte la pirueta sin caer al vacío es que Estados Unidos desbloquee su ingreso en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sus representantes en el organismo están obligados por el embargo a votar en contra, pero se especula que Obama podría buscar un atajo para intentarlo en los ocho meses que le quedan de mandato. Por otro lado, el martes pasado Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que espera acoger a Cuba en dos años.
Catapultando la mirada por encima del muro que le queda por brincar, y quién sabe lo que durará el salto, algunos otean una Cuba que pueda aprovechar la herencia más reconocida del tortuoso periodo que viene desde la Revolución de 1959, el nivel educativo de sus ciudadanos. “Debe desarrollarse como una economía del conocimiento”, dice el lobbista Williams, “en sectores como el biomédico y el de las telecomunicaciones, porque, aunque resulte paradójico teniendo tan poca tecnología, se percibe un enorme talento potencial para la programación”. Sería lo que el eminente politólogo Jorge Domínguez, nacido en La Habana en 1945, exiliado con su familia en los sesenta, ha definido como una hipotética “Singapur del Caribe”. De momento, aquí, todos te repiten lo mismo: “No es fácil, compañero, no es fácil”.

Héroe cubano rinde homenaje a José Martí en Buenos Aires


BUENOS AIRES.- Ramón Labañino, uno de los cinco Héroes de la República de Cuba libre hoy tras 16 años en cárceles norteamericanas, rindió homenaje aquí a José Martí, el más universal de los cubanos, como destacó en breves palabras. 

"Nuestro mejor homenaje a un hombre como él, es seguir su ejemplo, llevar a la práctica sus pensamientos revolucionarios de una patria unida", expresó el antiterrorista cubano, tras rendir tributo floral en el monumento al prócer cubano en el Rincón de los Poetas, en el Rosedal de Buenos Aires.

Junto a su esposa Elizabeth Palmeiro, Labañino realiza una visita a Argentina en un gesto de agradecimiento por el apoyo que el movimiento de solidaridad con Cuba brindó a la causa de su liberación y las de los otros cuatro antiterroristas.

Labañino junto a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, René González y Fernando González se infiltraron en grupos violentos que complotaban acciones terroristas contra su país e incluso dentro del propio Estados Unidos.

Sin embargo, fueron detenidos en septiembre de 1998 y cumplieron largas penas en cárceles norteamericanas. Primero fueron liberados René (2013) y Fernando (2014) y después Ramón, Gerardo y Antonio en diciembre de 2014.

Acompañados por miembros de la embajada de su país y el jefe de Mision, Orestes Pérez, Labañino y Palmeiro colocaron una bandera cubana hecha con flores en el pedestal sobre el que descansa un nuevo busto del líder independentista, realizado por los artistas cubanos residentes en Argentina, Miguel Ángel Fernández y Raudel Ríos.

"Martí nos sirvió de inspiración; su ejemplo nos mantuvo alto el espíritu y alimentó nuestra resistencia en los momentos más duros", manifestó Labañino al dirigirse a quienes lo acompañaron hasta el Rosedal, ubicado en los Bosques de Palermo.

Labañino reiteró lo que viene recalcando desde su llegada a Buenos Aires el miércoles pasado sobre la necesaria unidad latinoamericana. "Defendemos el principio martiano de que Patria es humanidad, que Latinoamérica es una sola, desde el Río Bravo hasta la Patagonia".

Hoy está más vigente -remarcó- y es más importante ese llamado de Martí de que "los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas. Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de Los Andes".

Labañino y su esposa participaron y se dirigieron a la inauguración del Encuentro Regional de Solidaridad con Cuba el sábado en Buenos Aires y también tienen previsto visitar la ciudad de Córdoba donde visitarán el Hospital Docente Oftalmológico Ernesto Che Guevera y la casa museo donde vivió el Guerrillero Heroico en Altagracia.

'Expo Jamaica' mostrará artículos de 350 expositores


KINGSTON.- La Expo Jamaica, la mayor feria comercial del Caribe anglófono, abrirá el jueves con la participación de 350 productores nacionales que esperan concretar intenciones de negocios dentro y fuera del país, reportaron hoy medios de prensa. 

Según el servicio informativo del Gobierno, muchos de los expositores asisten por primera vez al evento y mostrarán al público artículos y servicios destinados a sectores como la agroindustria, alimentos, turismo, telecomunicaciones, cosmética, artesanía, textiles y construcción, entre otras áreas.

La feria cerrará el 17 de abril y en esta ocasión se habilitaron dos sedes de esta capital con 90 stands adicionales.

Hasta la fecha, también se inscribieron 460 compradores locales y de 26 países que están interesados en las producciones jamaicanas.

El Gobierno destinó tres millones de dólares al evento con el objetivo de posicionar la Marca Jamaica, la campaña internacional que promociona los elementos identitarios de la isla.

