domingo, 29 de abril de 2018

Un bisnieto historiador disertará sobre el almirante Cervera a mitad del mes de mayo


MURCIA.- Un bisnieto del legendario almirante gaditano Pascual Cervera Topete, héroe de Santiago de Cuba, el profesor Ángel Luis Cervera Fantoni (1955), disertará en la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia (España) sobre su figura profesional, política e histórica el próximo 15 de mayo en un acto abierto al público y con coloquio, en el ámbito universitario, para centrar su figura y recuperar su memoria.

Ángel Luis Cervera Fantoni, autor del libro El desastre del 98 y el fin del imperio español, es economista, historiador y sociólogo por lo que ha sido invitado por una plataforma cultural murciana recién surgida, Capuchinos 53, para este tipo de recuperaciones.

Cervera Fantoni es doctor en Historia (con una tesis sobre el pensamiento de su antepasado donde  estudia su figura al detalle) y en Economía y lleva un cuarto de siglo investigando el Desastre del 98 con varios viajes a Cuba, incluidas audiencias con la familia Castro.

"En el verano de 1998, con motivo del centenario del combate y de la salida de las tropas españolas de Cuba, Fidel Castro asistió a una recepción en el buque Juan Sebastián Elcano, atracado en La Habana, y mostró su admiración por el almirante Cervera. Dijo que había sido un héroe. También lo piensa Raúl Castro, que nos ha recibido varias veces y que en una de mis visitas me regaló una bandera”.

"¿Quién era el almirante Cervera? Pues un liberal que participó en La Gloriosa, la revolución liberal de 1868 contra Isabel II", ha explicado Cervera Fantoni. "Lo que pedimos sólo es un poco de rigor historiográfico", exige quien guarda en su casa-museo de Madrid más de 2.000 documentos del archivo personal  de su bisabuelo relacionados con la vida del héroe.

Ministro de la Marina con el gobierno progresista de Mateo Práxedes Sagasta, la vida militar del histórico marino se desarrolló en Marruecos (1853 y 1859); en la expedición a la Conchinchina y las Islas Filipinas (1862-65); en la guerra contra el Perú (1866); en el bloqueo de los puertos cubanos, al comienzo de la insurrección (1868); en el levantamiento cantonal de Cartagena (1873); en la guerra carlista (1874); y en Filipinas nuevamente (1874-76).

La relación histórica de Cervera Topete con la base naval de Cartagena tiene que ver conque en 1880 fue designado comandante militar de Marina de esta ciudad de la Región de Murcia. Y sustancialmente con su participación anterior, durante la I República, al lado de las fuerzas gubernamentales para sofocar en julio de 1873 la insurrección del Cantón, aunque sin pegar un solo tiro, siendo todavía capitán de Fragata aunque en funciones de secretario del vicealmirante Lobo al frente de la Flota enviada al efecto.

Pese a ser propuesto para la Laureada de San Fernando en una ocasión, consiguió,  sin embargo, otras condecoraciones como la Cruz del Mérito naval con distintivo rojo, Cruz del Mérito naval con distintivo blanco, Gran cruz del Mérito naval, Placa de la Orden de San Hermenegildo, Cruz de la Marina de la Diadema Real, Comendador de la Orden de Isabel la Católica, Campaña de Joló, Campaña de Cuba, Campaña de La Carraca, Campaña de África, Benemérito de la Patria y Caballero de la Legión de Honor, en Francia

El conferenciante y bisnieto desgranará en Murcia, además, su experiencia personal de haber descendido a más de 25 metros de profundidad en el Atlántico cubano en 2012 para poder tocar con sus propias manos en el fondo del mar los pecios de la Escuadra española mandada por su bisabuelo y hundida por los acorazados de Estados Unidos en julio de 1898 en aguas de Santiago de Cuba.

Desde 1898 hasta ahora, 56 descendientes del famoso almirante han servido en la Armada española. Los Cervera son una de las familias más numerosas de España, con más de 1.700 miembros repartidos por todo el mundo. Entre todos los que llevan ese apellido hay doce almirantes, el primero de ellos ascendido en 1854.




