MIAMI.- Cientos
de escolares de media docena de colegios de Miami tiñeron las calles de
azul, rojo y blanco para celebrar el 167 aniversario del nacimiento del
prócer independentista cubano José Martí con un desfile por La Pequeña
Habana.
Este
colorido barrio de la ciudad de Miami, conocido por el ambiente cubano
que se respira entre sus avenidas, se llenó de más música de la habitual
cuando varios centenares de estudiantes desfilaron para honrar el
nacimiento del escritor y luchador por la independencia de Cuba de la
Corona española, que se alcanzó en 1898.
“Tratamos
de llevar el mensaje del verdadero José Martí, del que amaba el arte,
que decía ´arte soy entre las artes, y en los montes, monte soy, el
Martí orador, el periodista, el abogado, maestro, patriota, el Martí que
iluminó el camino de la libertad y dio su vida”, dijo el
organizador del desfile y fundador del grupo educativo Lincoln-Marti,
Demetrio Pérez.
El
desfile comenzó en la popular calle Ocho ante la sorprendida mirada de
turistas y vecinos que grababan y disfrutaban de la música y los bailes.
Ataviados
con los colores de la bandera cubana, instrumentos y los uniformes
oficiales de sus respectivos colegios, los menores marcharon alegremente
y en perfecta sincronía al ritmo de los tambores y trompetas durante
los casi dos kilómetros que hay hasta el parque José Martí.
Esta
es la edición número 45 de este desfile que se celebra todos los años
para honrar a aquel que “murió por la libertad de Cuba”, y que, como
cada año, termina frente al busto del revolucionario que se encuentra en
el mismo parque que lleva su nombre.
La
ciudad de Miami recibió este monumento en 1953 de parte de la República
de Cuba como un gesto simbólico en un momento en el que la ciudad era
“libre” y se donó para perpetuar el recuerdo y la vida del prócer.
Martí,
nacido en el seno de una familia española humilde en 1853 y considerado
uno de los poetas precursores del Modernismo, falleció en 1895 a los 42
años al ser tiroteado por las tropas españolas sin ver cumplido su
sueño de ver una Cuba independiente.
“Hoy
ante tantas versiones desfiguradas de José Martí, queremos que nuestros
niños y las nuevas generaciones tengan la visión de quién fue aquel
gran hombre”, reiteró Pérez.
Pérez
llegó a Miami en 1962 cuando tenía quince años, huyendo de la situación
política de Cuba, que le obligó a separarse de su familia al igual que
muchos otros jóvenes cubanos que encontraron refugio en Estados Unidos, y
después de una vida en el país recuerda los versos de su compatriota.
“Yo
soy un hombre sincero, de donde crece la palma, y antes de morirme
quiero, echar mis versos del alma”, recita orgulloso el
cubanoestadounidense.
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