LA HABANA.- Cuba inició este lunes la venta en divisas de productos electrónicos y piezas de vehículos, por ahora solo en contadas tiendas de La Habana y Santiago de Cuba (este), como parte de la última estrategia del Gobierno para recaudar "moneda fuerte" y paliar la grave crisis de liquidez que sufre el país.
Cientos
de personas esperaban desde la madrugada la apertura de los
establecimientos -doce en la capital y uno en Santiago-, donde se podrán
adquirir bienes muy solicitados como neveras y aires acondicionados
"split", que desde hace años solo se encontraban en el mercado paralelo
de mercancías traídas desde México o Panamá.
La
avidez de los cubanos parece confirmar el entusiasmo inicial con que
fue acogida la medida, anunciada hace unas dos semanas dentro de un
paquete de normas con las que La Habana busca evitar la fuga de
capitales, controlar la oferta y atender a la alta demanda que hasta
ahora la red estatal de tiendas no podía suplir.
"Así
el pueblo tiene más oportunidades de adquirir cualquier artículo
necesario y no tienen que viajar al extranjero", aseguró Jesús
Batista mientras hacía fila frente a una de las tiendas, localizada en
el municipio habanero de Playa.
Tras
más de cinco horas "en la cola" y sin perder la paciencia, este
jubilado espera comprar "un 'freezer' (congelador), como la mayoría de
los que están aquí" y considera que los precios "son asequibles"
comparados con los de los productos importados por comerciantes (las
llamadas "mulas") en viajes particulares.
"Si
se promedia lo que se tiene que gastar para adquirir ese producto fuera
(vale la pena). Ahora lo tienes en el país y con garantía", insistió en
referencia a la informalidad del mercado negro que por décadas funciona
como alternativa al desabastecimiento crónico del país caribeño.
Entre
los bienes que los cubanos podrán comprar ahora legalmente y a precios
de mercado están las codiciadas neveras, los "splits" para aliviar el
agobiante calor tropical y los televisores inteligentes de alta gama,
por los que pagarán precios un 50 % menores a los fijados por las
"mulas".
"Yo
estoy para comprar una unidad (motor) de moto y me resulta favorable
porque mi 'motorcito' tiene 35 años y ya está viejito", explica Mario,
quien junto a varios de sus "amigos motoristas" hace fila frente a la
única tienda que vende partes y piezas de coches en La Habana, ubicada
en la céntrica avenida 23.
Aquí
el panorama es un poco diferente al resto de los establecimientos, en
parte por las decenas de motos estacionadas en la acera y porque los más
ávidos comenzaron a "marcar turnos" desde el pasado viernes.
"La
oferta está buena, podemos mejorar la moto, lo malo son las colas",
advierte Yoslandy. "Siempre que tengas a alguien que te ayude desde
fuera", matiza de nuevo Mario, en referencia a los salarios estatales,
los que a pesar de la reciente subida, no pasan de los 45 dólares
mensuales como promedio.
La
única condición impuesta por el Gobierno para poder comprar en estas
tiendas es que todas las transacciones serán siempre con tarjeta
bancaria y en divisas como dólares, libras esterlinas o euros, entre
otras.
Esta
es una de las principales diferencias entre estos nuevos comercios y
las tiendas en dólares que funcionaron en el país de 1993 al 2004,
durante la debacle económica causada por la caída de la Unión Soviética y
la retirada de sus subsidios.
Para
garantizar la disponibilidad, los bancos estatales cubanos facilitaron
en las últimas semanas la apertura de cientos de cuentas en "moneda
fuerte" a todo el cliente que lo solicitara.
Esta
medida pretende facilitar una necesaria inyección de capital que ayude a
reflotar la economía de la isla, en uno de sus peores momentos.
A
la crónica ineficiencia del sistema centralizado y la prolongada crisis
de Venezuela, el principal aliado económico de Cuba, se ha sumado en el
último año el endurecimiento del embargo de EE.UU. con consecuencias
como la caída de los ingresos turísticos y problemas con el suministro
de combustible.
El
principal problema que reconocen los habaneros casi al unísono es la
"lentitud" de las transacciones en las tiendas, en las que cada
comprador puede pasar entre 40 minutos y una hora para finalizar una
operación.
Las
altas temperaturas del otoño cubano dificultan la prolongada espera
para algunos, mientras que para otros, como Anabel, una maestra de 30
años que pidió su día libre, "lo fundamental es que los precios son
económicos, que haya oferta, las cosas no se acaben y todo el mundo
alcance lo que vino a buscar".
Junto
a la venta en divisas, el Gobierno también inició este lunes la rebaja
de algunos productos como lavadoras semiautomáticas, televisores de 32
pulgadas y refrigeradores medianos en la red de comercios en pesos
convertibles CUC (una de las dos monedas que circulan en el país y cuyo
valor es equivalente al dólar).
El
Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel también anunció que permitirá
a las personas naturales importar a través de empresas estatales, un
viejo reclamo de los cubanos para solucionar la escasez constante de
todo tipo de bienes, cuya importación es fuertemente gravada por el
Estado.
Dentro
del nuevo paquete de medidas se pondrá en marcha un servicio de
comercialización a particulares de partes, piezas, accesorios y otros
productos automotores, algo que podría aliviar el también crónico
problema de la falta de medios para reparar el envejecido parque móvil
del país.