LA HABANA.- El presidente cubano, Miguel
Díaz-Canel, acusó este sábado a Estados Unidos de haber hecho retroceder
las "precarias" relaciones bilaterales "hasta el peor nivel" y se
preguntó qué más puede hacerle Washington a la isla "después de sesenta
años de persecución, agresiones y amenazas".
Díaz-Canel,
que pronunció el discurso de cierre de un pleno extraordinario de la
Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), arremetió contra el país
vecino, que, según dijo, "a todas luces busca estrechar el cerco contra
la soberanía cubana, recrudeciendo el bloqueo y en especial la
persecución financiera".
Las palabras del mandatario se producen a menos de una
semana de que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John
Bolton, pronuncie en Miami un discurso sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua
en el que se espera que refuerce la presión contra esos países y
anuncie nuevas sanciones sobre la isla caribeña.
"No,
señores imperialistas, los cubanos no nos rendimos ni aceptamos leyes
sobre nuestros destinos. En Cuba mandamos los cubanos (...). Nadie va a
arrebatarnos ni por la seducción ni por la fuerza la patria que los
padres nos ganaron de pie. Cuba sigue confiando en su fuerza y su
dignidad y también en las de otras naciones soberanas e independientes",
espetó el gobernante.
Calificó a EE.UU. como "un
enemigo tenaz y codicioso acechando cerca" que "amenaza, otra vez, y de
hecho se lanza con medidas insensatas que escalan en agresividad y saña"
y consideró que no se pueden "subestimar estas agresiones".
La
Administración de Donald Trump es contraria al "deshielo" bilateral
impulsado por el anterior presidente estadounidense, Barack Obama, y en
los últimos dos años ha paralizado el acercamiento y endurecido el
embargo sobre la isla, además de dejar su Embajada funcionando bajo
mínimos tras unos misteriosos incidentes de salud sufridos por
diplomáticos de EE.UU. en La Habana.
Díaz-Canel hizo
varias referencias al título III de la Ley Helms-Burton, suspendido
desde su aprobación en 1996 y que Washington amenaza con reactivar, lo
que permitiría a ciudadanos estadounidenses incluyendo a cubanos
naturalizados demandar en tribunales de ese país a empresas que se estén
lucrando con bienes incautados tras el triunfo de la Revolución en
1959.
"Este año se han esmerado en darnos plazos con
la posible aplicación del título III de la Ley de la Esclavitud, como en
realidad debería llamarse", algo que "han hecho con estilo de
perdonavidas desde 1996", prosiguió.
Aludió a los
plazos cada vez menores de suspensión de esa disposición, que "aplazan
por un mes o por unos días, con arrogantes amenazas, como quien sostiene
sobre todas nuestras cabezas una espada capaz de cortarlas si no nos
rendimos".
Desde su creación en 1996, el título III de
la ley Helms-Burton ha sido suspendido por todos los Gobiernos de
EE.UU. cada seis meses, pero el actual Ejecutivo ha acortado cada vez
más esos plazos, y ahora está previsto que la medida entre en vigor el 1
de mayo si el secretario de Estado, Mike Pompeo, decide no suspenderla.
Cuando
la Helms-Burton se aprobó hace 23 años, el bloque europeo y otros
países con intereses empresariales en la isla se opusieron ferozmente
porque temían que sus compañías fueran demandadas en EE.UU. y, por ello,
la Unión Europea denunció a Washington ante la Organización Mundial del
Comercio.
El litigio concluyó entonces con el
compromiso de EE.UU. de mantener el título III suspendido a cambio de la
retirada de la querella.
El ministro español de
Exteriores, Josep Borrell, en su visita a Washington a inicios de este
mes, transmitió a Pompeo, el rechazo del Gobierno de su país a la
activación del título III por los perjuicios que supone para el
abundante empresariado español en Cuba.
Por otro lado,
Díaz-Canel también se refirió a Venezuela, principal aliado político y
económico de la isla y cuyo presidente, Nicolás Maduro, tiene el total
respaldo de La Habana.
"Contra Venezuela se han
empleado a fondo repitiendo el guion de los primeros años contra la
Revolución cubana", señaló el mandatario, para quien hora "la novedad"
está en el uso de "tácticas de guerra no convencional", desde noticias
falsas hasta "sabotajes a las redes informáticas" son los que "el
imperio corta la luz y el agua a los venezolanos"
"Tratan
de rendir por hambre y carencias al bravo pueblo venezolano al que le
roban sus recursos financieros, mientras se afilan los dientes para
devorar las riquezas con que la naturaleza dotó en abundancia a esa
hermana nación", agregó.
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