domingo, 18 de abril de 2021

Raúl Castro abandona la escena política, aunque su legado aún está por escribir


LA HABANA.- Raúl Castro, que se retira de los altos cargos públicos, trabajó la mayor parte de su vida a la sombra de su hermano mayor, Fidel Castro. Sin embargo, también desempeñó un papel clave en la revolución izquierdista de Cuba de 1959 y en la preservación del socialismo cubano.

Mientras que Fidel fue el líder carismático que animó a los cubanos a defender la revolución y desafiar a Estados Unidos, Raúl, de 89 años, convirtió al ejército en una formidable fuerza de combate que se enfrentó a enemigos como la invasión respaldada por Estados Unidos en Bahía de Cochinos.

Más tarde, después de que la caída de su antiguo benefactor, la Unión Soviética, llevara a Cuba a una caída en picado de su economía y la dejara políticamente aislada, puso en marcha reformas de mercado en su economía centralizada y trató de normalizar las relaciones con las potencias occidentales.

Pero deja el cargo en medio de una crisis económica que ha provocado escasez incluso de productos básicos y está amenazando el acceso universal a la sanidad y la educación de calidad que los partidarios del socialismo cubano aclaman como uno de los logros más importantes de la revolución.

El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, deshizo la distensión que Castro alcanzó con su predecesor, Barack Obama, y endureció el embargo comercial estadounidense de décadas. El despliegue de Internet ha alimentado la disidencia interna.

Aun así, unos treinta años después del fin de la Guerra Fría, Cuba sigue siendo uno de los últimos países del mundo gobernados por el comunismo.

"Prefiriendo siempre el papel de apoyo a su hermano y desempeñando ese papel de forma brillante, Raúl tuvo que asumir finalmente el liderazgo de Fidel por sí mismo en un momento en que la revolución mostraba todos los signos de flaqueza", dijo Hal Klepak, un historiador canadiense que vive en La Habana y que escribió un libro sobre la vida militar de Raúl.

"Que siga ahí, herida y sacudida, pero ahí, frente a fuerzas masivamente poderosas que quieren destruirla, es en gran parte resultado de su liderazgo".

Raúl apoyó a Fidel en su revolución contra el dictador Fulgencio Batista, respaldado por Estados Unidos, desde el principio, en 1953, cuando dirigieron un asalto fallido al cuartel Moncada. Más tarde demostró su liderazgo en el levantamiento guerrillero en la Sierra Maestra que finalmente derrocó a Batista.

En los primeros años del sistema de partido único de Cuba, era conocido como un ideólogo de mano dura que participó en los juicios sumarios y ejecuciones de partidarios de Batista, y más tarde en el encarcelamiento de miles de presos políticos.

También convirtió un grupo de guerrilleros en un temido ejército que luchó en guerras "antiimperialistas" en el extranjero, sobre todo en Angola, donde los soldados cubanos ayudaron a derrotar a las tropas sudafricanas.

Admirador temprano del comunismo, fueron Raúl y Ernesto "Che" Guevara, el médico nacido en Argentina y convertido en revolucionario marxista, quienes convencieron a Fidel de que buscara el apoyo de la Unión Soviética.

Pero también se apresuró a lanzar reformas para alejar a Cuba de una economía dirigida al estilo soviético, después de que la caída del Muro de Berlín sumiera a la isla caribeña en una crisis económica.

Primero estableció empresas prósperas dentro de las fuerzas armadas, que ahora controlan gran parte de la economía.

A continuación, impulsó reformas más amplias al llegar a la presidencia en 2008, ampliando el sector privado, tratando de descentralizar las instituciones estatales y abriendo la economía a una mayor inversión extranjera.

"Merece el mérito de haber abierto esta puerta, aunque luego tuvo muchos problemas de implementación y logró resultados bastante modestos", dijo Ricardo Torres, profesor de economía del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana.

Además de su histórica distensión con Obama, Castro mejoró las relaciones con la Unión Europea.

"Los 12 años de Raúl en el poder serán recordados por las políticas transformadoras que intentó llevar a cabo a pesar de la oposición concertada de los partidarios de la línea dura del régimen", dijo Brian Latell, un ex analista de la CIA que ha escrito libros sobre ambos hermanos.

Latell señaló que el acercamiento a Estados Unidos en 2014 se produjo a pesar de la oposición de su hermano, que murió dos años después.

Castro también buscó fortalecer las instituciones de un sistema originalmente centrado en un solo líder y la llamada generación histórica de guerrilleros, para asegurar un traspaso de poder sin problemas a una generación más joven de cuadros del partido.

Introdujo límites de edad y de mandato para los dirigentes y supervisó la aprobación de una nueva Constitución en 2019 que contribuyó a descentralizar el poder. En 2018 entregó la presidencia a un protegido, Miguel Díaz-Canel, y redujo sus apariciones públicas.

Su retiro del cargo aún más poderoso de primer secretario del Partido Comunista de Cuba, que se espera se haga oficial el lunes, pondrá fin a seis décadas de gobierno de los hermanos Castro.

La semana pasada se dirigió a los miembros del partido y dijo que seguiría siendo un soldado de a pie de la revolución "hasta el final de mis días".

Los analistas opinan que aún no se sabe si será recordado como un reformista de éxito o como el cuidador de un experimento socialista que ha fracasado."A pesar de toda su reputación como el Castro pragmático, hizo poco más allá de gestionar con éxito la transición a un liderazgo de segundo nivel", dijo Sebastián Arcos, director asociado del Instituto de Investigación Cubana de la Universidad Internacional de Florida, cuyo padre y tío fueron prominentes disidentes. "Y nadie sabe cuánto durará eso".

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