NUEVA YORK.- Decenas
de países condenaron en la ONU este miércoles el embargo estadounidense
impuesto a Cuba hace más de medio siglo, tildándolo de "anacrónico" e
"indefendible", en el primero de dos días de debate y en un contexto de
nuevas sanciones contra la isla comunista.
Durante
27 años consecutivos Cuba ha recogido un abrumador apoyo a su
resolución de condena al embargo estadounidense en la Asamblea General
de las Naciones Unidas, a la que se oponen usualmente solo Estados
Unidos e Israel. Y este año no se presenta muy distinto, aunque puede
haber un par de sorpresas.
Con casi 50 oradores inscritos en el debate, la votación quedó para el jueves.
El
embargo estadounidense, impuesto hace 57 años y endurecido en varias
oportunidades, no ha logrado derribar al gobierno del Partido Comunista
cubano.
Pero
las nuevas sanciones adoptadas por el gobierno de Donald Trump, que
busca un cambio de régimen tanto en Cuba como en Venezuela y que
considera a La Habana responsable de la supervivencia del gobierno de
Nicolás Maduro, provocan crecientes penurias en la isla, que atraviesa
una fuerte escasez de combustible y una caída en sus ingresos.
"Estados
Unidos permanece solitario en este embargo injustificado", dijo en la
Asamblea General Yashar Aliyev, embajador de Azerbaiyán ante la ONU, en
nombre del Movimiento de Países No Alineados.
"La
guerra de sanciones ha sido desencadenada por Estados Unidos para
lograr su objetivo: derrocar al liderazgo cubano, que no le conviene, y
castigarlo por su apoyo al legítimo gobierno de Venezuela", denunció en
la Asamblea el vicecanciller ruso Alexander Pankin.
La
representante de Granada, que habló en nombre de 14 países caribeños
del CARICOM, condenó el embargo por "anacrónico", mientras el de
Sudáfrica aseguró que es "indefendible" y la de Guyana lo catalogó de
"aberración".
"Cuba
está recopilando su lista anual de quejas para una votación hoy en @UN
sobre el embargo. La realidad es que la mala gestión del régimen de
Castro es responsable de fallas de la economía cubana", tuiteó este
miércoles el jefe de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica,
Michael Kozak.
El
canciller cubano, Bruno Rodríguez, que se encuentra en Nueva York para
la votación, advirtió en Twitter que Estados Unidos "despliega intensas
acciones de presión, en particular vs. 6 países latinoamericanos, para
forzarlos a cambiar su tradicional voto" a favor de Cuba en la ONU.
Para
Christopher Sabatini, investigador del centro de análisis Chatham House
para Latinoamérica y profesor de la Universidad de Columbia, "menos de
cinco países apoyarán el embargo estadounidense" contra Cuba en la ONU.
"Quizás
Guatemala, quizás Brasil" cambien su voto este año y no condenen el
embargo, añadió Sabatini, para quien es "muy, muy improbable" que la
política estadounidense resulte en un cambio de régimen en Cuba,
mientras que como siempre, la isla presentará la votación en la ONU como
un gran triunfo diplomático.
Aunque
hay cálculos electorales en juego, "hay personas en este gobierno (...)
que tienen una percepción errada de cómo ocurre la democratización",
afirmó. Se busca "castigar al gobierno sin una estrategia real,
coherente de cambio".
El
gobierno de Cuba asegura que desde que el presidente estadounidense
John F. Kennedy impuso el embargo a Cuba en febrero de 1962, menos de un
año después de que Fidel Castro declarase el carácter socialista de la
revolución cubana, éste ha provocado perjuicios a la isla por más de
138.000 millones de dólares al cambio actual.
Hace
un año, la resolución que reclamaba el fin del embargo impuesto en 1962
a Cuba fue apoyada por 189 países y rechazada solo por Estados Unidos e
Israel, igual que en 2017.
Pero
por primera vez desde 1992, Estados Unidos presentó varias enmiendas
que llamaban a Cuba a poner fin a las restricciones de la libertad de
expresión o a liberar a presos políticos, para las cuales no consiguió
respaldo.
Este año, Estados Unidos decidió no presentar ninguna enmienda.
Solo
una vez, en 2016, Washington se abstuvo de votar contra la resolución
que condena el embargo en un contexto de acercamiento del gobierno de
Barack Obama hacia la isla, que incluyó la reapertura de embajadas en
ambas capitales en 2015.
Pero
Trump dio marcha atrás a esa política y sigue aumentando la presión
contra la isla con nuevas sanciones que han provocado una crisis de
energía y que buscan limitar los viajes a la isla.
Incluso
asegura que será más duro con la isla que el "halcón" John Bolton, su
exasesor de seguridad nacional que acuñó la frase "troika de la tiranía"
para referirse a Cuba, Venezuela y Nicaragua, y que fue despedido en
septiembre.
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