Síntesis biográfica de Cervera Topete

Ingresó en el colegio naval, a los trece años, el 30 de junio de 1852​ y fue ascendido a guardiamarina en 1855, prestando servicio durante la campaña de África en la fragata de hélice Princesa de Asturias y en el Vasco Núñez.
Cuando cumplió veintiún años recibió el despacho de Alférez de Navío. Fue enviado posteriormente a Filipinas, bajo las órdenes de Casto Méndez Núñez. Luchó contra los rebeldes malayos y en los asaltos a los fuertes de la Cotta y de Pagalugan, donde fue ascendido a teniente de navío en atención por méritos de guerra.
Continuó en Filipinas realizando trabajos de hidrografía y levantando cartas de los centenares de islas del archipiélago, regresando a la Península en 1865.
Entre 1865 y 1868, se le encargó la formación de guardiamarínas a bordo del navío de línea Francisco de Asís.
Asciende a Capitán de fragata y toma parte en la guerra carlista y en la defensa del Arsenal de La Carraca durante la proclamación del Cantón de Cádiz. Tras la Revolución Cantonal, fue enviado de nuevo a Filipinas, al mando de la corbeta de hélice Santa Lucía, donde tuvo que intervenir en acciones de guerra, especialmente en Mindanao.
En 1876 fue nombrado Gobernador del archipiélago de Joló. De vuelta a la Península, y tras ocupar diversos cargos en el Ministerio de Marina, recibió el mando del buque escuela de guardiamarinas, la corbeta Ferrolana, a mediados de 1879. A finales de 1880 fue designado comandante militar de Marina de Cartagena.
Presidió la Comisión Constructora del acorazado Pelayo, del que en 1888, y con José Ferrándiz y Niño como segundo al mando, fue el primer comandante como parte de su primera dotación, recibiendo durante su estancia en Francia la Legión de honor.
En 1891 fue nombrado director técnico y administrativo de los astilleros del Nervión, contratados para llevar a cabo la finalización de la construcción de los tres cruceros acorazados de la clase Infanta María Teresa.
Entre el 14 de diciembre de 1892 y el 23 de marzo de 1893 ejerció como ministro de Marina. Durante la legislatura 1893-1894, fue elegido senador por Cádiz y durante la legislatura 1898-1899 por Albacete.
En agosto de 1893 es nombrado Jefe de la Comisión de Marina de España en Londres, tomando parte en la Conferencia Naval Europea, realizando labores de interlocución con empresas constructoras navales y con diferentes ministerios en lo que afectaba a los asuntos marítimos, principalmente en la guerra chino-japonesa y la influencia de los Estados Unidos en las colonias de Filipinas y las Antillas.
De nuevo Cervera Topete es nombrado para un puesto en La Carraca, en este caso de Comandante General del Arsenal como Contralmirante en mayo de 1896 a las órdenes de José de Carranza, Capitán General del Departamento Marítimo de Cádiz.
Contaba con una larga experiencia en cargos militares navales y, al estallar la Guerra hispano-estadounidense en 1898, logró burlar el bloqueo al que estaban sometidas las Antillas españolas por tres poderosas formaciones navales norteamericanas.
El 3 de julio de 1898, en aguas de Santiago de Cuba, presentó batalla a la flota del almirante Sampson, superior en número y calidad de equipos, la escuadra española fue vencida tras un desigual combate.
Cervera y sus superiores mantenían posturas enfrentadas sobre la forma en que se debía actuar. Cervera acató siempre las órdenes recibidas, pero lo hizo a regañadientes, en el último momento y mostrando su disconformidad.
La decisión de Cervera de salir de Santiago a pleno día y pegado a la costa solo se explica desde el punto de vista humanitario, para tratar de minimizar el número de víctimas en la batalla, lo cual confirma que Cervera daba por perdida la batalla antes de iniciarla.
Esta forma de pensar coincide con su decisión inicial de evitar enfrentarse a la escuadra estadounidense y esperar resguardado en el puerto, lo que resultó indudablemente erróneo y contraproducente, pues de todos modos tuvo que acabar enfrentándose a la flota estadounidense, pero en una situación infinitamente más desventajosa que en una batalla en mar abierto, pues sus buques tuvieron que salir del puerto y presentar batalla de uno en uno.
 El puerto de Santiago era aparentemente un buen refugio, pues ofrecía protección a la flota frente a un ataque de fuerzas navales pero, por esas mismas características, resultó una ratonera para la flota española al salir de puerto a presentar batalla.
Aunque hay que reconocer que las fuerzas navales españolas eran notablemente inferiores a las estadounidenses, Cervera fue incapaz de idear una estrategia militar coherente y estructurada.
El Capitán de Navío Fernando Villaamil había propuesto realizar acciones ofensivas para hacer replegarse al enemigo y conseguir un mayor equilibrio de fuerzas, y el también Capitán de Navío Joaquín Bustamante había propuesto una salida nocturna escalonada. Ninguna de las dos propuestas fue atendida por Cervera, que optó por la inacción.
Además, Cervera pudo haber tomado otras decisiones erróneas: la distancia entre unos barcos y otros al salir fue excesiva, y resulta bastante discutible que el orden que eligió de salida de los barcos fuera adecuado.
Cervera fue hecho prisionero en la batalla. Otra suerte corrió el Capitán de Navío Fernando Villaamil, que resultó muerto en combate a bordo del Furor. El Capitán de Navío Joaquín Bustamante no participó en la batalla, pues había desembarcado al mando de las columnas de desembarco, resultó herido en la Batalla de las Colinas de San Juan, cerca de Santiago de Cuba y falleció pocos días después.
Tras la guerra de Cuba, Cervera tuvo que soportar la incoación de un procedimiento contra él, debiendo solicitarse un suplicatorio por su condición de senador, y sus oficiales supervivientes. Lo cual dio como resultado el sobreseimiento de la causa.
En la legislatura 1903-1904, fue designado senador vitalicio.​ Falleció el 3 de abril de 1909,​ después de ocupar varios cargos importantes, y sus restos descansan en el Panteón de Marinos Ilustres, de San Fernando, donde fue inhumado el 19 de junio de 1916.
Tras su muerte, un buque de la Armada Española portó el nombre de Almirante Cervera.

sábado, 21 de abril de 2018

Adiós a los Castro / Yoani Sánchez *

Uno impulsivo y otro pragmático, uno carismático y el otro carente de cualquier magnetismo, los hermanos Fidel y Raúl Castro han dejado su apellido marcado a sangre y fuego en la historia cubana de los últimos sesenta años. Esta semana el relevo generacional llama a la puerta del poderoso clan familiar que planea salir del foco central pero no alejarse demasiado del poder.

Hubo un tiempo en que los niños cubanos calculábamos la edad que tendríamos cuando llegara el nuevo siglo. Imaginábamos convertirnos en adultos en un milenio teñido con el rojo de la bandera comunista, donde no circulaban el dinero ni la miseria. Sin embargo, el muro de Berlín cayó, la ilusión estalló en mil pedazos y nuestra aritmética personal pasó a contar los años que íbamos a tener cuando cayera el castrismo.

Ese día ha llegado, pero no como pensábamos. En lugar de un épico derrocamiento con la gente en las calles enarbolando banderas, al régimen cubano le ha tocado irse destiñendo como una vieja fotografía: sin gracia ni romance. Ese proceso comenzó hace doce años cuando Fidel Castro enfermó y transmitió el mando del país, por vía sanguínea, a su hermano menor.

A Raúl Castro le tocó lidiar con la compleja herencia recibida. Una nación en números rojos, con una creciente apatía ciudadana, un éxodo que desmentía el supuesto paraíso socialista que narraba la propaganda oficial, un entramado de prohibiciones que hacían la vida cotidiana asfixiante y una deficiente institucionalidad que languidecía bajo los caprichos del Comandante en Jefe.

