LONDRES.- Estados Unidos y la Unión Europea
parecen haber entrado en rumbo de colisión por causa de un cambio en la
política de Washington hacia Cuba que amenaza a las empresas europeas
con inversiones en la isla, a juicio de la BBC.
La pasada semana, el gobierno del presidente
Donald Trump
anunció que permitirá que ciudadanos estadounidenses demanden a
las compañías extranjeras con intereses en propiedades confiscadas
después de la revolución de 1959, bajo los términos de la denominada
Ley Helms-Burton
.
Pero la UE ya advirtió que se podría verse "obligada a utilizar
todos los medios a su disposición
(…) para proteger sus intereses" en la nación caribeña,
incluyendo reactivar un caso en contra de EE.UU. en la Organización
Mundial del Comercio (OMC).
De hecho, en una carta enviada al secretario de estado de EE.UU.
Mike Pompeo
, las encargadas de relaciones exteriores y comercio de la UE
le recordaron que las empresas europeas demandadas en ese país podían
recurrir a los tribunales europeos para tratar de recuperar cualquier
pérdida.
Y en la misiva, citada por la agencia Reuters,
Federica Mogherini
y
Cecilia Malmström
también le hicieron notar a Pompeo que muchos de los principales potenciales demandantes bajo la
Ley Helms-Burton, también tenían intereses en la Unión Europea.
"Esto podría desencadenar un ciclo contraproducente que perjudicará el clima de negocios", se lee en la carta.
Las cancillerías de varios países europeos se han pronunciado en el mismo sentido, con Reino Unido recordando que considera "
ilegal, según el derecho internacional
(...) la aplicación extraterritorial de las sanciones del
Título III (de la Ley Helms Burton)" y advirtiendo que trabajará con la
UE para proteger a sus empresas.
"La mejor manera de alentar a Cuba a respetar
las libertades democráticas y los derechos humanos, implementar una
reforma política o desempeñar un papel menos nocivo en Venezuela es a
través del diálogo y la cooperación, no del aislamiento", dijo un
portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores británico.
"La
demanda ante la OMC
diría que es casi obligada", dio por su parte el embajador de España en Cuba, Juan Fernández Trigo.
Ley Helms-Burton
La Ley Helms-Burton fue aprobada por el
congreso estadounidense en 1996, pero su Título III, que permite las
demandas por propiedades en Cuba, fue suspendido casi inmediatamente
para evitar un conflicto con la UE y Canadá, que también tiene empresas
con importantes inversiones en Cuba.
Y durante 23 años, las administraciones
Clinton, Bush, Obama y hasta la del mismo Trump siguieron haciendo lo
mismo cada seis meses, con la última suspensión firmada por Pompeo a
inicios de mes para extenderla
hasta el próximo 1 de mayo
.
Trump, sin embargo, ha venido endureciendo la posición estadounidense en
claro contraste con la política de acercamiento de Barack Obama.
Y la pasada semana su asesor de seguridad nacional,
John Bolton
, anunció el próximo levantamiento de la prohibición como parte
de una serie de medidas destinadas a presionar a los gobiernos de
Cuba, Venezuela y Nicaragua
, a los que describió como
"una troika de la tiranía"
.
Aunque todavía no está claro si las
potenciales demandas, que se cree serían presentadas principalmente por
ciudadanos cubano-estadunidenses, serían admisibles en los tribunales
estadounidenses, que podrían verse sobrepasadas por las mismas.
Según la agencia de inteligencia Stratfor, las demandas vinculadas a las confiscaciones podrían sumar unos
6.000 casos
por un valor estimado en 1.900 millones de dólares, sin incluir décadas de interés.
Reuters, por su parte, afirma que el
departamento de Justicia de Estados Unidos ha certificado unos 5.913
reclamos de compañías e individuos que fueron sujeto de expropiación en
Cuba, por un valor estimado en 8.000 millones.
Mientras que el departamento de Estado
calcula que el levantamiento de la prohibición podría producir hasta
200.000 demandas judiciales.
Entre las firmas estadounidenses con derecho a reclamos figuran además verdaderos pesos pesados como
Exxon Mobil, Texaco, Coca Cola, Colgate Palmolive y Office Depot.
Pero muchas podrían abstenerse para no tener
que enfrentarse en tribunales a algunos de sus clientes o afectar sus
operaciones en la UE.
Problemas a la vista
Numerosos expertos también han advertido que
las posibilidades de que los que fueron confiscados reciban alguna
compensación podría verse complicado, en lugar de facilitado, por la
entrada en vigor del polémico Título III.
En contraste, lo que sí parece seguro es un
enfrentamiento entre Washington y Bruselas
, por más que Bolton haya dicho que la decisión no pasaría de
ser un pequeño bache para el mundo de los negocios pero "manda una
poderosa señal" a Cuba.
Entre las empresas europeas que podrían verse afectadas están las cadenas hoteleras españolas
Meliá, Iberostar y Barceló, así como su similar francesa Accor. También el fabricante de licores francés Pernod Ricard, dueño de la marca
Havana Club, y el conglomerado de bienes de consumo británico-holandés Unilever.
De hecho, desde 2017 la Unión Europea es el principal socio comercial de Cuba, que ha sido objeto de numerosas
sanciones comerciales
por parte de EE.UU. -incluyendo un embargo económico- desde el inicio de la década de 1960.
Pero, para muchos analistas, el
recrudecimiento de las sanciones -que se habían relajado muchísimo hacia
el final del segundo mandato de Obama- tienen como objetivo principal
debilitar la alianza entre Cuba y Venezuela.
Y, sobre todo, congraciar a Trump con la
influyente comunidad cubano-estadounidense de Florida
de cara a a las elecciones de 2020.
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