sábado, 17 de diciembre de 2016

Cuba comenzará cultivos transgénicos de maíz y soja en 2017

LA HABANA.- Después de varios años de estudio y experimentación, Cuba cultivará maíz y soja transgénicos a gran escala en 2017 para disminuir su déficit alimentario, pero bajo estricto control científico y legal, anunció una fuente oficial. 

"De culminar con éxito todas las pruebas requeridas por los órganos reguladores cubanos, para la primavera del venidero año 2017 podríamos empezar la introducción de (transgénicos...) en mayores extensiones de tierra", dijo Mario Estrada, director de Investigaciones Agropecuarias del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Cuba espera obtener resultados de forma "segura y controlada" que disminuyan las importaciones de esos dos cereales, que en 2014 sumaron mas de 500 millones de dólares, dijo Estada al diario oficial Granma.
La isla invierte cada año cerca de 2.000 millones de dólares en la importación de cerca del 75% de lo que comen los cubanos, pues sus producciones son insuficientes para alimentar a 11,2 millones de habitantes y casi 4 millones de turistas.
Las investigaciones sobre cultivos transgénicos, muy polémicos a nivel mundial, comenzaron en Cuba en 1996 y los primeros ensayos en pequeña escala se hicieron en 2009, luego de promulgarse la legislación regulatoria.
Pero "los resultados no se ajustaron a las expectativas y ello determinó la interrupción de las pruebas de campo con fines productivos", agregó Estrada.
"En la actualidad trabajamos en la obtención de nuevas líneas híbridas transgénicas de maíz, que en escala de pequeña parcela experimental muestran rendimientos potenciales de nueve ton/ha, bien cerca de los niveles alcanzados por los países líderes mundiales en esta producción", resaltó.
Igualmente se experimentó "con una soya transgénica resistente también a herbicidas, que en áreas experimentales de la empresa Cubasoy mostró un rendimiento de hasta 2,8 ton/ha, muy superior a los habituales alcanzados allí", explicó.
Granma enfatizó que "buena parte de los criterios opuestos a los organismos genéticamente modificados se sustentan en experiencias referidas al mal uso de las indicaciones tecnológicas, la falta de información, deficiente capacitación y las prácticas abusivas de determinadas empresas productoras de semillas a escala mundial", lo cual no sería el caso cubano.

Las reclamaciones de bienes expropiados en Cuba amenazan con afectar a las empresas


MIAMI.- Con la inminente llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, empresas de EE.UU. y de otros países se verían afectadas si el nuevo Gobierno abre por primera vez la puerta a demandas en tribunales estadounidenses para reclamar bienes expropiados por el régimen de los Castro en Cuba.

