TORONTO.- El documental "El mundo o nada", que narra la vida en
Barcelona de dos gemelos cubanos que quieren cumplir su sueño de
convertirse en estrellas de la música y el baile, se estrena este sábado
en el festival HotDocs de Toronto.
El documental,
cuyo título en inglés es "The World or Nothing", es el primer documental
de la directora, actriz y escritora canadiense Ingrid Veninger, una de
las realizadoras "indies" más reconocidas de Canadá con seis
largometrajes de ficción hasta el momento.
En "El mundo o nada", Veninger, de 50 años de edad,
sigue durante 10 días a los hermanos Rubert y Rubildo Donatién Dinza,
dos gemelos cubanos de 29 años que pocas semanas antes de empezar el
rodaje habían llegado a Barcelona para cumplir sus sueños y hacerse un
hueco en el mundo de la música y el baile.
Horas antes del estreno, los dos hermanos confesaron que estaban "nerviosos pero muy ilusionados".
En una entrevista, Veninger reconoció que cuando empezó el filme no
tenía ninguna idea de qué tipo de historia contar y que simplemente
estaba siguiendo una corazonada que empezó en 2015.
Ese año, Veninger y su compañero pasaron las Navidades, como muchos
otros canadienses, en un complejo turístico de Holguín, en Cuba.
"La noche de Nochevieja, los vi sobre el escenario en el hotel. Eran
los mejores bailarines. Me impresionaron con su calidad, su carisma, su
pasión. Esa fue la primera conexión. Pensé en hablar con ellos al día
siguiente día, pero no los vi", explicó.
En 2017,
Veninger tenía que producir un documental como parte de la tesis del
máster que estaba realizando en la Universidad York de Toronto.
De inmediato, pensó en un documental centrado en los dos gemelos que
había visto a finales de 2015 en Holguín. Regresó al mismo hotel en las
Navidades de 2017 pero no los encontró. Finalmente consiguió que alguien
le proporcionase un número de teléfono y descubrió que estaban en La
Habana, a 12 horas por carretera desde Holguín.
"Encontramos un conductor para que nos llevara a La Habana el 31 de
diciembre y regresar el 1 de enero. Acordamos reunirnos en la recepción
de un hotel. Allí es donde hablamos durante dos horas", declaró la
cineasta.
Durante dos horas intentaron comunicarse.
De los dos hermanos, sólo Rubildo habla un inglés rudimentario y
Veninger no entiende español.
"Rubildo me preguntaba
sobre mi vida, mi familia. Después de una hora de conversación Rubert
dice que cree que estamos empezando a entendernos. Tras dos horas,
cuando estaban a punto de decir adiós, les digo que quiero hacer un
documental sobre ellos", afirmó.
"Les prometí volver
en mayo de 2018 para hacer el filme. Y me dijeron que estaban de
acuerdo, así que nos dimos la mano y nos despedimos",agregó.
Por su parte, Rubert y Rubildo reconocieron que cuando Veninger los
contactó en 2017, creyeron que "se había equivocado de personas".
"No creíamos que tuviéramos el talento para que quisiera hablar con nosotros", indicaron.
Pero en abril de 2018, cuando Veninger los volvió a contactar, los hermanos le dijeron que se habían ido a vivir a Barcelona.
"Primero fuimos a Alemania pero allí las posibilidades de darnos a
conocer eran más difíciles. Así que nos fuimos a Barcelona", explicó
Rubildo.
Veninger reconoce que todo el proyecto era
"irracional" porque no sabía cuál era la historia. "Todo el mundo me
decía que era una locura. Pero yo confío en esos presentimientos, esa
curiosidad, esas sensaciones".
"Cuando empecé a rodar
con ellos y vi sus movimientos y absorbí su conexión y sentí su energía
en secuencias largas, supe que iba a ser un largometraje. Pero sólo
después de 3 o 4 días sentí por primera vez que todo mi filme sería
sobre los gemelos", admite.
"Para mí es una historia
que conecta con mi pasado, cuando mis padres vinieron a Canadá
procedentes de la antigua Checoslovaquia y tuvieron que dejar todo lo
familiar y todos el mundo que querían y empezar desde cero y reconstruir
su vida", confiesa.
"Es la historia de mucha gente
en el mundo. Es una historia de seguir tus sueños contra todo y de
perseverar con optimismo. Es una historia positiva", puntualizó.
"Creo que en estos momentos que a veces se siente sin esperanza, estos
dos hermanos que trabajan tan duro y son tan apasionados y que
afortunadamente se tienen el uno al otro, son un interesante antídoto
contra la falta de esperanza", terminó.
Un año
después del inicio del rodaje, Rubert admitió que hubo momentos
difíciles en la filmación como durante la entrevista cuando tenían que
hablar de su madre y su padre.
"Nosotros siempre hacemos lo que ellos nos enseñaron -subrayó- y lo que queremos es que estén orgullosos de nosotros".
Y sobre su vida en Barcelona, Rubert dijo que es "estupenda", aunque también que se han tenido que adaptar.
"En Cuba pones música en la calle y bailas con cualquiera porque sí, no
por dinero. Aquí no se puede hacer así", confesó con una sonrisa.
Conozco la historia y sé que va a ser un éxito taquillero. Tienen un talento increíble y un corazón gigante. Se lo merecen.
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