LA HABANA.- Un sector de la oposición al régimen cubano, bajo la consigna Día de la Rebelión ha estado
reclamando en los últimos días el apoyo ciudadano a una rebelión
nacional señalada para el próximo 13 de julio, sábado, día en que se
cumplen 25 años de la muerte de 41 cubanos en el el hundimiento del
remolcador «13 de marzo», ordenado por el régimen de La Habana. según recoge hoy en Madrid, el diario Abc.
Lázaro Mireles Galbán,
uno de los gestores y activista de la plataforma «Movimiento: acciones
por la democracia», reveló que esta acción forma parte de «la intención
de crear una coalición hacia la democracia en Cuba» a partir de
conversaciones con diferentes líderes de plataformas, movimientos y
partidos opositores al régimen dentro y fuera de la isla.
Según informaciones difundidas por este activista a través de las
redes sociales, a la convocatoria se han sumado ciudadanos cubanos
radicados fuera de Cuba y el 13 de julio se realizarán
acciones simultáneas en Estados Unidos, Canadá, Chile, Perú, Uruguay,
Reino Unido, Alemania, España y Suecia, aunque no descarta que en otros
países se vayan sumando «otros cubanos en apoyo a esta acción».
«Nos
hemos puesto de acuerdo en que antes de llegar a la coalición se debía
lanzar un movimiento de acciones. Lanzamos entonces “Movimiento:
Acciones por la Democracia” y entre estas tomamos la decisión de apoyar
el Día de la Rebelión -Día R-, no solo dentro, sino también fuera de
Cuba», dijo Mireles Galbán.
«Se
trata, en Cuba, de convocar a una salida pacífica a las calles, sin que
haya líderes o que si los hay no se den a conocer previamente, y que el
trabajo se haga poco a poco y de cara a cara con la gente. No podemos
exponerlos, porque dentro de Cuba tendrían todas las de perder y tenemos
la responsabilidad de protegerles», ahondó.
En la madrugada del sábado 13 de julio de 1994, bajo el mandato del fallecido dictador Fidel Castro,
el régimen propició la muerte de 41 personas -entre ellas diez menores
de entre seis meses y doce años de edad- quienes a bordo del remolcador
«13 de marzo», intentaron cruzar el estrecho de la Florida con destino a
EE.UU., huyendo de la grave crisis económica que azotaba la isla y que
el Gobierno, en su persistente eufemismo, llamó «Período Especial en
Tiempos de Paz».
Los testimonios de varios de los 31
sobrevivientes describieron que el remolcador fue embestido
intencionadamente por las embarcaciones de salvamento y lucha contra
incendio Polargo 2, Polargo 3 y Polargo 5, equipadas con mangueras de
agua a presión que provocaron el hundimiento a unas siete millas de la
bahía de La Habana.
Hasta la fecha, el régimen en la isla insiste
en que se trató de un accidente. El 5 de agosto de ese mismo año Fidel
Castro calificaría de «esfuerzo verdaderamente patriótico» la actuación
de las personas que provocaron el hundimiento del «13 de marzo». Ninguna
de estas personas ha sido juzgada ni condenada por la responsabilidad
en aquellos hechos.
Por otra parte, el manifiesto del Proyecto
político-social de desobediencia civil por la Libertad y la Democracia
definió que estas acciones contra el régimen surgen en «la idea de un
grupo de cubanos que vieron en un día de rebelión nacional su esperanza
de ser libres». El propósito, de acuerdo con el manifiesto, es «educar,
preparar y organizar» a todos los cubanos del mundo que responsablemente
quieran salir a las calles pacíficamente un día que será determinado
estratégicamente «y que hemos denominado Día R». Los organizadores
dentro de Cuba «permanecerán en el anonimato».
Para
el activista, no solo debe contar el apoyo y sanciones internacionales,
ya que «el pueblo cubano necesita vencer el miedo colectivo y salir
pacíficamente a las calles en su legítimo reclamo de libertad para ganar
más apoyo y respeto de la comunidad internacional», acotó en la
declaración.
Bajo el lema «Rebelión, libertad y prosperidad», el llamado al Día R
está sustentado en los principios de «restablecer el orden
constitucional, rescatar los principios democráticos y de respeto a los
derechos humanos y rescatar los principios éticos y morales, el
patriotismo y la responsabilidad cívica».
Como programa de
política y de gobierno, el proyecto propone, «en espera de la unidad de
todas las fuerzas opositoras», asumir la línea del Partido Nacionalista
Cubano «en caso de que el Día R encienda la chispa que nos proporcione
la salida de la dictadura del poder y se presente ese escenario
político, y lo hacemos en virtud de que este es el único partido que ha
manifestado su apoyo incondicional al proyecto de rebelión nacional»,
expresó el documento en sus líneas finales.
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