MADRID.- América Latina
lastra los resultados semestrales de Meliá. La cadena hotelera española registró
una caída de los ingresos por habitación (RevPAR) del 10,6% en Cuba,
similar a la de República Dominicana (-10,7%) o México (-5,6%). "Los
niveles de actividad de la industria turística continuaron sufriendo
debido al retroceso de la demanda", una circunstancia que la compañía
vincula a factores como "el empeoramiento de las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba", según publica El Confidencial.
Las tasas de ocupación y precios "se vieron afectadas en gran medida por el hecho de que la Administración Trump prohibiese las operaciones de cruceros a Cuba y eliminase las licencias para viajes destinados a programas educativos para ciudadanos estadounidenses", explica Meliá en
su informe semestral de resultados. En efecto, el Gobierno
estadounidense vetó en junio los viajes en barco a la isla, poniendo punto y final al deshielo diplomático iniciado en la era Obama.
También influyen el aumento de la competitividad en otros destinos alternativos
a Cuba o el impacto negativo de las reformas de algunos hoteles, añade
la compañía con sede en Palma de Mallorca.
El segundo trimestre fue el
peor, con un desplome del 17,1% en los ingresos por
habitación de ese país. Los establecimientos de Cienfuegos y Santiago de
Cuba fueron los únicos que mejoraron las tasas de ocupación "gracias al
positivo comportamiento del segmento de circuitos".
Las previsiones no son mucho mejores de cara a este verano, con una tasa de ocupación que seguirá cayendo por el aumento de la oferta en Varadero y Cayo Santa María. "No descartamos caídas de precios
frente al tercer trimestre de 2018, sobre todo en La Habana, Cienfuegos
y Santiago de Cuba". No obstante, la cadena hotelera espera compensarlo
parcialmente con una subida de ventas a través de su canal directo.
A nivel global, Meliá ganó 43,5 millones de euros durante el primer semestre del año, un 24,7% menos
respecto al mismo periodo del año anterior. Las ventas ascienden a
869,3 millones (-1,1%), el resultado bruto de explotación (ebitda) se
sitúa en 216,8 millones (-6,1%) y la deuda se reduce hasta los 585,7
millones. Por su parte, los ingresos por habitación crecieron un escueto 0,4% en su conjunto.
Turbulencias en el Caribe
"Nos
enfrentamos a algunos retos en América que impactaron nuestras
operaciones en países como México o República Dominicana", sostiene el
CEO del grupo, Gabriel Escarrer.
Cita las preocupaciones socioeconómicas o políticas de dichos países,
los problemas de inseguridad, las reformas de algunos hoteles "o incluso
las campañas de desprestigio que crearon incertidumbre y ruido entre los visitantes", en referencia a las muertes de turistas norteamericanos "por diversas causas" en Punta Cana.
Por regiones, América fue la que tuvo un peor desempeño, con un descenso del 5,2% en ingresos por habitación. Brasil es uno de los pocos países de ese continente que han respondido bien (+10,6%), a diferencia de México (-5,6%), azotado por el aumento de la inseguridad y
los efectos del alga marina sargazo. Ese contexto ha desembocado en una
guerra de precios que ha impactado en las cuentas de Meliá.
Los hoteles vacacionales, su eje de negocio, sufren también en España con una caída del 6,5% en RevPAR. La fuga de turistas extranjeros
a otros destinos más baratos como Turquía o Túnez tiene mucho que ver,
aunque no ha pasado factura a los alojamientos urbanos (+6,3%) situados
en Madrid y Barcelona.
"Permanecemos cautos respecto a nuestros resorts en Baleares y Canarias", admite Meliá en sus previsiones de cara a este año.
Alemania, Italia y Reino Unido
tuvieron un comportamiento positivo, pues impulsaron un 2,8% los
ingresos por habitación de EMEA y cerraron el semestre con una ocupación
superior al 70%. Sobre todo el país británico (+8%), convertido en destino de moda para los españoles gracias al interés generado por el Brexit.