LA HABANA.-El príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camilla, duquesa de Cornualles, iniciaron este domingo una visita oficial de tres días a Cuba carente de contenido político pero que busca desplegar la "diplomacia constructiva" británica profundizando en la relación bilateral sin dejar de lado los disensos.
Se trata del primer viaje oficial a la isla de miembros de la realeza británica
y se enmarca en el estrechamiento de vínculos iniciado en 2016 con el
viaje del entonces ministro de Exteriores y actual ministro de Hacienda
del Reino Unido, Philip Hammond.
Aquella visita se produjo al calor del "deshielo" entre Estados
Unidos y Cuba, un proceso ahora truncado tras la llegada al poder de
Donald Trump, quien ha devuelto a mínimos la relación con la isla pese a
que las relaciones diplomáticas se mantienen.
Carlos de Inglaterra, príncipe de Gales, y su segunda esposa llegaron
al aeropuerto internacional José Martí de La Habana rozando las 17.00
hora local (21.00 GMT) en un vuelo de la Royal Air Force y fueron recibidos a pie de pista por la viceministra de Relaciones Exteriores, Ana Teresita González Fraga.
Tras una breve reunión en una sala de protocolo del aeródromo, el
heredero de la corona británica y la duquesa de Cornualles se dirigieron
junto a su comitiva a la conocida Plaza de la Revolución de la capital cubana para rendir tributo al prócer independentista José Martí.
Allí, en el mismo escenario donde el ya fallecido Fidel Castro
pronunció muchos de sus largos discursos y con las efigies de los
guerrilleros Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos de fondo, Carlos de
Inglaterra depositó una ofrenda floral, el único acto público previsto
para esa jornada.
Hoy lunes, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles fueron recibidos por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en el Palacio de la Revolución, y posteriormente se celebrará una cena de gala.
El programa de ese día incluye también un recorrido matutino por La Habana Vieja,
el casco histórico de la capital, declarado Patrimonio de la Humanidad
en 1982, en compañía del historiador de la ciudad, Eusebio Leal, así
como un encuentro con una representación de los "cuentapropistas", los
emprendedores del incipiente sector privado de la isla.
La Habana, que en noviembre próximo celebra el
quinto centenario de su fundación, fue tomada por tropas inglesas en
1762, que derrotaron al ejército español y la ocuparon durante once
meses.
La agenda para el martes comienza en la Zona Especial de Desarrollo
del Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de La Habana, donde Carlos de
Inglaterra presidirá la ceremonia de inicio de la construcción de un parque fotovoltaico de financiación británica.
Ese área es el proyecto estrella del Gobierno cubano para captar capital extranjero, en ella operan de momento 19 negocios y en 2018 atrajo inversiones por valor de 474 millones de dólares, su máximo histórico.
En la tarde del martes la pareja real asistirá a una gala cultural en el Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso".
La partida está prevista el miércoles 27 por la tarde, aunque antes
tendrá lugar una visita al Centro de Inmunología Molecular de La Habana,
una de las instituciones punteras de las investigaciones médicas en la isla, sector en el que el Reino Unido busca estrechar la colaboración.
La agenda se completará con recorridos por centros
comunitarios, instituciones culturales, agrícolas y una visita a un club
de autos clásicos británicos en La Habana.
El príncipe de Gales ha mostrado interés en las experiencias cubanas en agricultura orgánica, energías renovables, desarrollo comunitario y danza, mientras la duquesa de Cornualles presta atención al combate a la violencia de género la educación y la salud.
Fuentes diplomáticas explicaron esta semana que el matrimonio acostumbra a conversar con representantes de la sociedad civil de los países que visita,
y en el caso de Cuba desean conocer más sobre el debate ciudadano en
redes sociales dentro de la isla, que recientemente activó el servicio
de internet móvil.
El heredero británico y su esposa llegaron a Cuba procedentes de Granada, dentro de una gira por el Caribe
que ha incluido antes paradas en San Vicente y las Granadinas, y San
Cristóbal y Nieves, y que concluirá la próxima semana en las Islas
Caimán.
Esta visita de tan alto nivel, de acuerdo a las mismas fuentes, es un gesto que refleja el buen estado de la relación entre el Reino Unido y Cuba
con el fin de estimular aún más el desarrollo de los vínculos, un
compromiso que no significa que los dos países concuerden en todos los
ámbitos, sino que ven oportunidades para el intercambio.
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