“Sin prisa pero sin pausa” fue el lema elegido por el raulismo para tratar de arreglar algunos de aquellos entuertos. El General llegó a ganarse el irónico calificativo de “revolucionario paulatino” porque ante la mayoría de los acuciantes problemas se mostró más con el estilo de un cauteloso y rancio conservador que con el ímpetu de un antiguo guerrillero.

Lo primero que hizo fue desmantelar el fidelismo, ese sistema personalista que su hermano edificó a su imagen y semejanza: caprichoso, violento, numantino y vocinglero. Sin dejar de apretar la mano represiva, el hermano segundón puso fin a varias “prohibiciones absurdas”, como las llamó entonces, que hacían más visibles y rígidos los barrotes de la jaula nacional.

Orientado en la dirección correcta, pero con una velocidad de quelonio y una profundidad epidérmica, Castro II autorizó la compraventa de viviendas, paralizada por décadas; permitió que los nacionales pudieran contratar una línea de telefonía celular, hasta entonces un privilegio del que solo disfrutaban los extranjeros; y lanzó una reforma migratoria en la isla-cárcel.

De su mano se impulsó el sector privado, bajo el eufemismo de trabajo por cuenta propia; el país se abrió a la inversión extranjera y se entregaron en usufructo miles de hectáreas de tierra que llevaban años improductivas. Incluso se redujeron los actos ideológicos públicos, se sepultaron las campañas políticas masivas a las que su hermano fue adicto y se impulsó un proceso de contraloría para tratar de atajar el despilfarro, la corrupción y la ineficiencia en las empresas estatales.

En esos años, entre julio de 2006 y enero de 2013, Raúl Castro gastó todo su capital político, agotó un programa de Gobierno que tenía límites muy claros: mantener el sistema socialista, evitar a toda costa que aumentaran las desigualdades sociales y taponar cualquier intento de pluralidad política.

Cuando el raulismo empezaba a languidecer, llegó el 17 de diciembre de 2014 la noticia del deshielo diplomático entre la Casa Blanca y la Plaza de la Revolución. Por casi tres años el mundo creyó que el “problema Cuba” estaba resuelto cuando vio a Chanel desfilar en el paseo del Prado, a Madonna bailar en un restaurante habanero y a la familia Kardashian pasear en un viejo auto por la Isla.

Pero el sueño de la normalización duró poco. Raúl Castro tuvo miedo de perder el control y no correspondió a las medidas tomadas por Barack Obama con la necesaria contraparte desde la Isla. Tras la visita oficial del presidente estadounidense los medios oficialistas arreciaron las críticas contra Washington, y la luna de miel terminó. Un divorcio que se sentenció con la llegada a la presidencia de Donald Trump.

Temeroso del animal de mil cabezas que había desatado con sus reformas —el capitalismo—, Castro echó atrás o paralizó varias de las flexibilizaciones que le habían valido el calificativo de “reformista”. Desde agosto del pasado año la mayoría de las licencias para el sector privado están paralizadas, las prohibiciones de viaje decretadas contra los opositores han aumentado en los últimos meses y el discurso oficial ha enfilado sus críticas contra los emprendedores locales.

El octogenario gobernante no pudo resolver dos de los mayores problemas: unificar las dos monedas que circulan en la isla y aumentar los salarios ínfimos que recibe la mayoría de la población. Tampoco logró frenar el éxodo de cubanos, ni aplicar políticas que elevaran de manera efectiva la natalidad, un problema serio para una nación que se espera sea el noveno país más envejecido del mundo en 2050. Tampoco alcanzó a sanear el sector estatal corroído por la corrupción y la falta de eficiencia.

Sin embargo, el mayor fracaso del General en los diez años de sus dos mandatos fue su incapacidad de impulsar las necesarias reformas políticas para que el relevo generacional reciba una casa más ordenada. Ante el dilema de conservar todo el poder o ceder una parte, para evitar una fractura dramática en el futuro, el menor de los Castro no se diferenció mucho de su hermano y eligió el control absoluto.

Sabe que, aunque ha planificado metódicamente la sucesión y elegido a un heredero dócil y manejable como el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, al sistema personalista que heredó de su hermano no le sienta nada bien la división de responsabilidades.

Mientras mantiene el control sobre el Partido Comunista, al que la Constitución consagra como fuerza dirigente del país, Castro podrá vigilar a este tecnócrata crecido a su sombra y consciente de que cualquier intento de autonomía podría significar su caída. Pero el viejo guerrillero sabe también que el final de su vida está cerca y que los benjamines se vuelven impredecibles cuando el mentor ya no respira.

El sucesor hereda un país en crisis y una sociedad desanimada, un contexto internacional desfavorable, cuyas señales más claras son el cambio de rumbo ideológico en América Latina y el rechazo casi unánime a su aliado venezolano, Nicolás Maduro. Le toca acabar con la dualidad monetaria, profundizar las reformas económicas para convencer a los inversionistas y ampliar el sector privado.

A diferencia de sus antecesores, no participó en la gesta bélica de la Sierra Maestra ni en el asalto al cuartel Moncada. Tendrá que construir su legitimidad sobre los resultados de su gestión y la realización de una reforma política real y amplia. El mito terminó y la generación histórica, que se impuso con el terror y el carisma, tiene los días contados.

La era Castro concluye y aquellos niños de antaño estamos en la madurez de nuestras vidas. Muchos quedaron en el camino sin conocer otro sistema. Por estos días volvemos a retomar las aritméticas personales: ¿qué edad tendremos cuando Cuba sea realmente libre?


(*) Periodista cubana y directora del diario digital 14ymedio


jueves, 19 de abril de 2018

Trump dice que seguirá "ocupándose" de Cuba

MIAMI.- El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo hoy que se seguirá "ocupando" de Cuba tras la elección de Miguel Díaz-Canel como sucesor de Raúl Castro en la Presidencia de la isla, durante una breve visita a una estación antidrogas de los Cayos de Florida, en el extremo sur del país.

