lunes, 24 de febrero de 2020

Bajo el fuego de las sanciones de EEUU, Cuba lucha por saldar sus deudas


PARÍS.- Empresas extranjeras que sufren impagos y países acreedores forzados a hacer acopio de paciencia: en medio de fuertes sanciones de Estados Unidos y el nerviosismo de sus socios, el gobierno de Cuba intenta saldar sus millonarias deudas.

Tras haber negociado en 2015 con el Club de París la reestructuración de su deuda con 14 países, Cuba no pudo pagar a tiempo el año pasado los vencimientos a seis de ellos (Francia, España, Bélgica, Austria, Reino Unido y Japón).
Según una fuente diplomática, Cuba debía reembolsar en 2019 entre "32 y 33 millones" de dólares, de un total de 82 millones adeudados. Se expone ahora al pago de un 9% de intereses.
Ante este delicado problema, el vice primer ministro Ricardo Cabrisas prometió que su país pagará a mas tardar en mayo, según una carta oficial dirigida a la directora general del Tesoro francés y presidenta del grupo de países acreedores de Cuba, Odile Renaud-Basso.
"Tienen que proponer un calendario preciso", dice impaciente un embajador, aunque admite que el gobierno cubano "lo está pasando mal. No tienen liquidez".
Varios diplomáticos interrogados deploran el "precedente" creado y se muestran "inquietos" respecto a la situación en Cuba. "Dijeron que iban a pagar sus deudas", señala uno de ellos, y destaca que "no hay un plan, hay una falta de credibilidad".
"Nos encontramos con Cabrisas a comienzos del año", cuenta otro diplomático. Pese a su "tono derrotista", "nos dijo que su país no deseaba entrar en suspensión de pagos", como sucedió en 1986, agrega.
La isla quedó entonces aislada de los mercados internacionales hasta 2010, cuando varios países le condonaron prácticamente toda su deuda, entre ellos China en 2011 (6.000 millones de dólares), México en 2013 (400 millones) y Rusia en 2014 (35.000 millones).
El acuerdo con el Club de París marcó su retorno, pues 14 países -la mayoría europeos- acordaron eliminar 8.500 de los 11.100 millones de dólares que la isla les debía. Los 2.600 millones restantes fueron destinados a proyectos de inversión o deben ser reembolsados gradualmente hasta 2033.
Después, la Unión Europea se convirtió en el principal inversor y el mayor socio comercial de Cuba, con un intercambio de 3.470 millones de dólares en 2018. Paralelamente, las partes desarrollan un diálogo político.
"El no pago completo a los acreedores del Club de París da muestras de lo complejo de la situación económica y financiera cubana", opina el economista cubano Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana en Colombia.
"Cuba, desde hace al menos tres años tiene todos los síntomas de una economía en recesión y atravesando una crisis de balanza de pagos", y "es bien complicado salir de ese círculo vicioso (...) sin recibir la ayuda de un prestamista internacional (...) como el FMI, y además enfrentando la escalada de las sanciones de EEUU y los efectos de la crisis venezolana", considera Vidal.
La isla enfrenta el endurecimiento del embargo que Washington le aplica desde 1962, con leyes que penalizan a empresas extranjeras, medidas de presión sobre los bancos y otras que limitan las visitas de los estadounidenses al país.
Asimismo, sufre el impacto de la situación en Venezuela, su principal aliado y proveedor de petróleo, mientras que sus principales fuentes de ingresos están a media asta.
Por primera vez en una década, en 2019 la llegada de turistas cayó (en un 9,3%) y el envío de médicos cubanos al extranjero sufrió el retorno de 9.000 profesionales debido a disputas diplomáticas, especialmente con Brasil, país con el que Cuba entró en mora a mediados de 2018.
Según las últimas cifras oficiales, la deuda externa aumentó un 53% entre 2013 y 2016, y llegó a 18.200 millones de dólares.
"Lo que me preocupa más es la otra deuda, la que se ha formado con el crédito a los proveedores", que generalmente suelen esperar dos años para cobrar, subraya el economista cubano Omar Everleny Pérez.
Las empresas españolas, mayoritarias en la isla, acumulan impagos por 300 millones de euros, unos 325 millones de dólares, según Madrid.
"Claro que las sanciones [estadounidenses] afectan" la capacidad de reembolso de Cuba, asegura Pérez. Sin embargo, estima que, como el acuerdo con el Club de París es "políticamente importante", "sí se va a pagar".
"Pero [esto] no va a resolver el problema a largo plazo", precisa, tras denunciar la falta de reformas que estimulen al sector privado y relancen el crecimiento económico.
Acreedor de una parte de la deuda comercial de Cuba, de varios cientos de millones de dólares, el Club de Londres ha intentado en vano negociar un acuerdo con la isla durante los últimos siete años.
Miembro de ese club, el fondo de inversiones CRF I Ltd acaba de presentar una queja ante un tribunal británico. "Estamos perdiendo la paciencia", confió su presidente David Charters.
"Si [Cuba] quiere volver a tener acceso al mercado financiero internacional, ellos necesitan arreglar esto", concluyó.

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