domingo, 2 de febrero de 2020

Un diálogo nacional para responder al "pequeño despertar" de Cuba


MADRID.- Edel González salió de Cuba hace ya dos años. Dejó su carrera judicial por problemas con un cargo provincial del Ministerio de Interior y empezó a notar "cosas raras" que hasta entonces no había percibido. El otrora funcionario observa una creciente "confrontación entre ciudadano y Estado" que teme que pueda derivar en un estallido social similar al acontecido en otros países de la región, por lo que propone al nuevo Gobierno de Miguel Díaz-Canel un diálogo nacional que resuelva las "inconformidades".

Tras graduarse en Derecho, prestó unos años de "práctica social" como servicio al Estado. Empezó como juez municipal y "los resultados obtenidos" le permitieron escalar posiciones a nivel provincial e incluso le surgió la oportunidad de llegar al Tribunal Supremo. Su estelar ascenso terminó cuando se convirtió en presidente el Tribunal Provincial de Villa Clara, según ha contado desde Madrid.
Tuvo "pequeñas confrontaciones" con "una persona que dirigía el Ministerio de Interior" en esa misma provincia porque dicha persona cuestionaba públicamente decisiones judiciales, "en vez de hacerlo en los espacios establecidos en la ley", para que "fueran conformes a su voluntad y capricho". 
Le intentó convencer de que pusiera fin a esas "actitudes transgresoras" --"Las personas se entienden hablando"--, pero no lo logró.
"Algunos oficiales, compañeros de contrainteligencia, me avisaron de que me cuidara porque (...) me estaba marcando los pasos", relata. Le impuso un "seguimiento secreto" con el que pudo presentar a González como "una persona no confiable para la actividad judicial". "Algo falso porque yo nunca me declaré anti nada, solo exigía que hubiera Justicia", defiende.
El pulso lo ganó el dirigente provincial: "Pedí que se me liberara porque yo en esas condiciones no podía seguir trabajando". 
Así, se extingue la relación laboral con "una medida disciplinaria de revocación", si bien no pierde su "cualidad ética", de modo que "podría haber seguido ejerciendo como jurista o abogado". 
"Con los días y los meses me fui quitando la cosa de que me estaban vigilando y volví a ser un hombre libre", recuerda.
A quienes han alcanzado cargos de cierta relevancia se les prohíbe salir de Cuba durante cinco años, pero él quedó liberado a los pocos meses y optó por partir a Perú, donde unos amigos que ya vivían allí le habían asegurado que podía encontrar trabajo. Casi asentado en Lima, da el salto a México porque la Universidad Autónoma estaba interesada en artículos suyos y le propuso publicar. González sostiene que "estar vigilado" no le empujó a dejar Cuba. "Fue una decisión personal", recalca.
Desde el extranjero comienza a "ver un grupo de cosas raras". A través de la prensa y las redes sociales observa que "Cuba constantemente está siendo denunciada por violaciones de los Derechos Humanos", le llegan noticias "sobre la manera en que la Policía detiene a periodistas, artistas, disidentes". 
"Veo un grado de confrontación entre el ciudadano y el Estado que cuando estaba ahí no lo veía", dice.
González se ampara en que la única información a la que accede el cubano es a través de "fuentes oficiales". 
"Cuando estás metido en un sistema en el que no puedes contrastar la información ni llegar a conclusiones personales, pierdes la capacidad de tener cualquier tipo de impulso o reacción frente a esas cosas", esgrime.
El ex juez avisa de que en Cuba "la gente se está agotando". "Muchos siguen acompañando el proceso (revolucionario), porque tiene una base justa, pero también veo que muchas personas llegaron a su límite", indica.
González considera que "las carencias económicas son lo que más golpea el malestar ciudadano". 
