MIAMI.- El VIII Congreso Internacional del
Banano comenzó este miércoles sus sesiones de trabajo con llamamientos a
los productores para que usen más innovación y tecnología, lleguen a
acuerdos entre ellos para no bajar los precios y "conversen" con el
consumidor.
La industria bananera debe apostar por la
innovación, la investigación y la utilización de tecnologías y del
conocimiento científico para enfrentar el reto de la alimentación
mundial, señaló el presidente de la Corporación Bananera Nacional de
Costa Rica (Corbana), Eduardo Gómez, al abrir las sesiones de trabajo.
Corbana organiza anualmente esta importante reunión, que
abarca temas como el transporte, la investigación, la logística, la
comercialización, las plagas, la innovación, el efecto del cambio
climático, la sostenibilidad y las tendencias de consumo del banano, una
fruta fundamental en la dieta de 400 millones de personas.
Más
de 700 representantes de la industria bananera provenientes de 40
países se han dado cita este año para el congreso, que se celebra en
esta ciudad y no en Costa Rica, porque aquí no hay cultivos de banano y,
por tanto, no es posible que los asistentes lleven de regreso a sus
países los patógenos de plagas como el hongo Fusarium raza 4, que aún no
esta presente en América.
Los avances en la lucha
contra ese devastador hongo y en cómo evitar su ingreso al continente
americano tienen gran peso en la agenda del congreso.
"No
queremos que llegue a ningún país de América", dice Jorge Sandoval,
director de investigaciones de Corbana, una organización con 40 años de
antigüedad.
Sandoval subraya que si las fincas
bananeras de Costa Rica, tercer exportador mundial de banano, solo
superado por Ecuador y Filipinas, tienen una productividad "muy alta" es
en gran parte debido a las "aplicaciones de la ciencia y la tecnología
al cultivo".
Con 48.000 hectáreas dedicadas al banano y
una productividad de 2.700 cajas por hectárea para una proyección de
exportación de 120.000 millones de cajas al año, los bananeros de Costa
Rica no están pensando en dedicar más superficie al banano sino en
centrar los esfuerzos para ser más eficientes, hacer una "agricultura de
precisión", dijo Sandoval.
La conferencia inaugural
del congreso estuvo a cargo del belga Bram Govaerts, director global de
Innovación Estratégica del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y
Trigo, con sede en México.
Govaerts dijo que
los mismos aprendizajes valen para el maíz y el banano, pues hoy se debe
ver el sector agrario como un sistema integrado, y destacó que las
respuestas a los problemas y crisis en ambos casos son la innovación y
la "cocreación".
Con ese término se refirió a las interacción del productor con el consumidor, el científico y el tomador de decisiones.
Para
Govaerts, el banano tiene la ventaja respecto al trigo y el maíz
porque, al tratarse de un producto final, que lo pelas y lo consumes, el
productor puede establecer "una conversación directa con el
consumidor", que hoy en día quiere tener la mayor información posible
antes de decidir lo que va a comer.
Esa es una "gran
oportunidad" para los productores bananeros, que deben aportar
información, datos de nutrición y la historia de su cultivo para que
viajen con el producto y sirvan para ponerlo en valor en el supermercado
o la frutería, agregó.
En el mismo sentido se
pronunció el consultor de la industria bananera Benjamín Paz, que hizo
una detallada presentación con sus opiniones acerca de hacia dónde va el
sector y puso en el número uno de su lista de recomendaciones "aumentar
los precios".
"Nos lo merecemos", subrayó Paz, quien
indicó que por ejemplo hay que actualizar los precios en Estados Unidos,
en donde los consumidores pagan lo mismo por la libra de banano que en
2008.
Paz mencionó el caso de la cadena de
supermercados alemana Aldi que se plantó y ofreció un precio de 12 euros
por la caja de banano, inferior al que pagaba, para expresar que el
juego de la oferta y la demanda sigue funcionando y eso puede pasar
siempre.
A su juicio, es necesario cambiar los
términos de la relación vendedor-comprador para lograr que ambos puedan
obtener ganancias y no ser siempre tu pierdes/yo gano, pero también
establecer alianzas entre los mismos productores para no ceder ante una
bajada de precios unilateral.
El banano es el octavo
cultivo alimenticio más importante del mundo y el cuarto en los países
menos desarrollados, según la Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La producción
de banano se da en 135 países y en territorios en zonas tropicales y
subtropicales. Actualmente, el comercio de exportación internacional de
banano asciende a más de 10.000 millones de dólares, de acuerdo con los
datos de la FAO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario