domingo, 7 de abril de 2019

España rechaza las medidas de EE.UU. que endurecen el embargo contra Cuba


MADRID.- El ministro de Asuntos Exteriores de España asegura que la relación bilateral con EE.UU. es buena, si bien aclaró que no están de acuerdo en algunos casos como el de Irán y Cuba. 
 
Tras su encuentro de esta semana con el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, en Washington, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, ha expresado su rechazo a la activación del título 3 de la ley Helms-Burton que pretende aplicar el Gobierno de EE.UU. contra Cuba, informan medios locales.
"Hemos hablado de cuestiones importantes, hemos conversado sobre la posibilidad de que se aplicara el artículo 3 de la ley Burton a Cuba y ya sabe EE.UU. que en eso, estaríamos radicalmente en desacuerdo, los europeos y España en particular", señaló el ministro.
El artículo 3 permite reclamar ante cortes estadounidenses las propiedades que fueron confiscadas tras el ascenso de Fidel Castro al poder. 
Este artículo fue objeto de una querella presentada hace 22 años por la Unión Europea ante la Organización Mundial del Comercio, y Washington accedió a suspenderlo a cambio de paralizar el trámite judicial.
Borrell sostuvo que la relación bilateral con EE.UU. es buena, si bien aclaró que no están de acuerdo en algunos casos, como el de Irán y Cuba. Además, ha explicado que rechaza la activación del título 3 por una "cuestión de principios". 
Pese a las diferencias sobre las medidas que endurecen el embargo contra Cuba, el canciller español agregó que los dos países están de acuerdo en materia de contención a Rusia.

Los cubanos marchan contra el maltrato animal en una manifestación permitida por el Estado

LA HABANA.- Cientos de cubanos marcharon este domingo por céntricas calles de La Habana para exigir el fin del maltrato animal y la aprobación de una Ley sobre el tema, en una peregrinación permitida por las autoridades de la isla, donde no son usuales las manifestaciones públicas independientes.

De acuerdo a los organizadores, se trata de la primera marcha no oficialista en décadas autorizada a portar carteles en el país.
Con gritos de "Ley sí, maltrato no", lazos naranja y pancartas que pedían "Alto al maltrato animal. Ellos también sienten", los activistas caminaron unos 3 kilómetros en un recorrido inicialmente autorizado por la avenida 23, una de las principales arterias de la ciudad, y que tuvo que pasarse a una calle paralela debido a que el tráfico no se detuvo en la vía principal.
La ruta terminó en el Cementerio de Colón y la tumba de Jeannette Ryder (1866-1931), una estadounidense radicada en Cuba y devenida símbolo del movimiento animalista en la isla.
Debido a su compromiso con esta causa, la fecha de su muerte - el 10 de abril de 1931- fue escogida en el país para celebrar el Día del Perro.
Hasta su panteón, famoso en el cementerio por la escultura de Ryder y su fiel perra Rinti -que se acostó en la tumba hasta morir-, llegaron los manifestantes "esperanzados" con que esta vez se tomen en cuenta sus peticiones para redactar una Ley de Protección Animal, dijo Daniel, uno de los participantes.
"Esta semana se va a proclamar la nueva Constitución y ahora vienen una etapa en la que se van a redactar y actualizar códigos, leyes, y nosotros esperamos que eventos como este ayuden a visibilizar nuestra causa y que al fin se apruebe una Ley para proteger a los animales en Cuba", señala este joven abogado.
Otra activista, miembro de la plataforma voluntaria Cubanos en Defensa de los Animales (CEDA), se maravilla de la "cantidad de personas que han venido este año, muchos más que en la convocatoria pasada", resultado de la exitosa campaña del grupo en redes sociales y la creciente interacción ciudadana en Twitter.
"Es increíble como ha crecido el activismo ahora que tenemos datos móviles y podemos conectarnos", insistió en referencia a la reciente activación de la internet móvil en Cuba, que todavía permanece entre los países más desconectados del mundo.
Durante los discursos al pie de la tumba de Ryder primó el optimismo y una de las oradoras llegó a decir que esperan que la marcha del año que viene se organice para "agradecer la aprobación de una Ley de Protección Animal".
En Cuba, la celebración del Día del Perro había pasado desapercibida hasta hace unos años, cuando comenzaron a sumarse más personas y las marchas comenzaron tener más asistentes.
La asociación Aniplant es por el momento el único colectivo en defensa de los animales legalmente registrado en el país, donde además de CEDA también ha surgido de manera espontánea el grupo de Protección a Animales de la Ciudad (PAC), que cuenta con unos 2.000 voluntarios en La Habana.
Estos movimientos voluntarios trabajan por concienciar sobre los derechos de todos los animales, organizan adopciones, campañas de vacunación y castración gratuitas, y también se ocupan de denunciar hechos de maltratos, que aún no son penados como tal por el vacío legal que todavía persiste en el país.
En noviembre pasado CEDA publicó que gracias a su denuncias fue detenido un cubano de 29 años que publicó en internet cómo torturó y violó a varios perros, un caso que provocó "dolor y repugnancia" y demostró, según el colectivo, lo "indispensable" de una legislación al respecto.
Los activistas también han llamado la atención sobre la necesidad de proteger a los caballos usados en el transporte y la agricultura, los gallos y perros involucrados en peleas, ilegales en la isla, e incluso los animales exóticos enjaulados en los zoológicos.

