LA HABANA.- El
polémico Decreto 349, que busca regular los contenidos culturales en
Cuba y ha sido tachado de herramienta de censura por parte del colectivo
artístico, se aplicará de manera progresiva y se consensuará con los
creadores, anunció hoy el Ministro de Cultura, Alpidio Alonso.
"Contamos
con una norma que pensamos salir a consensuar con la masa de creadores y
artistas en los próximos días", declaró el ministro en un programa
especial de la televisión estatal cubana, emitido para dar respuesta al
revuelo generado en el sector.
Aunque
la puesta en vigor del decreto 349 estaba prevista hoy mismo, las
protestas y el malestar expresados por los artistas en los últimos días
-varios de ellos fueron incluso arrestados temporalmente por tratar de
concentrarse frente al Ministerio de Cultura- han llevado a recular al
Gobierno.
Así,
la controvertida normativa se aplicará "de manera progresiva" y "no
empezará a operar de inmediato en determinadas áreas", ya que se
elaborarán próximamente normas complementarias y se capacitará al cuerpo
de inspectores designado para hacerla cumplir.
El
punto más polémico del Decreto 349 es el que obliga a que los artistas
estén adscritos a una institución cultural del Estado, a la que deben
solicitar permiso expreso para poder actuar, exponer y comercializar su
trabajo.
El
artículo 2.1 del Decreto establece como contravenciones prestar
"servicios artísticos sin estar autorizado para ejercer labores
artísticas en un cargo u ocupación artística" y que un artista "brinde
servicios artísticos sin la autorización de la entidad que corresponda",
entre otras.
El
viceministro de Cultura cubano, Fernando Rojas, quien también
compareció en el programa televisivo, dijo que hay cuestiones que se han
"manipulado o interpretado erróneamente" y en ese sentido sostuvo "en
ningún pasaje del Decreto" se establece que "es obligatorio estar en una
institución".
"Tampoco
está escrito en el Decreto y se ha estado manipulando y repitiendo es
que el artista tiene que pedir una especie de permiso para exhibir su
obra", subrayó.
Rojas
afirmó que el Decreto es "un regulador de lo establecido para la
comercialización del arte, que une herramientas, que protege al artista y
a la institución y apuesta por la relación fecunda entre ellos dos y
que no excluye un gran trabajo de educación que tenemos que continuar
haciendo".
Numerosos
artistas han mostrado en los últimos meses su rechazo a través de las
redes sociales y algunos de ellos trataron esta semana de llevar a cabo
protestas pacíficas ante la sede del Ministerio de Cultura, siendo
detenidos y más tarde liberados.
El
Gobierno aduce que el decreto es un "avance para detener la oleada
globalizadora" y "el retroceso de la calidad del consumo cultural", a la
vez que busca desterrar del arte el uso inadecuado de los símbolos
patrios, la pornografía, la violencia, el lenguaje vulgar o sexista o la
discriminación por raza, género, orientación sexual o discapacidad.
En
este aspecto incidió especialmente hoy el ministro de Cultura, que
aseguró que el 349 solo trata de filtrar contenidos para evitar
manifestaciones de arte "vulgares", "chabacanas" o "sexistas", además de
prevenir el "intrusismo" en el sector.
Tanto
la organización Amnistía Internacional como el Departamento de Estado
de EE.UU. se pronunciaron en contra del decreto al considerar que
contraviene el derecho a la libertad de expresión y puede ser empleado
para censurar contenidos.