Con la nueva edición de la feria, las autoridades buscan propiciar nuevos emprendimientos comerciales y la apertura de mercados para impulsar el desarrollo del país y generar empleos de manera directa e indirecta.

Museo del Che, parada obligatoria del héroe cubano en Argentina

BUENOS AIRES.- Para el héroe cubano Ramón Labañino, uno de los internacionalmente conocidos como Los Cinco, la Casa Museo del Che en Alta Gracia, Córdoba, es una parada obligatoria que tenía que hacer en su visita a Argentina. 

"Es realmente impactante para cualquier persona estar, recorrer los ambientes donde durmió, jugó, vivió, donde creció Ernesto Che Guevara, y es un estimulo adicional si eres y te sientes revolucionario", manifestó Labañino vía telefónica.

Labañino, uno de los cinco antiterroristas cubanos que cumplieron ilegales y arbitrarias penas en cárceles norteamericanas, viajó hoy a Córdoba para visitar el Casa Museo del Che y el Hospital Docente Oftalmológico donde se realizan las cirugías del programa humanitario Operación Milagro.

"Sentir esa vivencia de estar donde vivió el Guerrillero Heroico te anima y fortalece el espíritu, sientes que la victoria es posible como proclamó el Che, que se puede construir un mundo mejor", añadió Labañino sobre su impresión de la visita a Villa Nydia.

Ese es el nombre de la casa convertida en museo histórico en 2001 gracias a una gestión del Ayuntamiento de Alta Gracia donde vivió la familia Guevara de 1932 a 1943. Sus salas muestran las vivencias de la infancia y adolescencia del Guerrillero Heroico.

En ella se perpetúa un sentido homenaje al niño, al joven, al amigo, a la figura universal: "El Che".

Posteriormente, Labañino y su esposa Elizabeth Palmeiro quien luchó con inmensa constancia por su liberación, visitaron el Hospital Docente Oftalmológico que lleva el nombre del venerado revolucionario en la ciudad de Córdoba.

Allí compartió con miembros del movimiento de amistad y médicos argentinos graduados en Cuba que apoyan la Operación Milagro, programa cuya aplicación gratuita en Argentina ha devuelto la visión a más de 50.000 personas pobres.

"Después de estar en Alta Gracia y en este centro médico construido gracias a la solidaridad, al esfuerzo de sus trabajadores con el apoyo de sindicatos y la gente, uno siente que los sueños son realizables", señaló Labañino.

Resulta un orgullo como cubano y realmente motiva ver a estos profesionales de la salud aplicando sus conocimientos para ayudar a quitar o aliviar el dolor en la gente humilde. "Cuánta razón tuvo el Comandante en Jefe, Fidel Castro, al impulsar esta política humanitaria.Estos son sueños convertidos en realidad", recalcó.

Además de los más de 50.000 operados de la vista, otros 30.000 argentinos han sido alfabetizados con el plan Yo, sí puedo, al tiempo que unos 700 jóvenes se han graduado en Cuba, la inmensa mayoría como médicos.

Labañino y Palmeiro concluyen su visita a Argentina este lunes. Viajaron a Buenos Aires desde Montevideo, Uruguay, donde también realizaron una visita de intercambio para agradecer por el respaldo recibido en la causa de su liberación.

Venezuela mantiene la meta de captar 7.000 millones de dólares en exportaciones

CARACAS.- El Gobierno de Venezuela se plantea este año como objetivo de exportación de productos no petroleros los 7.000 millones de dólares que consiguió en 2006, un récord nacional, dijo hoy el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Faría.

Es una meta "ambiciosa", pero "hay una extraordinaria armonía entre el Estado, las empresas estatales y los empresarios privados en función de que entre todos podamos" conseguirlo, declaró Faría en una programa del canal Televen.
A diferencia de 2006, ahora el precio del petróleo, principal fuente de divisas de Venezuela, registra mínimos históricos.
Las exportaciones diarias de 2,5 millones de barriles de crudo proporcionaban el 96 % de las divisas que entraban en Venezuela, pero "eso se derrumbó en el último año y medio en un 70 %" debido a la caída mundial de los precios del petróleo, explicó Faría.
"No se trata de generar una respuesta para esta coyuntura, sino de transformar" la economía para que ya no dependa de las divisas de la venta del petróleo, como ha sucedido durante un siglo, sino que el país genere "capacidades productivas que desarrollen procesos de industrialización" para poder exportar otros productos.
La reducida capacidad de recursos para importar bienes de capital que apuntalen la producción nacional y la baja disponibilidad de materia prima interna que generan las empresas básicas son "dos cosas que atentan contra esa meta", admitió el ministro.
Destacó que el Gobierno ha efectuado cambios en beneficio de los exportadores, hasta el punto de que "en este momento difícilmente en Venezuela exista un negocio legal más lucrativo que exportar".
"Hemos logrado simplificar el 60 % de todos los trámites administrativos y burocráticos, fuente de retrasos y corrupción" y se han dictado políticas "de estímulos", como normas cambiarias con "una tasa de cambio altamente competitiva" que dejan "ganancias importantes" a los exportadores, resaltó.
Faría descartó que para apuntalar las exportaciones no petroleras el Gobierno vaya a anular las "grandes conquistas" laborales y salariales o propiciar otras formas de "desinversión social".
Vaticinó que se logrará incrementar una oferta exportable no petrolera hasta ahora limitada a algunas frutas, camarones, derivados del plástico, productos procesados del hierro y bebidas alcohólicas.
Sobre la inversión extranjera, Faría no reveló las expectativas gubernamentales, aunque destacó que empresas de más de un centenar de países han expresado su interés en el llamado "Arco Minero del Orinoco", una zona rica en oro, coltán, diamantes, hierro y bauxita.