En respuesta a preguntas del público que salió a recibirlo y despedirlo en la Estación Naval de Cayo Hueso, el mandatario les señaló que "amaba a Cuba".
Al respecto, una fuente de la Casa Blanca dijo hoy en Washington que "duda" que Trump vaya a tener ningún contacto con el nuevo presidente cubano para felicitarle por su llegada al poder.
Estados Unidos pidió hoy al nuevo presidente de la isla que "escuche" el deseo del pueblo cubano de un país "más libre y democrático", que mejore su calidad de vida y acabe con la "represión", y dijo que el flamante líder tiene la opción de dirigir el país hacia un nuevo paradigma.
"El nuevo presidente de Cuba debería dar pasos concretos para mejorar la vida del pueblo cubano, respetar los derechos humanos, acabar con la represión y permitir mayores libertades políticas y económicas", dijo una portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
Díaz-Canel, de 57 años, fue propuesto este miércoles ante la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla para ocupar la Presidencia del país en sustitución de Raúl Castro, de 86 años, quien deja el cargo tras dos mandatos.

Raúl Castro confía en el "éxito absoluto" de Díaz-Canel

LA HABANA.- El primer secretario del Partido Comunista de Cuba y ya expresidente Raúl Castro confió hoy en el "éxito absoluto" de su sucesor en el cargo, Miguel Díaz-Canel, por las "virtudes, experiencia y dedicación al trabajo" que ha mostrado desde los comienzos de su trayectoria política.

Castro, que cerró la histórica sesión en que quedaron designados el nuevo Consejo de Estado de la isla y su presidente, sostuvo que Díaz-Canel "ha sido el mejor" y desveló que fue "el único superviviente" de un grupo de jóvenes dirigentes a los que la cúpula cubana decidió preparar para que llegaran a ocupar altos cargos.
"No es un improvisado" y "su ascenso no ha sido fruto del azar ni del apresuramiento", refirió el general Castro, quien destacó la "solidez ideológica, sensibilidad política, compromiso y fidelidad hacia la Revolución" del nuevo presidente, que mañana cumple 58 años.
Explicó que "a diferencia de lo sucedido en el pasado en otros casos de jóvenes dirigentes, no cometimos el error de acelerar el proceso" de preparación de Díaz-Canel, quien pasó por distintos cargos del PCC y del Gobierno.
Son varios los ejemplos de prometedores dirigentes cubanos cuyo ascenso quedó truncado, supuestamente por mostrar una ambición o comportamiento inapropiados, entre ellos nombres como Roberto Robaina o Carlos Lage, quienes llegaron a ocupar altos cargos del Gobierno y el partido.
Con Díaz-Canel se buscó, agregó Castro, "el nivel de preparación integral que unido a sus cualidades personales le permitirán asumir con éxito la presidencia y, más tarde, la máxima responsabilidad en el Partido". "Hay que prestarle mas atención todavía a la preparación de los cuadros", insistió.
Por otra parte, Raúl Castro reconoció que, a pesar del "complejo" camino transitado desde la aprobación de las reformas económicas y sociales impulsadas durante su Gobierno, pensó que "a estas alturas" se habría "avanzado más" en su aplicación.
"Pensábamos que a estas alturas habríamos avanzado más, que ya tendríamos, si no resueltos los problemas, bien organizado todo, bien planificado y en proceso de ejecución, con diferentes grados de desarrollo", dijo Castro en el cierre de la sesión del Parlamento unicameral cubano que ratificó a su sucesor, Miguel Díaz-Canel.
El primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único) mencionó la actual dualidad monetaria y cambiaria del país como uno de los retos cuya terminación "continúa dando serios dolores de cabeza" al Gobierno, y manifestó la intención de la isla de continuar impulsando el sector privado.
Insistió en que no renuncian a la ampliación de la modalidad de "trabajo por cuenta propia", que "lejos de significar un proceso de privatización neoliberal de la propiedad social, permitirá al Estado desprenderse de la administración de actividades no estratégicas".
Agregó que proseguirán "el experimento de las cooperativas no agropecuarias", una de las modalidades de trabajo no estatal más extendidas.
"En ambas direcciones se han logrado resultados nada despreciables pero que pusieron en evidencia errores en su atención, control y seguimiento que favorecieron el surgimiento de no pocas manifestaciones de indisciplinas, evasión de obligaciones tributarias, en un país donde apenas se pagaban impuestos", señaló.
Estas "ilegalidades y violaciones de las normas en aras de un acelerado enriquecimiento personal", no fueron enfrentadas oportunamente, lo cual "conllevó a la necesidad de modificar varias regulaciones".
La reorganización del sector privado de la isla, que emplea a más de medio millón de cubanos, comenzó en agosto pasado con la aplicación de nuevas disposiciones, entre ellas la paralización temporal de la entrega de nuevas licencias, vigente hasta hoy.
El expresidente también mencionó las demoras en la "reforma salarial y de pensiones, así como la supresión de gratuidades indebidas y subsidios generalizados a productos y servicios, en lugar de a las personas sin otro sostén".
"Nunca nos hicimos ilusiones que sería un camino corto y fácil. Sabíamos que iniciábamos un proceso de enorme complejidad, que por su alcance abarcaba todos los elementos de la sociedad y requería vencer el obstáculo colosal de una mentalidad cimentada en décadas de paternalismo con secuelas significativas en el funcionamiento de la economía nacional", aseguró.
Castro también admitió atrasos en la reforma de la Constitución, cuyo proceso comenzará en julio próximo, durante la primera sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, Parlamento unicameral) según anunció en su discurso.
El veterano líder de 86 años atribuyó la demora y los errores "al ánimo de avanzar más rápido, que a la capacidad de hacer las cosas bien", lo que "dejó espacio a la improvisación" y la ingenuidad "sobre los riesgos asociados a la aplicación de varias medidas que además no tuvieron la conducción, control y seguimiento adecuados".
En su extensa alocución, Raúl Castro reiteró que este "proceso de cambio en el modelo económico y social, bajo cualquier circunstancia, no podría significar la aplicación de terapias de choque contra los mas necesitados, que por lo general son los que mas firmemente apoyan a la revolución socialista".
"Considero que hemos aprendido importantes lecciones de los errores cometidos en el periodo transcurrido y la experiencia acumulada nos permitirá continuar a paso más seguro y firme, con los pies y los oídos bien pegados a la tierra y así evitar retrocesos inconvenientes", enfatizó.
Ante las "actuales tensiones" financieras "no queda otra alternativa que planificar bien y con base segura. Ahorrar y suprimir todo gasto no imprescindible", indicó el exgobernante, que todavía quedará al mando del Partido Comunista hasta 2021 para ayudar a un transición "efectiva" en el país.
En referencia al difícil "periodo especial", la grave crisis en que quedó sumida la isla tras la retirada de los subsidios que recibía de la extinta Unión Soviética, aseguró que Cuba hoy no está "en una situación dramática".
"El escenario ahora es muy diferente, contamos con base sólida para que esas circunstancias no se repitan. Nuestra economía se ha diversificado algo y crece, pero el deber de los revolucionarios es prepararse para la peor de las variantes, no para la más cómoda", agregó.

