Según explicó el ministro cubano de 
Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, Cuba ha 
atraído más de 6.000 millones de dólares en inversión extranjera desde 
que adoptó en 2014 una nueva legislación para regular la llegada de 
estos capitales.
 "No estamos al nivel que queremos, podemos atraer más 
capital extranjero. Pero vamos progresando, y aquí hemos tenido contacto
 con un grupo representativo de empresas que tienen interés en invertir 
en Cuba", dijo Malmierca.
 La reunión en Davos del 
Foro Económico Mundial (WEF, en inglés) ofrece, según el ministro, la 
posibilidad de entrar en contacto "con muchos actores, no solo 
gubernamentales, también empresas", en relación con "el interés que 
tiene Cuba de diversificar su inserción económica".
 
Cuba atraviesa en estos momentos un proceso de reforma constitucional 
para cimentar los cambios aperturistas en el sistema de economía 
centralizada que fueron impulsados bajo el mandato del anterior jefe del
 Estado, Raúl Castro, quien cedió el poder en abril al nuevo presidente 
Miguel Díaz-Canel.
 En lo económico, recordó Malmierca, Cuba "tiene una historia de mucha dependencia de un solo mercado".
 "Cuando éramos colonia de España, dependíamos de España; cuando íbamos a
 ser independientes, llegaron los americanos, ocuparon militarmente el 
país y entonces dependíamos de EE.UU., hasta la Revolución en el año 
1959".
 "Pero ahí vino el bloqueo económico, entonces la Unión Soviética nos vino a ayudar y dependíamos de la URSS".
 "Hoy pensamos", argumenta el veterano diplomático cubano, que fue 
representante de Cuba ante las Naciones Unidas, "que lo más conveniente 
para nuestra economía es tener una inserción bien diversificada y 
relaciones con muchos mercados diversos".
 La política
 hacia el capital extranjero aprobada por el gobierno de Cuba en 2014 
tiene "un enfoque sectorial": las autoridades han seleccionado una serie
 de sectores -dieciséis, puntualiza el ministro- en los que se ha 
"identificado exactamente qué queremos hacer con el capital extranjero".
 Los más de 6.000 millones de dólares comprometidos desde entonces van 
dirigidos al turismo, la energía, la minería, la industria o la 
agricultura. Pero el turismo sigue siendo el principal foco de interés.
 "No solo es el sector más dinámico, que crece con más rapidez, sino 
que, además, es el que puede arrastrar a otros sectores, porque, si 
podemos producir bienes y servicios en Cuba para suministrar a los 
turistas, mucho mejor", argumentó Malmierca.
 "El 
turismo va a seguir siendo básico para nosotros", pues muchas 
inversiones "están de alguna manera vinculadas" a él, como las 
relacionadas con las energías renovables o las infraestructuras.
 Malmierca se refirió también a la situación de la deuda contraída por 
Cuba con empresas españolas, un problema que fue abordado por el 
presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante la visita que 
realizó a la isla a finales de noviembre.
 "España es 
uno de nuestros principales socios comerciales, con la característica de
 que son pequeñas y medianas empresas españolas las que hacen 
tradicionalmente negocios con Cuba", según el ministro.
 Reconoció que "ha habido atrasos en los pagos en los últimos meses", pero se trata de "una situación coyuntural".
 Aseguró que hubo conversaciones "muy francas" al respecto durante la 
visita de Sánchez y de la ministra de Industria y Comercio española, 
Reyes Maroto.
 "Estamos trabajando para normalizar la situación", subrayó.
 El ministro anunció que, a lo largo de la próxima semana, el 
vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, Ricardo Cabrisas, 
realizará "una breve visita a Madrid" en la que volverá a abordarse la 
cuestión.