LA HABANA.- Cientos de miles de trabajadores cubanos marcharon este domingo por el 1 de Mayo en apoyo a las medidas de flexibilización económica de Raúl Castro, quien presidió la movilización en La Habana, y a los amenazados gobiernos de Brasil y Venezuela.
Como cada año, empleados y estudiantes desfilaron desde
primeras horas en varios puntos de la isla para celebrar el Día de los
Trabajadores bajo la orientación de la dirigencia comunista.
Solo
en La Habana participaron unas 600.000 personas - según la prensa
estatal-, que al grito de consignas y con carteles de apoyo al
socialismo, llenaron la emblemática Plaza de La Revolución.
Raúl
Castro, con camisa blanca de mangas largas, presidió la conmemoración,
que este año incluyó a los gobiernos de izquierda de la región en sus
proclamas de respaldo al socialismo.
"Este 1 de mayo es una
jornada también para denunciar las maniobras dirigidas a debilitar los
procesos de integración regional de nuestra América, revertir los avances
alcanzados en las políticas sociales y desestabilizar a los gobiernos
de izquierda y progresistas en el poder", afirmó Ulises Guilarte,
secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba.
Durante
su discurso a la multitud, Guilarte, miembro del poderoso Buró Político
del Partido Comunista de Cuba, mencionó en particular a los gobiernos
de Venezuela, Brasil, Bolivia, Ecuador y El Salvador.
A la par,
los trabajadores estatales cubanos respaldaron la "actualización del
modelo económico" que impulsa desde 2008 el gobierno de Raúl Castro, y
que incluye una cautelosa apertura al sector privado y a las inversiones
extranjeras.
El lento proceso de reforma fue ratificado por el
Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba, que se realizó entre el
16 y 19 de abril.
La dirigencia del partido único ratificó el
carácter socialista de la economía y descartó un cambio más profundo o
acelerado en el modelo de corte soviético, sepultando las expectativas
que había generado la reconciliación política con Estados Unidos en
2015.
"Este desfile se convierte cada año en una contundente
demostración al respaldo de nuestro pueblo a la actualización del modelo
económico y social que elegimos libremente como nación soberana", dijo
Guilarte.
Asimismo, reiteró la exigencia de Cuba a Estados Unidos
para que levante el embargo económico impuesto en 1962 y devuelva el
"territorio ilegalmente ocupado por la base naval de Guantánamo", en el
extremo oriente de la isla.
Otrora enemigos de la Guerra Fría,
los dos países mantienen todavía serias diferencias que impiden una
normalización plena de sus relaciones, pese a la histórica visita a La
Habana que realizó en marzo el presidente Barack Obama.
De los casi cinco millones de trabajadores cubanos, un 71% labora en el sector estatal, según las estadísticas oficiales.
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