"La esencia del problema" es el bloqueo de Estados Unidos, sostiene al tiempo que reconoce que hay una especie de "autobloqueo". Los 'cuentapropistas', por ejemplo, se quejan de que "no se puede hacer negocios porque un día te dan unas libertades y otro te las quitan".
A ello se suma que "ya en Cuba el favoritismo empieza a tomar camino", de modo que "algunas personas acceden a ciertos servicios y privilegios y una mayoría del pueblo (...) que trabaja desde la mañana hasta por la tarde está privada de esas cuestiones".
Normalmente, "la gente comenta estos problemas en voz baja, porque si les dices que lo manifiesten tienen temor", y se limita a "sobrevivir sin buscarse problemas". 
Sin embargo, la incipiente apertura de Cuba al mundo con el Gobierno de Raúl Castro rompió la "burbuja" en la que vivían los cubanos, ahora con posibilidad de viajar a otros países y con acceso a Internet, creando "un caldo de cultivo que empieza a caminar".
"El ciudadano, cada día que pasa, se une a grupos opositores o denuncia abiertamente y lacera la imagen del sistema político, y eso genera una reacción. Hay una especie de pequeño despertar en Cuba", asegura.
La respuesta gubernamental ha sido "un incremento de la represión", por lo que a González le preocupa que en Cuba se repitan las imágenes de enfrentamientos en las calles que han tenido lugar en Chile, Bolivia o Venezuela.
"Puede que algunos cubanos no lo vean como un problema, pero hay una generación de jóvenes que también aspira a esas cosas y no tiene temor a hablar, denunciar y reunirse en algún momento y salir a conquistarlas", advierte.
"Ahora que estamos a tiempo, antes de que la situación se salga de control", aboga González, las autoridades cubanas deberían lanzar un proceso de diálogo nacional, "sin interferencias ajenas", en el que todos, los disidentes incluidos, puedan exponer sus demandas "sobre la base de mejorar el sistema, nunca suplantar o eliminar el sistema".
González está convencido de que este cambio tiene que producirse desde el seno del Gobierno y del Partido Comunista de Cuba (PCC), si bien es consciente de que "todo el mundo se constriñe de dar el paso por un temor instituido que tiene que ver con el papel que desempeñan las fuerzas ocultas de la contrainteligencia".
"Hay millones de cubanos (...) que son partidarios de no ceder porque tienen el temor de que, por ejemplo, pasemos de una democracia socialista a una democracia capitalista (...), y gozan de la legitimidad y el respaldo del Gobierno, el Partido y las fuerzas ocultas", explica.
Esto choca con "otro grupo de millones de personas" que creen que debería haber algunos cambios, entre ellos opositores, aunque también "cuadros" del aparato estatal que "están cargados de valores y quieren que el país avance".
"Hay posiciones muy radicales del Estado y de la oposición y cuando dos cabezones no se entienden surge el conflicto", ilustra. En su opinión, "un Gobierno que vea que eso puede ocurrir" tiene la obligación de prevenirlo: "Es como tener un hijo y no ponerle las vacunas".
González cree que su doble cara, como ex miembro del régimen y cubano en el exterior que ha visto la "realidad", le permite dar ese paso. 
En su entorno, le han llamado "soñador" y le han aconsejado que "no regrese", algo que no se plantea porque sus padres y su hija siguen en Cuba. "No tengo miedo", declara, apostillando que su intención no es "levantar el ánimo de los cubanos" para que se movilicen, sino avisar a las autoridades para que tomen medidas.
"Decían que el hombre no podía llegar a la Luna y llegó", recuerda González, aunque no considera que este sea un reto de tales dimensiones: "Si todos dejamos de pensar que esto es un sueño y todos nos unimos a este proceso de intercambio (...), si todos aportamos nuestro granito de arena sin asumir posturas radicales, yo creo que Cuba está en condiciones de escuchar".

