NUEVA YORK.- El crecimiento de la economía global
se está ralentizando de forma generalizada como consecuencia de las
tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, y debido a la
incertidumbre política, según advirtió este martes la ONU.
En un nuevo informe, la organización pronosticó que el mundo avanzará
durante 2019 a un ritmo del 2,7 %, un empeoramiento con respecto al 3%
que Naciones Unidas había calculado en enero.
Para 2020, Naciones Unidas espera ahora mismo un
crecimiento del 2,9 %, frente al 3 % que vaticinaba anteriormente,
aunque advierte de que existen varios factores que amenazan el rumbo de
la economía global, en especial, una posible escalada aún mayor de los
problemas comerciales.
"Las tensiones comerciales sin
resolver que experimentamos y la gran incertidumbre política
internacional siguen dañando las perspectivas de crecimiento", explicó
en una conferencia de prensa Elliott Harris, economista jefe de la ONU.
Naciones Unidas apuntó que varios de los riesgos potenciales de los que advertía a inicios de año se han materializado.
Dawn Holland, la jefa de la sección de Seguimiento Económico Global del
Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, reconoció que
las disputas comerciales "han persistido más tiempo de lo esperado",
algo que también ha ocurrido con la incertidumbre en torno a la salida
del Reino Unido de la Unión Europea.
En paralelo,
continúan las tensiones geopolíticas y los problemas internos en algunos
países, que se unen a algunos desastres naturales de importancia como
el ciclón que golpeó el sur de África este año.
En todo caso, el choque entre EE.UU. y China aparece como el principal factor de la ralentización.
Según apuntó Holland, el comercio bilateral entre las dos potencias se
ha reducido un 15 % desde el pasado septiembre, cuando se intensificó la
disputa con nuevos aranceles.
La guerra comercial ya
está teniendo un impacto a escala global y la ONU calcula que en 2019
el comercio mundial crecerá un 2,7 %, muy lejos del 3,6 % al que avanzó
el año pasado.
La organización advierte que, de
seguir aumentando los aranceles y las medidas de respuesta, también
pueden sufrir las economías menos desarrolladas, sobre todo aquellas
cuyas exportaciones dependen en gran medida de esos países.
Además, la ONU destaca otros riesgos para la economía mundial, como los
posibles desequilibrios que pueden darse si continúa la flexibilización
de las políticas monetarias adoptada por algunos bancos centrales para
dar respuesta al escaso crecimiento.
Naciones Unidas
también alerta de los crecientes impactos del cambio climático, con
desastres naturales cada vez más frecuentes y pide un enfoque sobre el
clima más coordinado a escala global, que incluya el uso de mecanismos
para hacer pagar por as emisiones de carbono.
Ahora
mismo, la ralentización del crecimiento es generalizada y afecta tanto a
las economías más desarrolladas como a aquellas en vías de desarrollo.
Naciones Unidas prevé para 2019 un crecimiento del 2,3 % en Estados
Unidos, del 1,5 % en la Unión Europea, del 0,8 % en Japón o del 1,4 % en
Rusia, todas cifras peores de lo que se calculaba hace sólo cinco
meses.
Mientras, el conjunto de las economías en
desarrollo progresaría un 4,1 %, frente al 4,3 % de 2018, con una ligera
mejoría en África, pero con retrocesos en una mayoría de regiones.
Latinoamérica y el Caribe, donde la ONU espera una leve aceleración del
crecimiento, seguiría a la cola del mundo, con un alza del sólo el 1,1
%.
Dentro de esa región, los peores datos son los de
Sudamérica (0,7 %), mientras que Naciones Unidas vaticina que la
economía de México y Centroamérica ganen un 2,0 % y que la del Caribe
progrese un 1,9 %.
En su informe, la ONU alerta de
que los países en vías de desarrollo no están creciendo al ritmo
necesario para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la
gran agenda contra la pobreza que busca entre otras cosas acabar con la
pobreza extrema para 2030.
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