MIAMI.- En lo que parece ser una una creciente batalla legal, la corporación
estadounidense Exxon Mobil ha presentado una demanda contra las
compañías cubanas Cimex y Cupet por el uso de una refinería y otras
instalaciones expropiadas hace seis décadas por el gobierno de Fidel
Castro, según el 'Nuevo Herald'.
Exxon es la primera compañía estadounidense en
presentar una demanda contra compañías del gobierno cubano, tras la
entrada en vigor del derecho a presentar demandas judiciales —amparadas
en el Título III de la Ley Helms-Burton o ley Libertad—, contra
compañías cubanas y extranjeras que se han beneficiado del uso de bienes
y propiedades que fueron nacionalizadas o confiscadas por el gobierno
comunista.
El presidente Donald Trump decidió por primera vez no
suspender el controversial artículo, como había sucedido hasta ahora
desde que la ley fue aprobada en 1996.
La demanda de Exxon, presentada en una corte
federal del Distrito de Columbia el jueves, se suma a otras dos
presentadas en Miami contra la compañía de cruceros Carnival, por el uso
de los puertos de Santiago de Cuba y La Habana sin haber ofrecido
compensación a quienes el gobierno de Estados Unidos reconoce como sus
legítimos dueños.
“Esta demanda es inmensamente significativa”,
opinó John Kavulich, presidente del U.S-Cuba Trade and Economic Council y
quien ha seguido de cerca el tema de las reclamaciones. “La compañía de
energía más grande de los Estados Unidos, la quinta empresa de energía
más grande del mundo utiliza el Título III de la Ley de Libertad para
demandar a una compañía propiedad del gobierno de Cuba”.
Kavulich cree que la acción de Exxon estimulará a
otras compañías a presentar sus reclamaciones y sobre todo, aumentará
el temor de las compañías extranjeras de hacer negocios en Cuba. Más
sorprendente que las esperadas demandas contra las compañías de crucero,
la acción, agregó el experto, “es consistente con los esfuerzos de la
compañía para recuperar activos en Venezuela y defenderse en otros
países”—Exxon demandó a PDVSA por activos nacionalizados por el gobierno
del fallecido Hugo Chávez en Venezuela.
Exxon Mobile Corporation (anteriormente conocida
como Standard Oil) argumenta en la demanda que la Corporación Cimex S.A.
y la Unión Cuba Petróleo (Cupet) han explotado durante años una
refinería en el puerto de La Habana (la actual Nico López),
instalaciones y gasolineras que pertenecían a subisidiarias de la
compañía estadounidense con un valor original de casi 72 millones de dólares.
Según la demanda, la refinería conocida anteriormente como Belot fue
nacionalizada en 1960 y la compañía no recibió compensación.
La ley Helms-Burton permite a las compañías
demandar por daños equivalentes al triple del valor original, más un
seis por ciento de interés anual, así como recobrar los gastos del
litigio.
El Departamento de Justicia certificó casi 6,000
reclamaciones de ciudadanos y compañías estadounidenses cuyos bienes
fueron expropiados a partir de la llegada al poder de Castro en enero de
1959. A eso se suman las posibles demandas que pudieran presentar los
cubanoamericanos que luego obtuvieron la ciudadanía en Estados Unidos,
según lo reconoce la ley Helms-Burton.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, declaró el
jueves que su gobierno protegería a las compañías que fueran demandadas
aunque no explicó cómo.
“La Ley Helms-Burton es ilícita, violatoria del
Derecho Internacional, inaplicable y sin valor ni efecto jurídico”, dijo
en Twitter.
“Cuba protegerá a las entidades cubanas y extranjeras que
operan en el país y considera nula toda reclamación amparada en este
engendro jurídico”.
Pero, “independientemente de la posición del
gobierno de Cuba, si suficientes reclamantes certificados usan el Título
III, los miembros de la Unión Europea, Canadá, Japón, Rusia y China
ejercerán una inmensa presión sobre Cuba para negociar un acuerdo con
los 5,913 reclamantes certificados”, opinó Kavulich.
Fundada originalmente por el Ministerio del
Interior cubano, Cimex se encuentra en la lista de entidades cubanas
restringidas mantenida por el Departamento de Estado. Cimex forma parte de Gaesa,
el mayor conglomerado militar de empresas de Cuba, y realiza
operaciones financieras y de comercio exterior, gestiona tiendas,
restaurantes e inmobiliarias y opera junto a Cupet cientos de
gasolineras en el país.
Una de sus empresas de Cimex, Fincimex, tiene un
contrato con Western Union para gestionar el pago de las remesas en
Cuba, una de las principales fuentes de divisas del país.
Por su parte, Cupet operó por algunos años en conjunto con PDVSA la refinería de Cienfuegos hasta que retomó todo el control en el 2017.
En el pasado, quienes han ganado demandas contra
el gobierno cubano, no han podido cobrar la reparación acordada por la
corte porque el gobierno cubano no posee ya propiedades o cuentas en
Estados Unidos. Pero esto no parece haber sido suficiente para detener a
Exxon, que cuenta con un poderoso equipo legal.
Como Cimex gestiona los pagos de las remesas,
Exxon Mobil podría solicitar una parte de las tarifas que Western Union o
los clientes pagan a Cimex, si ganan el caso, señaló Kavulich. Western
Union también tiene reclamaciones certificadas por pérdidas en Cuba que
superan el millón de dólares.
El gigante petrolero estadounidense “tiene el
alcance comercial, económico y político para ubicar activos y litigar
por activos”, dijo el experto.
“Y, la Administración Trump sin duda
ayudará de cualquier manera que sea viable”.
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