LA HABANA.- Cuba anuncia preparativos para la temporada de huracanes en el océano
Atlántico y en el Caribe cuyos pronósticos afirman que será muy activa y
"con nuevos records" una mala noticia en tiempos del Covid-19, aunque
en la isla luce "controlado", según las autoridades.
Especialistas cubanos dijeron esta semana a la prensa local que el surgimiento de tres tormentas tropicales en el área antes o poco después del 1 de junio, inicio de temporada, ya es un récord.
Las tormentas tropicales que al ampliar sus vientos y lluvias se convierten en huracanes, o ciclones pueden surgir desde junio a noviembre. Sin embargo algunas suelen formarse como excepción antes o después del lapso.
En 2020 ya se formaron las tormentas Arthur, Bertha y Cristóbal cuyos nombres se usan siguiendo el abecedario.
Según la lista aprobada por el Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial, los ciclones tropicales este año tras los mencionados Arthur, Bertha y Cristóbal se llamarán Dolly, Edourd, Fay, Gonzalo, Hanna, Isaías, Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paulette, Rene, Sally, Teddy, Vicky y Wilfred.
Miriam Teresita Llanes, jefa del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (Insmet) dijo en una entrevista con la agencia cubana Prensa Latina que el "anterior récord de formación más temprana de un tercer evento meteorológico de este tipo en una temporada databa del 5 de junio de 2016 con la tormenta tropical Colin, en el golfo de México".
En 2020 la
severa amenaza ciclónica para el área surge en momentos en el cual los
países tratan de mantener en ascenso una reapertura económica durante la
pandemia mundial del nuevo coronavirus, cuyo fin aún no se ha declarado
por ningún estado.
Uno de los pronósticos mas preocupantes es que pueden esperarse cuatro huracanes de gran intensidad.
Estas tormentas pueden ser extremadamente destructivas.
Científicos afirman que pueden liberar energía a la de una explosión nuclear.
Los de gran intensidad pronosticados para 2020 pueden tener categorías de 3 a 5, con vientos sostenidos de alrededor de 180 kilómetros por hora. Los estudios sobre calentamiento global para la zona del Caribe incluye a las tormentas tropicales entre los fenómenos que son fortalecidos por ese fenómeno junto a sequías y penetraciones del mar.
Los estudios en Cuba divulgados por la especialista Llanes señalan que al menos un huracán podría pasar por la isla antes que termine el lapso el 30 de noviembre.
La isla está preparada para seguir cuidadosamente a los huracanes que suelen surgir en una región tan lejana como los mares frente a las costas de África.
En el país operan 14 Centros Meteorológicos Provinciales, 68 estaciones convencionales y ocho radares meteorológicos para vigilancia y alerta temprana.
No obstante no hay armas para evitar un huracán salvo la de las evacuaciones y el resguardo de personas, de viviendas y otras instalaciones tanto como se pueda.
Toda la región en riesgo de "recibir" a uno de esos organismos tendrá que hacer planes y reservar recursos paralelamente a los que ya se utilizan para combatir la Covid-19,que sin vientos ni lluvias ha sido en extremo destructiva al cobrar vidas y golpear economías con gran intensidad.
Uno de los pronósticos mas preocupantes es que pueden esperarse cuatro huracanes de gran intensidad.
Estas tormentas pueden ser extremadamente destructivas.
Científicos afirman que pueden liberar energía a la de una explosión nuclear.
Los de gran intensidad pronosticados para 2020 pueden tener categorías de 3 a 5, con vientos sostenidos de alrededor de 180 kilómetros por hora. Los estudios sobre calentamiento global para la zona del Caribe incluye a las tormentas tropicales entre los fenómenos que son fortalecidos por ese fenómeno junto a sequías y penetraciones del mar.
Los estudios en Cuba divulgados por la especialista Llanes señalan que al menos un huracán podría pasar por la isla antes que termine el lapso el 30 de noviembre.
La isla está preparada para seguir cuidadosamente a los huracanes que suelen surgir en una región tan lejana como los mares frente a las costas de África.
En el país operan 14 Centros Meteorológicos Provinciales, 68 estaciones convencionales y ocho radares meteorológicos para vigilancia y alerta temprana.
No obstante no hay armas para evitar un huracán salvo la de las evacuaciones y el resguardo de personas, de viviendas y otras instalaciones tanto como se pueda.
Toda la región en riesgo de "recibir" a uno de esos organismos tendrá que hacer planes y reservar recursos paralelamente a los que ya se utilizan para combatir la Covid-19,que sin vientos ni lluvias ha sido en extremo destructiva al cobrar vidas y golpear economías con gran intensidad.
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