Miguel Díaz-Canel, nuevo presidente de Cuba: "Seremos fieles al legado de Fidel Castro"Miguel Díaz-Canel, nuevo presidente de Cuba: "Seremos fieles al legado de Fidel Castro"

LA HABANA.- El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, afirmó que el mandato recibido por el pueblo "es dar continuidad a la Revolución cubana en un momento histórico y crucial", marcado por los "avances en la actualización" del modelo económico y social del país.

El nuevo presidente de Cuba relevará también a Raúl Castro al frente del Partido Comunista (PCC, único) en el año 2021, cuando está previsto el VIII Congreso de la formación, según anunció hoy el mandatario saliente.

Díaz-Canel pronunció ante la Asamblea de Cuba su primer discurso como presidente del país, en una intervención que arrancó con palabras de homenaje y reconocimiento a la generación histórica que hizo posible la Revolución.

"Seremos fieles al legado de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución y también al ejemplo, valor y enseñanzas de Raúl Castro, líder actual del proceso revolucionario", dijo Miguel Díaz-Canel, quien leyó su discurso de pie en la tribuna de oradores del parlamento, al que acudió vestido con traje gris y corbata roja.

Díaz-Canel, considerado un discípulo aventajado del menor de los Castro, dedicó una considerable parte de su primer discurso a reconocer el legado del ya expresidente durante sus dos mandatos.

"Con firmeza, sin apego a los cargos, con serenidad, madurez, confianza y firmeza revolucionaria, se mantiene por legitimidad y mérito propio al frente de la vanguardia política", señaló en referencia a la permanencia de Raúl Castro al frente del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) hasta el próximo congreso de la formación en 2021.

Del mismo modo asegura que Raúl Castro "encabezara las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación", aseguró hoy su recién designado sucesor, Miguel Díaz-Canel, en su primer discurso como gobernante.

miércoles, 18 de abril de 2018

Cuba dice adiós a la era Castro


BARCELONA/LA HABANA.- Por primera vez en casi seis décadas el jefe de Estado cubano no se apellidará Castro. Cuba se despedirá este jueves del nombre familiar que ha marcado su historia contemporánea primero con Fidel Castro, líder de la Revolución cubana que dirigió el país durante casi medio siglo, y después con su hermano, Raúl, que asumió sus cargos como primer secretario del partido Comunista y la presidencia en 2008, ocho años antes de que muriera el último gran líder revolucionario del siglo XX. 