La Fuerza Espacial busca personal civil / Guillermo Herrera *

La nueva Fuerza Espacial de los Estados Unidos, una nueva rama de las Fuerzas Armadas establecida el 20 de diciembre, ha comenzado a anunciar plazas vacantes para ocupar puestos de personal civil en su sede inicial, llamada Oficina del Jefe de Operaciones Espaciales en San Antonio (Tejas).
 
El anuncio de las primeras 35 posiciones se publicó en la semana del 20 de enero, con una segunda ola de posiciones a seguir pronto. Están buscando candidatos con experiencia en funciones tales como recursos humanos, gestión financiera, inteligencia, comunicaciones, logística y contratación.

Las personas elegibles para los puestos anunciados incluyen empleados federales actuales o anteriores en servicios competitivos o exceptuados, y personas con calificaciones de categorías específicas, tales como transición de carrera, personas con discapacidad, cónyuges militares y veteranos. Yo lo intentaría, si fuera joven y estadounidense, por mi amor a la astronáutica y a la exploración espacial.

Los miembros civiles que trabajan para la Fuerza Espacial serán civiles del Departamento de la Fuerza Aérea de la misma manera que los civiles que trabajan para el Cuerpo de Marines son civiles del Departamento de la Marina.

Para obtener más información sobre la Fuerza Espacial visite www.spaceforce.mil
Para obtener información sobre ofertas de trabajo específicas de la Fuerza Espacial, visite www.airforce.USAjobs.gov y filtre por agencia “HQ US Space Force”.

OPORTUNIDAD

Esta es una oportunidad única en la vida para que los civiles se unan a un nuevo servicio militar y participen en el crecimiento de la capacidad espacial de la nación” dijo Patricia Mulcahy, subdirectora de Operaciones Espaciales, recientemente asignada para servicios de personal y logística.

La ley aprobada por el Congreso y firmada por el Presidente ordenó el establecimiento inmediato de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos y autorizó un modesto personal inicial” dijo el general Jay Raymond, jefe de Operaciones Espaciales y miembro principal de la Fuerza Espacial. 

Como resultado ello, nos estamos moviendo rápidamente para contratar personas con la experiencia, la pasión y la visión para construir la sexta rama de las Fuerzas Armadas como un servicio militar ágil y enfocado.”

Apenas 30 días después de que el Presidente firmara la legislación, estamos publicando anuncios dirigidos a personas con habilidades muy específicas. Al mismo tiempo, estamos asignando miembros militares de la Fuerza Aérea, el Ejército y la Armada” dijo el mayor general Clint Crosier, quien dirigió el equipo de planificación de la Fuerza Espacial desde febrero pasado. 

Debido a que el personal inicial es pequeño, e incluso los números finales de personal serán mucho más pequeños que los otros servicios, necesitamos que el grupo de expertos adecuado trabaje en una tarea tan importante. Esto es historia en ciernes .”

¿QUÉ ES?

La Fuerza Espacial de los Estados Unidos es la rama del servicio de operaciones espaciales de las Fuerzas Armadas, y es uno de los ocho servicios uniformados de Estados Unidos. Es la sexta rama del ejército de los Estados Unidos, y el primer nuevo servicio armado desde el establecimiento de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos independiente en 1947.

Fue anunciada oficialmente por el vicepresidente Mike Pence en agosto de 2018 y se estableció el 20 de diciembre de 2019 con la promulgación de la Ley de Autorización de Defensa Nacional del Año Fiscal 2020 y se mantendrá vigente durante los próximos 18 meses.

Está organizado como una rama del servicio militar dentro del Departamento de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, uno de los tres departamentos militares dentro del Departamento de Defensa. La Fuerza Espacial, a través del Departamento de la Fuerza Aérea, está encabezada por el secretario de la Fuerza Aérea, quien informa al secretario de Defensa, y es designado por el presidente con la confirmación del Senado.

El oficial de más alto rango de la Fuerza Espacial es el jefe de Operaciones Espaciales, a menos que un oficial de la Fuerza Espacial también sirva como presidente o vicepresidente del Estado Mayor Conjunto. El jefe de Operaciones Espaciales ejerce la supervisión sobre las unidades de la Fuerza Espacial y sirve como uno de los jefes del Estado Mayor Conjunto. 

Ciertos componentes de la Fuerza Espacial serán asignados, según lo indique el secretario de Defensa y el secretario de la Fuerza Aérea, a Comando de Combate unificado. A los comandantes combatientes se les delegará la autoridad operativa de las fuerzas que se les asignen, mientras que el secretario de la Fuerza Aérea y el jefe de Operaciones Espaciales retendrán la autoridad administrativa sobre sus miembros.

ARMAS HIPERSÓNICAS

Antes del anuncio de esa nueva rama militar, tanto el gobierno estadounidense como el ruso y el chino, ya estaban intentando desarrollar un nuevo tipo de tecnología como es el caso de las armas hipersónicas.

Si bien las armas hipersónicas, tal y como anunció el general Selva burlarían todos los sistemas de prevención de ataques existentes, la Administración Trump propuso reavivar y acelerar el desarrollo de un sistema de sensores espaciales para avisar precisamente de estos ataques en el caso de que otras potencias lleguen a desarrollar esta tecnología y, por su naturaleza, sería un satélite militar que orbitaría a la Tierra, equipado con sensores que serían capaces de detectar tanto amenazas hipersónicas como amenazas por parte de misiles normales en fase de impulso y de vuelo.


 (*) Periodista español