LA HABANA.- Cuba, con fronteras
cerradas parcialmente, aislará a partir de este martes en hoteles a unos
32.000 visitantes extranjeros, como prevención por la COVID-19, mientras
aguardan vuelos de retorno a sus países, informó el lunes el primer
ministro.
"Todos los turistas que aún permanecen en los hoteles se
encuentran en condición de aislamiento (...) no pueden salir de los
hoteles. Persona que veamos en la calle, se tomarán las medidas para que
retornen a su hotel", dijo Manuel Marrero a la televisión estatal.
Pese a que el turismo es un importante motor económico de
la isla, debido a la pandemia desde el martes solo ingresarán al país
los residentes, mientras que los visitantes deberán ir saliendo
gradualmente, de acuerdo a la disponibilidad de vuelos.
"A partir
de la medianoche (del martes) no arribará a nuestro país ningún
visitante, nadie que no sea un ciudadano residente en el territorio
nacional", agregó Marrero.
Eso sí, todo cubano residente que vuelve a la isla irá obligatoriamente a cuarentena, sin excepción.
Muchos
turistas se agolparon en el aeropuerto de La Habana este lunes,
ansiosos por encontrar un vuelo de regreso a sus países, cuando la
mayoría de las plazas estaban llenas y algunas compañías han comenzado a
suspender sus conexiones.
En la isla se han
detectado hasta el momento 40 casos del nuevo coronavirus, todos
importados o por contacto con esos casos. Según las autoridades de
salud, aún no hay contagios locales.
El único fallecido en la isla por la COVID-19 fue un turista italiano que llegó enfermo.
Las
medidas de prevención incluyen la suspensión de excursiones y
alquileres de autos. De los 32.000 turistas que aún están en la isla,
unos 9.400 están alojados en casas y habitaciones de renta privadas. Dos
tercios de ellos, en La Habana.
El gobierno aseguró que
trasladará gradualmente a los turistas desde esos alojamientos a los
hoteles, próximos a aeropuertos internacionales.
En Cuba, las
inversiones hoteleras pertenecen al estado socialista o son mixtas, con
un 50% de capital privado, principalmente europeo.
Marrero aclaró
que la decisión de traslado no responde a un aprovechamiento económico y
que aplicarán tarifas similares a las que los turistas ya venían
pagando en los alojamientos.
Marrero
también anunció el lunes la suspensión de clases escolares y
universitarias por un mes, así como la regulación de salidas de los
cubanos que están en la isla, con el fin de "cuidar su salud".
La
suspensión de clases había sido un clamor de numerosos ciudadanos, que
pedían a Cuba medidas similares a las adoptadas en otros países para
combatir la pandemia.
En la isla ya se habían suspendido todos
los espectáculos públicos, deportivos y todo tipo de eventos que generen
aglomeración ciudadana. El gobierno ha recomendado el aislamiento
social de las personas mayores y reducir los desplazamientos, pero no ha
instaurado cuarentena obligatoria.
Cuba ha puesto a sus
estudiantes de medicina a recorrer las calles en busca de posibles casos
de afecciones respiratorias. Además, confía en su sistema de salud que,
aunque con limitaciones económicas y logísticas, asigna un médico a
cada barrio.
El
gobierno también detectó, que, pese a la sugerencia de evitar viajes,
el domingo salieron de la isla 1.720 cubanos "hacia países que tienen
una situación epidemiológica complicada".
"Sería irresponsable de
nuestra parte si estimulamos este tipo de viajes (...) A partir de
ahora, queda restringida la salida de cubanos al exterior para cuidar de
la salud del pueblo", explicó el primer ministro. Se evaluarán
excepciones por cuestiones humanitarias.
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