viernes, 26 de abril de 2019

Los ateos creen en Dios, con enteógenos / Guillermo Herrera *

Un estudio realizado por científicos de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) asegura que más de dos tercios de los ateos que participaron en esa investigación dejaron de identificarse como tales después de tener un encuentro con Dios o con algo sobrenatural.

En el trabajo, publicado el pasado martes se utilizaron datos de 4.285 personas de todo el mundo, a quienes se les pidió responder encuestas sobre experiencias de encuentros con Dios, con un poder superior o con un ángel. Para muchas culturas, las epifanías corresponden a revelaciones o apariciones en donde los profetas, chamanes, médicos brujos u oráculos interpretaban visiones más allá de este mundo.

Esto fue un experimento científico controlado por una Universidad, pero yo no recomiendo a nadie que tome drogas alucinógenas, porque pueden producir daños en la salud mental y física, y porque no es necesario tomar ninguna sustancia intoxicante para tener experiencias espirituales, ya que existen muchos métodos naturales para el crecimiento personal y espiritual.

De hecho Buda prohibió en su día la ingesta de cualquier sustancia intoxicante para alcanzar la iluminación espiritual. Si el objetivo es liberarse de la ‘matrix’, del engaño, las alucinaciones nos atrapan más en dicho engaño. La iluminación espiritual bien entendida es la experiencia de lo divino. Esta experiencia se manifiesta en paz, amor, felicidad o sentido de unidad con el universo. Es un esclarecimiento interior.

ATEÍSMO
El ateísmo es, en su sentido más amplio, la ausencia de la creencia en la existencia de deidades. En su sentido estricto, es el rechazo de la creencia de que exista cualquier deidad. En una definición aun más restringida, el ateísmo es específicamente la postura que defiende que no existen las deidades. Se opone al teísmo, que en su forma más general es la creencia en la existencia de al menos una deidad.

De los participantes, 1.184 indicaron haber tomado psilocibina, también llamados hongos alucinógenos; 1.251 consumieron LSD, una sustancia psicodélica semisintética; 435 dijeron que tomaron ayahuasca, un brebaje de origen vegetal originario de culturas indígenas de América Latina; mientras que 606 mencionaron que consumieron dimetiltriptamina (DMT), un compuesto psicodélico que se encuentra en la naturaleza.

ENTEÓGENOS
Un enteógeno es una sustancia vegetal o un preparado de sustancias vegetales con propiedades psicotrópicas, que cuando se ingiere provoca un estado modificado de conciencia. Se utiliza en contextos espirituales, religiosos, ritualísticos y chamánicos, además de usos recreativos, lúdicos o médicos. Al día de hoy los usos de muchas sustancias enteogénicas se encuentran afectadas por la legislación penal y por los tratados internacionales sobre psicotrópicos.

El estado facilitado por los enteógenos se caracteriza por modificaciones en la percepción sensible y en la interpretación y asimilación interior de dichas percepciones sensibles, en estados de ánimo cambiantes y en fluctuaciones en la evaluación de la propia identidad y del afuera.

ALUCINÓGENOS
Se llama alucinógenos a cierto tipo de drogas que, en dosis no tóxicas, causan alteraciones profundas en la percepción de la realidad del consumidor. Bajo su influencia, las personas ven imágenes, escuchan cosas y experimentan sensaciones, muy distintas a las propias de la vigilia. Algunos alucinógenos también producen oscilaciones emocionales rápidas e intensas. En su aspecto negativo, en muchas ocasiones producen confusión mental, pérdida de memoria o desorientación en la persona, de espacio y de tiempo.

En general son sustancias que provocan estados alterados de conciencia que afectan a la percepción (alucinación) y varían la noción de la propia identidad. Sus efectos son muy variables, dependiendo tanto de la dosis como de las expectativas del sujeto, y del ambiente que le rodea durante la experiencia. Cuando, por una razón u otra, el balance de la experiencia resulta desagradable para el sujeto, lo cual es bastante frecuente, suele hablarse coloquialmente de un mal viaje.

El LSD o dietilamida del ácido lisérgico es la droga que se identifica más comúnmente con el término alucinógeno y la más ampliamente usada en este tipo de drogas. Se considera el alucinógeno típico, y las características de sus acciones y efectos se aplican a los otros alucinógenos, incluyendo a la mescalina, presente en el peyote, a la psilocibina de cierto tipo de hongos, y a la ibogaína, aunque varía la experiencia con cada alucinógeno.

SOBRENATURAL
Sólo 809 personas que tomaron parte en las encuestas dijeron haber experimentado un encuentro con algo sobrenatural sin haber tomado ninguna droga. Un hallazgo interesante del estudio fue que la mayoría de las personas que se identificaron como ateos -tanto en el grupo que no usó sustancias psicodélicas como en el que sí- dejaron de identificarse con esa orientación religiosa después de experimentar un encuentro místico.

Durante miles de años se ha informado de experiencias que algunas personas describen como encuentros con Dios o con un representante de Dios, y probablemente forman la base de muchas de las religiones del mundo.

Y aunque la medicina occidental moderna no suele considerar las experiencias espirituales o religiosas como una de las herramientas en el arsenal contra una enfermedad, (hay psiquiatras que sí lo hacen) estos encuentros conducen a menudo a mejoras en la salud mental.

EXPERIENCIA PSICODÉLICA
Se denomina experiencia psicodélica, viaje o vuelo a un estado alterado de conciencia derivado del uso de alguna droga alucinógena, o de algún otro tipo de práctica como la privación sensorial o el control de la respiración. La experiencia psicodélica suele incluir alucinaciones, percepciones muy intensas y sinestesia. La palabra psicodélico viene de la combinación de dos términos griegos que se traducen como “manifestar el Alma”.

A menudo se ha comparado la experiencia psicodélica con las vivencias que describen los místicos, lo que algunas culturas tradicionales atribuyen a los difuntos en su paso al Más Allá o las propias de ciertas psicosis. Aunque cada experiencia psicodélica es única, hay características recurrentes. Una de ellas es la sensación de conexión inmediata con todo lo que nos rodea y una comunión panteísta con el Universo.

La intensidad de la experiencia depende de la preparación previa del sujeto y de sus expectativas. La ilegalización de las drogas alucinógenas y su caída en desuso supone que el consumidor se encuentra ante un producto sobre cuya composición no tiene garantía sanitaria alguna y se puede envenenar. En el mercado ilegal de las drogas circulan auténticas porquerías tóxicas.

Además, cuando se recibe con resistencia, el cambio del estado común de conciencia al alterado puede provocar una vivencia angustiosa, pues la persona siente que pierde el control, la cordura o la conciencia, e incluso puede pensar que se acerca su muerte. Por eso yo no recomiendo a nadie en absoluto que tome sustancias intoxicantes.



(*) Periodista español

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