El Foro Estratégico Mundial se reunirá en Miami la semana próxima sin presencia cubana


MIAMI.- El Foro Estratégico Mundial se reúne a partir de este lunes en Miami para explorar las oportunidades y desafíos del mercado global, servir de plataforma para negocios y fomentar el desarrollo económico sostenible.

La conferencia de dos días (11 y 12 de abril) es una iniciativa del Foro Económico Internacional de las Américas y congregará en Miami a responsables políticos, empresarios, autoridades de organismos internacionales, analistas y periodistas.
En esta reunión se tratará de cómo poner los cimientos para llegar a una nueva era de prosperidad cuando se cumplen ocho años de la Gran Recesión y persisten incertidumbres políticas y económicas a nivel global.
También se analizarán los desafíos y oportunidades que brindan las tres "revoluciones" actualmente en curso, la energética, la de comunicaciones y la nanotecnológica, según indica el Foro Estratégico Mundial en su página web.
Las consecuencias económicas y políticas de la globalización, el impacto de la tecnología, los problemas ambientales y demográficos, la ralentización del crecimiento económico de China, las amenazas a la paz mundial y cómo los países emergentes pueden contribuir a lograr la prosperidad son algunos de los temas de la reunión.
La sexta edición del Foro Estratégico estará copresidida por Thomas Donohue, presidente y gerente general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y el presidente ejecutivo del banco de desarrollo CAF, Enrique García Rodríguez.
En la lista de ponentes están Rebeca Grynspan, titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib); Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y Jorge Quijano, gerente general de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
También hay altos cargos de países latinoamericanos, como Luis Felipe Cespedes, del ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Chile, y Francisco Cabrera, ministro de Producción de Argentina, y Alberto Baco Bague, secretario de Comercio y de Desarrollo Económico de Puerto Rico, entre otros.
Asimismo, asiste el ministro delegado presidencial para la promoción de inversiones, exportaciones y facilitación del comercio exterior de Nicaragua, Álvaro Baltodano.
Los temas de la reunión de Miami se abordarán después en la conferencia "Modelando una nueva era de prosperidad", que tendrá lugar en Montreal (Canadá) en junio, y en el Foro Global "Liderazgo en Tiempos Inciertos", que se celebrará en septiembre en Toronto.

Latinoamérica frenará al 1,7 % su ritmo de crecimiento anual hasta 2020

NASSAU.- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimó hoy que América Latina crecerá hasta 2020 a un ritmo medio anual del 1,7 %, menos de la mitad del 4 % registrado en la década 2003-2013, por lo que es urgente invertir en infraestructura y adoptar reformar fiscales profundas.

Para 2016, el BID prevé una contracción del 0,3 % a causa de la caída de los precios de las materias primas, la desaceleración de la economía de China y el envejecimiento demográfico, según el informe macroeconómico presentado por el banco durante su reunión anual que se celebra este fin de semana en Bahamas.
Además, se considera que Brasil registre un crecimiento negativo del 3,8 % este año.
De acuerdo con los cálculos del organismo, cada 1 % de reducción en el crecimiento de China impacta en América Latina y el Caribe con una reducción del 0,6% en el crecimiento.
Como consecuencia, las reformas fiscales se convierten en inevitables en un momento de notable reducción de ingresos.
"Muchos países se ven en la difícil situación de tener que actuar de manera inmediata o exponerse a ajustes aún más complicados en el futuro", señaló Santiago Levy, vicepresidente del BID.
Levy remarcó, no obstante, que "la buena noticia es que hay mucho espacio para mejorar la eficiencia del gasto y realizar un rebalanceo de las políticas fiscales, lo que permitiría mejorar el crecimiento y preservar los cuantiosos beneficios sociales alcanzados en el transcurso de la última década".
La 57ª asamblea anual del BID concluye hoy, una edición que se ha centrado en el cambio climático, los desafíos energéticos y los problemas que puede tener sobre las finanzas de algunos de los países de la región la masiva filtración de documentos conocida como los papeles de Panamá, sobre el uso de determinadas jurisdicciones como refugios fiscales.