Ahora Raúl Castro termina su último mandato al frente de la Presidencia de Cuba, tras dos periodos consecutivos de cinco años cada uno, marcados por una serie de tímidas reformas económicas, y dos años previos de dirección interina cuando su hermano Fidel delegó el poder en 2006 por una grave enfermedad.
La apertura de la IX Legislatura comienza este miércoles en una sesión histórica que se prolongará durante dos jornadas. Hoy tiene lugar la reunión para la constitución del nuevo parlamento de Cuba, también conocido como Asamblea Nacional, último paso del proceso de elecciones que culminará con el relevo del presidente por, si no hay sorpresas, el actual primer vicepresidente del país Miguel Díaz-Canel, de 57 años y favorito para el papel de sucesor de los hermanos que hicieron posible el socialismo cubano, con mano dura y represión.
El acto de la constitución de la Asamblea Nacional tendrá lugar a las 09.00 de la mañana, hora local (13.00 GMT), en el Palacio de Convenciones de La Habana. El parlamento estará formado por los 605 diputados electos en estos comicios del pasado 11 de marzo. 
A continuación, los diputados cubanos se reunirán para seleccionar a los integrantes de la dirección del flamante parlamento: presidente, vicepresidente y secretario. De acuerdo con la Constitución cubana, la Asamblea Nacional del Poder Popular “es el órgano supremo del poder del Estado” y el único “con potestad constituyente y legislativa en la República”.
Posteriormente, los diputados elegirán a los miembros del Consejo de Estado, que es el órgano de la Asamblea Nacional que la representa entre los periodos de sesiones y el que ejecuta sus acuerdos. Se trata del máximo órgano de gobierno del país, tiene carácter colegiado y está integrado por un presidente, un primer vicepresidente, cinco vicepresidentes, un secretario y 23 miembros más.
En el mes de marzo, los 605 diputados electos en los comicios generales ya comenzaron el proceso de consultas para la elaboración de la candidatura del Consejo de Estado.
El presidente de Cuba acumula un gran poder: ejerce como presidente del Consejo de Estado, jefe del Estado y jefe del Gobierno cubanos. Además, tanto Raúl Castro como su hermano Fidel eran primeros secretarios del gobernante Partido Comunista (PCC), único partido legal en el país. 
Pocos tienen dudas de que el elegido para dirigir la isla tras los Castro sea Díaz-Canel, número dos del Gobierno desde el año 2013. Este ingeniero electrónico comenzó su carrera política en su ciudad natal, Santa Clara, donde llegó a ser primer secretario del PCC en los tiempos duros de la crisis de 1990, gestión por la que todavía es recordado y alabado.
Una vez elegido el Consejo de Estado, el presidente, Díaz-Canel, deberá proponer a los integrantes de su Consejo de Ministros y es la Asamblea quien los designa.
Raúl Castro deja la presidencia en cumplimiento de la limitación de mandatos que él mismo impulsó tras su llegada a la Presidencia pero seguirá siendo primer secretario del PCC. Será la primera vez en décadas en que oficialmente la jefatura del Estado, del Gobierno y del PCC no se encuentran concentradas en una misma persona.
Cuando Fidel Castro enfermó en 2006 renunció a todos sus cargos y fue sustituido en la presidencia del Gobierno por su hermano Raúl, si bien el relevo al frente del partido se oficializó formalmente en el VI Congreso de la formación celebrado en 2011.
El presidente Raúl Castro ha vivido buena parte de su existencia a la sombra de su hermano Fidel, pero la llegada al poder le descubrió como un militar pragmático que abrió la isla a cambios económicos y políticos impensables durante décadas. El deshielo con Estados Unidos tras más de medio siglo de enemistad, las reformas que abrieron un resquicio a la economía de mercado o el impulso a medidas sociales anheladas por los cubanos quedan en la hoja de servicio del general del Ejército.
Sin duda su legado lo protagoniza el acercamiento la nación “imperialista”, plasmado en la reapertura de embajadas, acuerdos y la visita del entonces presidente, Barack Obama, a La Habana en 2016. Pero la entente cordial, y el proceso de amistad, quedó truncada por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
También en lo económico, Castro deja el trabajo a medio hacer. Su gobierno ha implementado solo una fracción de las reformas de mercado planificadas, que apuntaban a profundizar una apertura que Fidel Castro había comenzado tras el colapso de la Unión Soviética en 1991. Incluso ha retrocedido en algunos.
La principal preocupación de los cubanos es una economía en crisis, que sigue siendo un tercio más pequeña que en 1985 cuando recibía subsidios de su aliado Unión Soviética, según el ex economista del Banco Central cubano Pavel Vidal.
Más de dos tercios de los cubanos trabajan en el sector estatal y ganan un promedio de 30 dólares al mes (unos 24 euros), aunque la educación y la salud gratuitas y algunos alimentos y la vivienda subsidiados compensan los bajos salarios en cierta medida.
En entrevistas realizadas en todo el país, los cubanos dijeron a a la agencia Reuters que están luchando por sobrevivir. Un ejemplo: los viajes y el uso de internet a un dólar la hora son unos lujos que muchos no pueden pagar.
Los beneficios de la apertura económica promulgada por Raúl Castro se han concentrado en el sector de servicios privados de las ciudades, especialmente en La Habana, donde la mejora de las relaciones con Estados Unidos impulsaron el turismo. Pero incluso allí, las oportunidades se vieron reducidas el año pasado cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, revirtió parcialmente la distensión.
La economía ha crecido en promedio 2,4 % por año en la última década, según estadísticas oficiales, pero el gobierno reconoció en 2014 que era necesario un crecimiento anual de al menos el 7% para desarrollar el país. Y las exportaciones se estancaron.
Algunos analistas dicen que Castro puede haber perdido una oportunidad histórica de promulgar cambios dada su autoridad como líder de la revolución de 1959. Otros dicen que su legado pende de un hilo.
Mucho dependerá del camino que siga su sucesor, Díaz-Candel, perteneciente a una nueva generación de líderes comunistas, pero también cabe ver en qué medida Castro mantendrá su influencia sobre la política del país en calidad de dirigente del Partido Comunista, que gobernará por lo menos hasta 2021.
De momento, el presidente saliente ha anunciado que regresa a las montañas de oriente, pues se cree que trasladará su residencia a Santiago de Cuba, el lugar donde realmente se siente en casa, según crónica del diario La Vanguardia de Barcelona.

Díaz-Canel, propuesto como sucesor de Castro en Cuba

LA HABANA.- El actual primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, de 57 años, fue propuesto hoy ante la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla para ocupar la Presidencia de Cuba en sustitución de Raúl Castro, de 86 años, quien deja el cargo tras dos mandatos.

Díaz-Canel encabeza la propuesta de la Comisión de Candidaturas Nacional (CCN) para la conformación del máximo órgano de gobierno del país, el Consejo de Estado, una candidatura que ahora será sometida a votación de la recién constituida Asamblea, aunque el resultado no se hará público hasta mañana jueves.
Esteban Lazo, el político de raza negra que más alto ha llegado en las estructuras de poder de Cuba, fue reelegido hoy para un segundo mandato como presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla (ANPP, Parlamento unicameral) en su IX legislatura (2018-2023).
La reelección de Lazo, de 74 años, refuerza el mensaje de continuidad del legado de los históricos de la Revolución Cubana, liderados hoy por Raúl Castro, quien entre este miércoles y mañana jueves será relevado en la Presidencia del país por un nuevo mandatario elegido por el recién instaurado Parlamento.
Ana María Mari Machado (54 años) y Miriam Brito (57 años) también repiten como vicepresidenta y secretaria de la ANPP, que mantiene así la misma directiva de la legislatura anterior.

martes, 17 de abril de 2018

Cuba adelanta a este miércoles la Asamblea que elegirá al sucesor de Raúl Castro

MADRID.- El régimen de Cuba ha adelantado la apertura de la Asamblea en la que se elegirá al sucesor de Raúl Castro a este miércoles, 18 de abril, un día antes de lo previsto, ya que estaba prevista para el jueves. El favorito a ocupar la Presidencia, después de cerca de 60 años de hegemonía política de la familia Castro en la isla, es el actual primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel.