Aunque la norma que lo permite está encaminada a la recuperación por parte de ciudadanos estadounidenses de propiedades en la isla, plantea un dilema adicional al afectar eventualmente a estas compañías, que las están usufructuando.
Los Gobiernos y empresas extranjeras "deben estar preparados para la incertidumbre, y para la incertidumbre sobre la incertidumbre", expresó John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba, que reúne a compañías estadounidenses interesadas en aumentar el comercio con la isla.
Aunque el experto dijo que era "improbable" que se aplique la cláusula que así lo permite, el Título III de la Ley Libertad (Helms-Burton), aseguró que puede coaccionar la recuperación de bienes en la isla.
"Será usada como una herramienta quirúrgica para presionar" a Gobiernos y empresas extranjeras "para alentar al Gobierno de Cuba a resolver las 5.913 reclamaciones certificadas que hay en Estados Unidos", por un monto total de 1.900 millones de dólares, aseguró.
Un ejemplo es el aeropuerto de La Habana, que es reclamado por el cubano-estadounidense José Ramón López, y que es utilizado por aerolíneas extranjeras, entre ellas estadounidenses desde agosto pasado, cuando se inauguraron los vuelos comerciales entre ambos países después de más de cincuenta años de enemistad diplomática.
Empresas que operan en el aeropuerto José Martí, o en el puerto de Santiago de Cuba, a donde llegan cruceros y que también tiene reclamaciones, podrían verse afectadas por decomisos u otras costosas acciones legales en caso de demandas propiciadas por el Título III.
Estos reclamos y las posibles sanciones a terceros países que tienen negocios con el régimen generarían un "enredo" y una serie de demandas internacionales, señaló Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia.
Para los congresistas cubanoestadounidenses de Florida, Ileana Ross-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, es simplemente una muestra más del "riesgo" que significa hacer negocios con Cuba.
Cuando se cumplen hoy dos años del anuncio del proceso de normalización diplomática hecho por el presidente de EE.UU., Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, ambos republicanos calificaron de "fracasada" esta política y se mostraron esperanzados con la promesa de Trump de "revertirla".
Andy S. Gómez, decano retirado del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoestadounidenses, de la Universidad de Miami (UM), expresó que recuperar los bienes es un reto legal y de procedimiento "muy complicado".
Señaló que mientras no existan mejores relaciones entre EE.UU. y Cuba, "mejores pasos de normalización, esto no va a echar para adelante".
Un primer paso, sin embargo, podría darlo el republicano Trump con la activación del Título III, que desde su creación en 1996 ha estado suspendido por orden de los presidentes Bill Clinton, George W. Bush y Obama.
Es una cláusula que permite a estadounidenses, así no lo fueran en el momento de la expropiación, presentar en tribunales de Estados Unidos reclamaciones de bienes en Cuba y que prohíbe a empresas extranjeras "traficar" con estas propiedades confiscadas.
Sin embargo, algunos expertos consideran que estas reclamaciones no son oportunas por ahora, mientras que organizaciones del exilio creen que no son prioritarias como el respeto de los derechos humanos y la celebración de elecciones libres en Cuba.
Trump, quien toma posesión el próximo 20 de enero, tendrá la prerrogativa de activar el Título III, aunque aún no está claro si el presidente Obama la dejará en enero suspendida por otros seis meses, o trasladará la decisión a Trump, que no ha dejado muy clara su política hacia Cuba.

Cuba advierte a Trump en el segundo aniversario del deshielo

LA HABANA.- Las principales autoridades sociales y políticas de Cuba advirtieron al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que solo aceptarán relaciones con su país en términos de igualdad, sin condicionamientos y con independencia, durante el segundo aniversario del deshielo bilateral.

"Cuba jamás aceptaría condiciones distintas", enfatizó el diario oficial Granma, al recordar que el deshielo entre los dos países comenzó el 17 de diciembre de 2014, en una "negociación en términos de igualdad, sin condicionamientos y con respeto a la independencia y soberanía de la Isla".
"Durante el último medio siglo, Cuba ha demostrado en sobradas ocasiones que no está dispuesta a traicionar los principios y valores en los que cree firmemente y el sacrificio compartido por millones de personas desde el inicio de sus gestas independentistas hasta hoy, por cuantiosos que puedan ser los beneficios", dijo.
Tras los anuncios presidenciales de esa fecha, comenzó un proceso de "normalización" de las relaciones entre ambos países tras más de medio siglo de enemistad. Los lazos diplomáticos fueron restablecidos en julio de 2015, y se han ido incrementando los acercamientos en diferentes esferas.
Pero desde su elección a la Casa Blanca, Trump condicionó la continuidad del proceso a un acuerdo más ventajoso para Washington, que implique concesiones políticas de La Habana. Aceptar condicionamientos "sería también dejar a un lado a todos aquellos que ven en Cuba un símbolo de la resistencia y dignidad de América Latina y el Caribe", añadió Granma.
"No es casualidad que fueran precisamente los países desde el Río Bravo a la Patagonia los que exigieron con mayor fuerza a Washington que pusiera fin a las agresiones contra Cuba y que demandaron la presencia de la Isla en todos los espacios regionales", recordó.
A pesar de la vigencia del embargo y de la posesión estadounidense de la base naval de Guantánamo, el periódico indicó que la normalización ha rendido frutos en diferentes áreas, aunque menores en la economía por las fuertes restricciones aún vigentes.
El impacto de la aproximación alcanza a la población, consideró Granma. "Al cierre del mes de noviembre del 2016, un poco más de 233.000 norteamericanos habían viajado a la Mayor de las Antillas, para un incremento del 66% en comparación con igual periodo del año 2015", agregó.
También "más de 260.000 cubanos residentes en Estados Unidos viajaron a su país entre enero y noviembre del 2016, para un aumento del 6%", añadió finalmente.