Latinoamérica "tiene que reinventarse", según el economista jefe del BID

NASSAU.- El economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), José Juan Ruiz, dijo hoy que Latinoamérica "necesita reinventarse" en un momento de débil crecimiento mundial para evitar que se repita la "década perdida" de los años ochenta.

Ruiz presentó en Nassau (Bahamas), donde hoy concluye la asamblea anual del BID, el informe macroeconómico que la institución realiza cada año sobre la región y que recalca la necesidad de los países americanos de aumentar su productividad.
"El informe lo hemos llamado "Tiempo de decisiones" porque creemos que la región necesita reinventarse y volver a crecer para ser capaces de mantener las mejoras sociales y estabilidad política que se lograron en los últimos años", explicó Ruiz.
"América Latina ha encadenado en 2106 dos años de crecimiento negativo, cosa que no ocurría desde 1982, la crisis que inició la 'Década perdida', y América tiene que prepararse ante este nuevo desafío de bajo crecimiento del continente y la economía mundial, de una forma que le permite no caer en esas décadas perdidas sino tener décadas ganadas", añadió.
Durante la presentación del informe, que Ruiz realizó en un coloquio junto con el economista jefe del banco brasileño Bradesco, Octavio de Barros, y el director ejecutivo de Econviews, Miguel Kiguel, el representante del BID señaló que "la región no se encuentra en buen estado".
"De hecho, se está contrayendo. Este año vamos a tener una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) entorno al 0,5 ó 0,7 %. Estamos encarando momentos difíciles", explicó.
Además consideró que de aquí a 2020, el crecimiento medio de la economía latinoamericana va a ser de 1,7 % anual "lo que está muy por debajo del 2,7 % que ha sido el crecimiento medio de Latinoamérica en los últimos 30 años, y muy por debajo del 4 %".
Ruiz señaló que "hay un problema de corto plazo que es recuperar la estabilidad macroeconómica, pero lo importante hoy es cómo hacemos las reformas que permiten a la región ahorrar más e invertir más, mejorar su productividad, integrarse más en la economía mundial, tener mejores infraestructuras, tener una educación de mayor calidad, una institucionalidad mejor".

El presidente del BID vuelve a expresar su deseo de incorporar a Cuba a la institución


NASSAU.- El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, durante la sesión inaugural de la asamblea de gobernadores de la institución, expresó hoy su deseo de que Cuba se pueda incorporar al banco.

En su discurso en la sesión inaugural de la reunión anual de las asambleas de gobernadores del BID y de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII), que se celebra en Nassau (Bahamas) Moreno se refirió al reciente e histórico viaje del presidente estadounidense, Barack Obama, a Cuba.
"Todavía están frescas en nuestra memoria las imágenes de la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba que fortalece las esperanzas de una pronta incorporación de la isla al Grupo BID" dijo Moreno en la noche de hoy.
"Nada mejor resume este sentimiento que las palabras del Presidente Obama en esa ocasión: 'Podemos hacer este viaje como amigos y como vecinos y como familia: juntos'. Y en el mismo espíritu del 'sí se puede' con el que concluyó su principal discurso en La Habana, trabajemos juntos para que en un futuro cercano sí se pueda", continuó.

Japón triplicará la cofinanciación de infraestructura en Latinoamérica

TOKIO.- El Gobierno japonés ha acordado con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) multiplicar por tres la cofinanciación de proyectos de infraestructura en América Latina durante los próximos cuatro años, especialmente en el sector de energías.

Según explicó hoy un portavoz del Ministerio nipón de Finanzas, Tokio ha decidido ampliar su presupuesto en este terreno desde los 1.000 millones de yenes (8,12 millones de euros/9,25 millones de dólares) que se destinaron entre 2012 y 2016, hasta los 3.000 millones (24,36 millones de euros/27,76 millones de dólares) de aquí a 2020.
El incremento irá destinado a potenciar el desarrollo de energías renovables y eficiencia energética, según explicó el funcionario de Finanzas.
Las partidas de financiación serán provistas por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).
El Gobierno nipón también ha decidido designar una partida de cinco millones de dólares (4,38 millones de euros) para un fondo del BID encargado de asesorar y estudiar potenciales proyectos.
La decisión es parte del plan de acción de Japón a la hora de promover "la inversión en infraestructura de calidad" en Asia y otras regiones ante la creciente influencia económica de China.
La demanda de infraestructura en Latinoamérica, región que suma una población de unos 600 millones de personas, ronda los 300 millones de dólares anuales (unos 525 millones de euros) según datos del BID.