En una nota publicada por Radio Rebelde, uno de los medios oficiales, se informa de que el Consejo de Estado de la República, «en uso de las facultades que le están conferidas, acordó dar inicio a la Sesión Constitutiva de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular el miércoles 18 de abril de 2018, a las 9 de la mañana en el Palacio de las Convenciones de La Habana». 
La decisión se adopta, según este medio, «para facilitar el desarrollo de los pasos que requiere una sesión de tal trascendencia».
En un principio, la Asamblea para la sucesión se había previsto para el pasado febrero, pero se acabó retrasando dos meses.
Raúl Castro, de 86 años, cederá el testigo como presidente, pero mantendrá hasta 2021 su puesto de secretario general del Partido Comunista de Cuba, el único legal en el país.

La Cuba que heredará el sucesor de Raúl Castro

LA HABANA.- El futuro presidente de Cuba hereda un país muy diferente al que hace 10 años recibió Raúl Castro de su hermano Fidel, pero con el denominador común de los problemas económicos, el mal endémico de un país empeñado en cambiar lo justo para perpetuar su sistema socialista.

Acelerar la aplicación de las "reformas raulistas", la controlada apertura económica que ha sido prioridad del mandatario saliente, es el primer reto al que deberá hacer frente la nueva cúpula de la isla, dentro de un proceso sobre el que la dirigencia cubana ha recalcado un claro mensaje de continuismo.
Y es que en Cuba no se está planteando una transición política, sino simplemente un relevo generacional en la cúpula de la Revolución.
El propio Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), definido por la Constitución como "fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado", se reunió al máximo nivel un mes antes del relevo para definir las prioridades futuras y los "flecos" pendientes, que pasan por eliminar el lastrador sistema de doble moneda y reformar la Carta Magna de 1976.
Algunos analistas políticos sugieren que la modificación constitucional podría pasar por una separación de poderes frente a la concentración establecida en una Constitución, la actual, elaborada en su día a medida de Fidel Castro, quien encabezaba los Consejos de Estado y de Ministros, y el PCC.
Para el opositor de izquierda moderada Manuel Cuesta Morúa, los retos del nuevo presidente serán "fijar una visión de país que incluya a todos los sectores sociales".
"Definir una nación en la que se incluya toda la pluralidad y no solo a estrechas visiones políticas o cívicas y que las decisiones del Estado respondan a la Constitución, al Estado de derecho y a la soberanía de los ciudadanos", sostiene, "porque de lo contrario, Cuba no va a levantar".
Sin embargo, a juzgar por el mensaje continuista que se ha deslizado en los últimos meses, los cambios políticos son improbables, pero los económicos urgen para sostener el sistema.
"Para garantizar la continuidad, hay que cambiar", señala  el exdiplomático y analista cubano Carlos Alzugaray, quien recordó que el "concepto de Revolución" enunciado por Fidel Castro apelaba al "sentido del momento histórico y a cambiar todo lo que deba ser cambiado".
Está pendiente, según ha reconocido el propio PCC, la consolidación del trabajo por cuenta propia, el sector privado que emplea a más de medio millón de cubanos y que se encuentra paralizado desde agosto pasado dentro de un proceso de "perfeccionamiento".
El Gobierno quiere seguir regulando este ámbito, limitar la concentración de riqueza por particulares, el blanqueo de dinero y la evasión fiscal, mientras los "cuentapropistas" lamentan que los cortapisas oficiales superen a las oportunidades para desarrollar un sector que ya copa el 30 % del mercado laboral.
"Es evidente que hay conciencia de que hay que avanzar, (resolver) el problema de las tasas de cambio, la unificación monetaria, hay un sinnúmero de problemas y creo que esos van a ser desafíos muy importantes", considera Alzugaray.
La economía cubana está aún excesivamente centralizada, las profesiones más estratégicas y cualificadas siguen siendo netamente estatales, se mantienen subsidios anacrónicos como la libreta de racionamiento, así como un elevado número de empresas estatales deficitarias que absorben los beneficios de las que sí funcionan.
Tal situación deja poco margen a la inversión y al crecimiento.
"Mejorar el desempeño económico pasa por incrementar los niveles de inversión, aumentar las exportaciones, reformar el sector público incluyendo a las empresas estatales", señala el economista cubano Ricardo Torres.
De 2007 a 2018 "estas áreas han visto poca o ninguna mejoría. De hecho, el país atraviesa una crisis seria de balanza de pagos, debido en gran medida al pobre desempeño exportador", recalca.
Este experto del Centro de Estudios de la Economía Cubana cree que el nuevo Gobierno debe concentrarse en reducir las distorsiones macroeconómicas (la doble moneda) y liberar las fuerzas productivas internas, lo que "implica repensar el enfoque hacia el sector privado y la empresa pública".
Además, la diáspora cubana -unos dos millones de personas- aún tiene vetada la inversión directa en su país, aunque su peso en la economía cubana es innegable, con el envío de casi 3.000 millones de dólares en remesas durante 2017.
La inversión extranjera es todavía insuficiente, aunque se incrementó el año pasado.
Este panorama también dificulta otro de los grandes retos de Cuba: el aumento de los salarios estatales, que ahora rozan apenas los 30 dólares mensuales.
"La prosperidad sería la primera prioridad que debería enfatizar el nuevo Gobierno", pues "muchos jóvenes que ven difícil materializar sus sueños, sus aspiraciones, si se quedan en Cuba. Y se van", sentencia Alzugaray.
Torres coincide: hace falta "mejorar significativamente el desempeño económico para sostener mejores estándares de vida para los cubanos".
Otros retos de la nueva generación en el poder serán ampliar el acceso a internet y mejorar la sanidad y la educación, banderas de la Revolución de acceso universal y gratuito, pero cuya calidad en los últimos años ha disminuido por la falta de recursos.

jueves, 12 de abril de 2018

La reforma de Raúl Castro en Cuba, una tarea inconclusa

LA HABANA.- En 2018, un cubano puede tener su negocio, navegar en internet y viajar al exterior. En una década, Raúl Castro transformó la Cuba que recibió de su hermano Fidel, pero sus reformas no desencadenaron el esperado despegue económico de la isla socialista.

