SANTIAGO DE CUBA.- Perdido
entre las montañas de la Sierra Maestra, en Santiago de Cuba (este del
país), la localidad de Segundo Frente prospera hoy bajo la tutela del
expresidente Raúl Castro, que lo ha elegido como su patria chica, lo
visita varias veces al año y tiene allí preparado su lugar de descanso
final.
Esta
comunidad agrícola de 40.000 habitantes es conocida como el "pueblo de
Raúl", quien estableció allí su comandancia durante la insurrección que
llevó al poder a la Revolución Cubana hace 60 años.
Tras
el triunfo del 1 de enero de 1959, el menor de los Castro apadrinó el
asentamiento creado alrededor de su puesto de mando, al que representa
en el Parlamento cubano y que visita a menudo para supervisar obras y
presidir actos.
Esto
significa que los habitantes de este remoto lugar se cruzan con el
octogenario general mucho más a menudo que los de La Habana, donde aún
reside, pero apenas aparece en público.
La
reciente renovación de la localidad, que incluye la apertura de un
hotel de 4 estrellas y varias obras sociales, parece corroborar las
versiones que afirman que el expresidente se retirará allí tras dejar en
2021 su cargo como líder del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC,
único).
De
momento y debido al secretismo que rodea la vida personal de Castro,
los habitantes de Segundo Frente no saben con seguridad si tendrán como
vecino al exgobernante, pero de suceder, aseguran, "sería un gran honor
para el lugar".
"Ya
nos ha visitado este año unas cinco veces. La gente se pone muy
contenta cuando lo ve", dijo el primer secretario del PCC en el
Segundo Frente, Roger Pérez, quien resaltó que este es el "pueblo cubano
que más ve" al líder del partido, que traspasó la Presidencia a su
pupilo Miguel Díaz-Canel en abril pasado.
Fue
en esta localidad donde el más joven de los Castro comenzó su vida como
dirigente y se enamoró de la que luego sería su esposa, la guerrillera
Vilma Espín, quien falleció en 2007 y está enterrada en un mausoleo
construido a pocos metros del antiguo puesto de mando.
En
ese mismo lugar hay un segundo nicho en el que puede leerse el nombre
de "Raúl", lo que hace más de una década despejó la incógnita sobre la
última morada del general.
La
fosa donde reposará Raúl Castro es muy similar a la tumba a su hermano,
el fallecido Fidel Castro (1926-2016), en el cementerio de Santa
Ifigenia en Santiago de Cuba, aunque, a diferencia de este, el menor de
los Castro escogió un ambiente más íntimo y apartado.
Resguardado
por decenas de palmas reales y rodeado de montañas, el conjunto
funerario sirve de cementerio a más de 200 integrantes del Segundo
Frente "Frank País" del Ejército Rebelde y también al bailaor español
Antonio Gades, gran simpatizante de la Revolución de la isla y quien en
sus últimas voluntades pidió ser enterrado en ese lugar.
"Además
de los recorridos oficiales, él (Castro) viene aquí en visitas
privadas, a conversar con Vilma, sin nadie alrededor", según una de las
cuidadoras del enclave, que ha visto "varias veces" a un dirigente poco
dado a las apariciones publicas y muy reservado con su vida familiar.
Precisamente
fue el recuerdo de la que fuera su esposa durante más de cuarenta años
el que hizo que Castro, en un gesto poco habitual, se emocionara hasta
las lágrimas en una sesión reciente del Parlamento, en la que su hija,
la sexóloga Mariela Castro, recordó la labor de su madre por los
derechos de la mujer en Cuba.
La
historia de amor de Raúl y Vilma también se recuerda en Segundo Frente,
que mantiene intacta la pequeña casa que sirvió de vivienda a los
entonces jóvenes guerrilleros.
Junto
a ella también se mantiene la austera oficina de Raúl Castro, amueblada
con una mesa, una silla y un retrato de Frank País, mártir santiaguero
de la Revolución.
Entre
las muestras más curiosas del museo se encuentran una nota dedicada por
Vilma a Raúl, una larga trenza, pinzas para rulos y una rosa seca.
Desde
las paredes de la vivienda, un jovial y desenfadado Raúl Castro abraza a
su novia y aparece junto a compañeros, en imágenes borrosas poco
conocidas y conservadas con celo en el pueblo, que recibe al visitante
con el mensaje de ser una "tierra que honra a sus héroes".