Venezuela, la Cuba del siglo XXI

MADRID.- Cuentan los periódicos de la época que el pueblo cubano salió irritado al Malecón habanero a gritar aquello tan caribeño de "¡Nikita, mariquita!", tras la resolución pacífica de la Crisis de los Misiles. El pacto a última hora entre los presidentes Nikita Kruschev y John F. Kennedy no gustó a Fidel Castro, pese a que la Historia ha demostrado que fue uno de sus grandes beneficiados, recuerda el diario español El Mundo

La presencia de militares rusos en Venezuela, la puesta a punto del sistema antiaéreo S-300 (vendido por Moscú) en el estado Guárico, cercano a Caracas, y el respaldo absoluto de Vladimir Putin a Nicolás Maduro durante el desafío del Parlamento democrático contra la revolución han activado en la región los recuerdos de la Guerra Fría.
"Los militares se quedarán tanto tiempo como sea necesario y mientras el Gobierno los necesite. Sólo se ocupan del mantenimiento de los equipos", asegura la Cancillería rusa. "Advertimos firmemente a actores externos del hemisferio occidental (Rusia) contra el despliegue de activos militares en Venezuela con la intención de establecer o expandir operaciones militares", advierte John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de EEUU, para cerrar dos semanas con sabor a otras épocas y que comenzaron con el aterrizaje de dos aviones rusos en el aeropuerto caraqueño de Maiquetía.
Las relaciones entre Venezuela y Rusia, puestas en marcha la década pasada por Hugo Chávez y Putin, se basan hoy en un triple eje: alianza militar, respaldo económico y juego geoestratégico. 
 En vísperas de las elecciones presidenciales en Ucrania, la agencia rusa Sputnik destacó un concepto, "factor disuasivo". 
"Trump dice que Venezuela es una esfera de influencia estadounidense. Ucrania es la esfera de influencia de Rusia, pero los políticos y militares estadounidenses están involucrados activamente en su situación en Ucrania", explicó el profesor Alexandr Kubishkin, de la Universidad Estatal de San Petersburgo.
"El objetivo en este juego ancestral de penetrar esferas de influencia de poderes rivales es tener mayor capacidad de acción y negociación en el sistema internacional. Esto es especialmente importante y urgente para Rusia porque es una gran potencia decadente", desvela para El Mundo Víctor Mijares, profesor de Ciencia Política en la Universidad colombiana de Los Andes.
El escenario elegido hoy para el pulso entre las superpotencias, aunque una de ellas esté venida a menos, es el peor posible: una Venezuela entre colapsos y huidas, que añora un cambio que la revolución no permite y cuyo derrumbe es un factor de desequilibrio para los vecinos.
"Los rusos están en Venezuela para mostrar músculo y dar una prueba más de que son potencia y pueden enfrentarse a EEUU, algo que la política de Donald Trump les facilita. Dada la situación económica de Rusia, un despliegue militar en condiciones les saldría por un ojo de la cara y no están en condiciones", matiza Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos.
Para Mijares, no estamos ante una nueva crisis de los misiles pero sí forma parte del fenómeno de rivalidad entre potencias. 
Malamud tampoco cree en una reedición de lo vivido en Cuba, aunque tiene claro que la presencia rusa supone para Maduro "una cierta garantía de supervivencia", como ya lo fue para Castro.