Raúl, de 86 años y quien pasará el mando un líder de una nueva generación el 19 de abril, emprendió en 2008 una cauta reforma de alto impacto, pero el propio gobierno admitió en marzo errores y retrasos en los planes de 'actualización' del modelo de corte soviético.
Los cambios previstos fueron consagrados por el VI Congreso del Partido Comunista en 2011 en 313 'lineamientos', la gran mayoría aún por ejecutar, pues el propio presidente definió la velocidad de su aplicación: «Sin prisa pero sin pausa». «Los cambios demasiado graduales se ha visto que no han funcionado y deberían justificar cambios más audaces», dijo a la AFP el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali.

A continuación, algunos aspectos clave:

El capítulo histórico de la era de Raúl se escribió el 17 de diciembre de 2014, cuando anunció por televisión a los cubanos -mientras Barack Obama lo hacía a los estadounidenses- el restablecimiento de relaciones con Washington. En marzo de 2016 Castro recibió a Obama en La Habana. El proceso sufre un retroceso desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2017.
En 2013, Raúl Castro eliminó enrevesados requisitos de viaje y autorizó a los cubanos a permanecer fuera de la isla hasta por dos años -siempre que lo hagan de forma legal- sin perder sus bienes o residencia. La reforma facilita las visitas y repatriación de quienes migraron. De enero de 2013 a diciembre de 2016, más de 670.000 cubanos hicieron más de un millón de viajes a otros países.
Castro amplió y flexibilizó el trabajo privado en 2010. Hoy 580.000 cubanos, 12% de la fuerza laboral, se desempeñan por cuenta propia, pero la meta del gobierno era restar al menos un millón de empleados a su abultada nómina estatal en los primeros cinco años, en busca de eficiencia económica.
Queda pendiente la legalización de las pequeñas y medianas empresas privadas y la reanudación de la entrega de licencias para nuevos emprendimientos, suspendidas en agosto para perfeccionar el modelo.
A finales de 2011, Raúl autorizó la compraventa de viviendas, que estaba prohibida. Tres años después liberó el mercado automotor, pero los clientes de las agencias de venta estatales se quejan de los precios astronómicos, tanto para los vehículos nuevos como los usados.
Cuba permitió el acceso a internet desde zonas wifi en plazas públicas. Operan además cuatro millones de líneas celulares, a las cuales la empresa de telefonía estatal espera ofrecer el servicio 3G este año. Aun así, el país sigue estando entre los de menor conectividad en el mundo.
El gobierno de Raúl reformó una ley para dar más incentivos a los inversionistas e inauguró el megapuerto del Mariel (45 km al oeste de La Habana), una zona franca llamada a convertirse en el principal polo industrial de Cuba.
Pero hasta la fecha, debido al embargo de Estados Unidos y las restricciones impuestas por el gobierno, el promedio de inversión extranjera está muy por debajo de los 2.500 millones de dólares anuales que el país necesita para apuntalar un crecimiento de 4%.
Entre 2013 y 2016, Cuba renegoció su deuda vencida mediante el pago de 23.000 millones de dólares, con lo que espera acceder a créditos frescos. A finales de 2015, La Habana renegoció su deuda con el Club de París, congelada desde los 1980, con una condonación de 8.500 millones de dólares y el compromiso de pagar 2.600 millones de dólares en 18 años. También reestructuró obligaciones con Rusia y México.
«Este asunto nos ha tomado demasiado tiempo y no puede dilatarse más su solución», dijo Castro en diciembre ante el Parlamento, al referirse a la singular dualidad monetaria. En Cuba hace más de 20 años existen el peso cubano CUP (24 CUP hacen un dólar) y el peso convertible CUC (equivalente a 1 dólar), además de tasas de cambio preferenciales para empresas estatales, situación que genera distorsiones macroeconómicas. Es un tema pendiente.
En 2008, Castro declaró «estratégica» la producción de alimentos. En 10 años, el gobierno entregó más de un millón de hectáreas de tierras ociosas a campesinos privados, concedió microcréditos, flexibilizó la comercialización y mejoró los precios de compra a productores. Pero el despegue es lento. Cuba aún importa el 80% de los alimentos que consume, unos 2.000 millones de dólares al año del erario nacional.

viernes, 6 de abril de 2018

Tras un año desastroso, en EE.UU. prevén una temporada de huracanes "más activa de lo habitual"

MIAMI.- Tras un año desastroso, en EE.UU. prevén una temporada de huracanes "más activa de lo habitual". Meteorólogos pronostican 14 tormentas, de las cuales 7 se convertirán en huracanes y 3 de ellas serán de categoría mayor. 
 
Después de una devastadora temporada de huracanes en 2017, expertos estadounidenses avisan que la de 2018 será "más activa de lo habitual".  
En su pronóstico para la temporada, el meteorólogo Phil Klotzbach y sus colegas de la Universidad Estatal de Colorado prevén 14 tormentas tropicales en el Atlántico, de las cuales 7 se convertirán en huracanes.
Además, se prevé que de los siete huracanes, 3 se conviertan en importantes, es decir, de categoría 3.
También anticipan "una probabilidad ligeramente superior a la media de que un huracán importante toque tierra a lo largo de la costa continental de EE.UU. y en el Caribe", según ha explicado Klotzbach, quien estima esta probabilidad en un 63 %. 
Este año es difícil para hacer pronósticos, porque ni el Atlántico ni el Pacífico ofrecen a los expertos muchas pistas, reconoció Klotzbach. 
Según el meteorólogo, para el verano tendrían un pronóstico más preciso, aunque admite que siempre puede haber sorpresas.
"Nadie podría decir a principios de agosto del año pasado que presenciaríamos el apocalipsis", recordó Klotzbach.
  • Hace un año, investigadores predijeron 11 tormentas con nombre, con 4 convirtiéndose en huracanes y 2 en huracanes importantes.
  • En realidad, se produjeron 17 tormentas, 10 huracanes y 6 huracanes importantes, incluidos los devastadores Irma, Harvey y María, que causaron pérdidas totales por más de 215.000 millones de dólares en 2017.