viernes, 17 de mayo de 2019

La tensión con China hunde las bolsas / Guillermo Herrera *

La guerra comercial contra China desatada por el Presidente Trump ha provocado la caída de las bolsas en la mayor parte del mundo. Las diversas medidas tomadas por ambos países con la subida de los aranceles, han estado afectando severamente el comportamiento del sistema financiero, y produciendo grandes pérdidas en los mercados mundiales.

Las empresas más afectadas han sido las tecnológicas, en donde Wall Street ha venido cerrando con fuertes pérdidas. Mientras las bolsas europeas caían de media un 1,2%, el índice Dow Jones de Industriales, principal indicador de Nueva York, caía un 2,4%, igual que el selectivo S&P.

La clave de la caída de las bolsas a nivel mundial se debe a que los mercados habían dado por hecho de que iban a arribar a buen puerto las negociaciones entre Estados Unidos y China para lograr un acuerdo comercial.

La posibilidad de que la economía mundial se vea fuertemente impactada por una confrontación aún más agresiva de Estados Unidos contra China ha afectado a los mercados financieros. El temor a una recesión en EEUU o en Europa, o a una presunta desaceleración en China, o a una crisis de los mercados emergentes, se vuelve a reinstalar en la economía mundial con una paralización del crecimiento económico.

EUROPA
También las bolsas europeas caían el jueves, después de que Washington incluyera en su lista negra al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, añadiendo otro frente de confrontación a la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Pero la Bolsa española cerró el jueves con un alza del 1,39%, la mayor desde hace dos meses.

También el euro se apreciaba el jueves contra el dólar y la libra esterlina, ante una menor preocupación por un aumento de aranceles de Estados Unidos a las importaciones de autos, aunque el ascenso era limitado por la ansiedad en torno a las elecciones parlamentarias de Europa de este mes.

Por su parte el banco de inversión más grande de Alemania, el Deutsche Bank, puede provocar la próxima crisis mundial, según reveló el Fondo Monetario Internacional. Por sus colosales proporciones, que caiga como lo hizo Lehman Brothers es un peligro no sólo para la UE, sino para la economía mundial.

UN AS EN LA MANGA
Uno de los ases bajo la manga de China son los 1,13 billones de dólares en deuda pública de EE.UU. El gigante asiático sigue siendo el mayor tenedor del mundo de bonos del Tesoro. Si deja de comprarlos o comienza a venderlos, esto podría derribar los precios de los bonos en EE.UU. y subir su tasa de interés. De este modo, el mercado sufrió un 'terremoto' en 2018, cuando los funcionarios chinos recomendaron desacelerar o parar la compra de bonos estadounidenses.

Como resultado, le sería mucho más complicado a Estados Unidos pagar su deuda, y a los empresarios y prestatarios individuales obtener préstamos. Esto complicaría el crecimiento de la economía estadounidense, aunque la medida sería contraproducente para el gigante asiático, y también tendría consecuencias devastadoras para los mercados financieros mundiales.

Varios analistas han catalogado esta eventual decisión como la “opción nuclear” de China, motivada por los aranceles impuestos por EE.UU. en el marco de la guerra comercial que libran ambos países desde hace varios meses. En tal caso, habría un caos absoluto en los mercados mundiales de divisas, y posteriormente en los mercados de valores mundiales.

OTRAS REPRESALIAS
También Pekín podría devaluar el yuan para reducir el impacto del aumento de los aranceles sobre la economía china. En 2018 la divisa china se devaluó un 5,5% frente al dólar, provocando la ira de Trump, y las especulaciones acerca de que el país asiático podría haber estado detrás de esta depreciación.

Hay varias esferas en donde China puede golpear a EE.UU. con fuerza. Sin ir más lejos, el primer objetivo para las represalias chinas podría ser una de las prioridades de Trump antes de las elecciones presidenciales de 2020: la agricultura, incluido el trigo, el maíz, la soja y la carne de cerdo.

China iba a comprar cien aviones Boeing 737 como parte de un esfuerzo por satisfacer las demandas de Estados Unidos para reducir el déficit comercial, pero al final acabó comprando a Europa aviones Airbus. Sin embargo, ahora Pekín puede apuntar a los fabricantes de aviones y vehículos de EE.UU., lo que dificultaría la entrada de estos productos al mercado chino.

Las guerras comerciales que se basan en la subida de aranceles, como la presente, se quiera o no influyen negativamente en los precios de bienes y servicios. A la larga, el proteccionismo es una amenaza para los consumidores y perjudica negativamente los efectos positivos de la globalización.

Las tarifas pueden influir a corto plazo y positivamente en la economía de un país, pero a medio y a largo plazo las perspectivas no son nada halagüeñas: las naciones se aíslan y pierden competitividad, de modo que el consumidor es quien sale perdiendo siempre. Esperemos que se arregle este problema.



 (*) Periodista español

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