MIAMI.- Más
de un millar de barcos de recreo arriarán las velas y atracarán en
Miami a partir de este jueves con motivo del Miami International Boat
Show, una de las ferias más importantes del sector náutico, que atrae a
miles de personas y genera negocios por más de 850 millones de dólares.
La
feria, en la que se dan cita las principales marcas de la industria, se
sitúa por quinto año consecutivo en el cayo Virginia, una de las islas
de la bahía Vizcaína, que está unida al continente por el puente que
lleva hacia cayo Vizcaíno.
Allí
se ha construido una marina provisional con materiales naturales donde
descansan 1.400 embarcaciones para el goce y disfrute de los amantes de
los yates y catamaranes.
Compañías
como la francesa Dufour Yachts, la danesa X-Yachts o la española De
Antonio Yachts, entre otras muchas, presentarán sus últimos modelos en
embarcaciones y las novedades en radares, sonares y demás aparejos en
una edición de esta feria en la que la sostenibilidad es la palabra
clave.
Son
muchos los que aprovecharán la oportunidad para darse una vuelta en las
diferentes embarcaciones, como por ejemplo, el Serenity 64, un yate
híbrido con placas solares de 20 metros de longitud y diseñado por Ken
Downing.
Sin
embargo, este no es solo un evento para "los ricos y famosos" sino que
hay productos para públicos con presupuestos medios, desde el Sunreef
80, un yate de más de 24 metros de longitud cuya marca no quiso revelar
su precio para tratar directamente con compradores, hasta el NauticStar
191 Hybrid, una embarcación de 30.000 dólares.
"Habrá
compañías de todos los tamaños, con empresas que presentarán sus barcos
de catorce pies (4 metros) hasta aquellos de más de ochenta (24
metros). Habrá variedad de productores y vendedores, por lo que no solo
es para grandes compañías, es una representación de toda la industria
náutica", comentó el director del evento, Larry Berryman.
Este
"escaparate global para Miami" es una de las ferias más importantes a
nivel internacional y se estima que tendrá un impacto económico de 854,2
millones de dólares y generará unos 5.700 puestos de trabajo, unas
cifras que equivaldrían a la celebración de dos Super Bowls, la final de
la Liga de Fútbol americano, al año.
"El
estado se beneficia enormemente de los impuestos que genera la feria y
hay muchas industrias fuera del mundo de los barcos a las que les afecta
también, ya sean hoteles, restaurantes o establecimientos de cualquier
otra índole", dijo Berryman.
En
esta edición número 79 los organizadores quieren concienciar sobre la
protección del medioambiente y abordar uno de los grandes problemas al
que se enfrentan los océanos: los plásticos de un solo uso.
"Desde
un punto de vista medioambiental, el gran desafío es cómo reducir los
plásticos de un solo uso. En su conjunto esta industria depende del
agua, nuestra supervivencia depende de ella y del acceso a agua limpia.
Es responsabilidad de todos mantener las aguas limpias e involucrar a
todo el mundo para conseguirlo", añadió.
Algunas
de las iniciativas consisten en la venta de botellas de aluminio
reutilizables, gafas de sol hechas con redes de pesca o la realización
de seminarios en los que expertos enseñarán a los visitantes lo qué
pueden hacer para proteger el ecosistema dentro de un barco, cerca de la
marina o en sus casas.
Por
otro lado, uno de los objetivos de este tipo de ferias es involucrar
"en el estilo de vida marítimo" a las familias jóvenes y a los más
pequeños, ya que los aficionados cada vez son más mayores y esto resulta
"crítico" para que una industria con grandes oportunidades laborales
siga adelante.
"Introducir
a los mileniales, nuestros jóvenes del futuro en la industria, es tanto
un reto como un objetivo que tenemos en mente para mantener esta
industria en movimiento. También animar a que los estudiantes opten por
la marina como una carrera. De media la marina paga un 20 % más que
cualquier otro trabajo en manufacturas o ventas", explicó Berryman.
Para
ello, los organizadores han planificado actividades para que los
menores salgan a navegar y aprendan cómo es el funcionamiento de un
barco y las diversas características de estos.
Además,
los visitantes que acudan al evento podrán hacerlo como verdaderos
marineros, ya que los organizadores proporcionan taxis acuáticos para
llegar desde el centro de Miami a los nueve muelles de la marina del
Miami International Boat Show.
Motores
de última generación, materiales de primera calidad y el equipamiento
más puntero convierten a Miami en la capital de la industria náutica
durante cinco días en los que el lujo y el entretenimiento se unen.
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