jueves, 21 de abril de 2016

El PCC teme a los cambios que exige el pueblo de Cuba, señalan instancias de la militancia cristiana cubana


LA HABANA.- El VII Congreso del Partido Comunista de Cuba ha sido “más de lo mismo” porque no cubre las expectativas del pueblo, expresó el Coordinador Nacional del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Eduardo Cardet, que afirmó que la dirigencia de este partido político –el único que existe en la isla–, se ha “atrincherado” en su vieja posición ideológica por “temor” a los cambios que exige la población.

Se clausuró en La Habana el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, el cual reeligió como primer secretario a Raúl Castro y mantiene en el cargo a otros diez dirigentes de la cúpula.
En declaraciones a ACI Prensa, Cardet señaló que “como pueblo no esperábamos nada, ningún cambio significativo. Como decimos los cubanos ‘más de lo mismo’”; pues la dirigencia comunista endureció “su posición con el núcleo duro al frente” con el objetivo de “conservar todos los poderes” y mantenerse como el único partido, “sin permitir el más mínimo espacio”.
Indicó que incluso “militantes comunistas moderados” están “sumamente decepcionados” porque tenían “la esperanza de que hubiera cierta renovación dentro de las filas del núcleo del partido que trajera un aire fresco, ideas frescas y han visto que esa oportunidad se ha esfumado y que no ha ocurrido realmente nada positivo”. 
En ese sentido, dijo que “este atrincheramiento (de la cúpula) en esa vieja posición demuestra la fragilidad que ellos sienten, el temor ante el cambio que está sedimentando nuestro pueblo. El pueblo de Cuba ha cambiado, hay una diversidad manifiesta y hay un agotamiento de este discurso oficial y ya no hay una identificación con ese mensaje que ellos quieren imponerle al pueblo”.
Cardet también se refirió a los ataques del canciller Bruno Rodríguez contra la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Cuba el mes pasado.
El dirigente comunista acusó al mandatario estadounidenses de atacar “nuestra concepción, a nuestra historia, a nuestra cultura y a nuestros símbolos”. “Obama vino a presentarse aquí y (a) encandilar al sector no estatal de la economía, como si él fuera no el defensor de las grandes corporaciones sino el defensor de los que venden perros calientes, de los pequeños negocios en los Estados Unidos, (lo) que no es Obama", añadió Rodríguez.
Cardet dijo que esto muestra que los dirigentes comunistas “se han sentido muy amenazados con la visita de Obama y su delegación”, y “temen perder el poder”.
“Por ello este regreso a esas posiciones duras” de volver a la retórica del enfrentamiento y “señalar a Estados Unidos como el imperio que pretende supuestamente destruir la nación cubana y todas esas falacias que para nada ayuda a la reconciliación ni a la normalización de relaciones”, advirtió.
Cardet también señaló que la represión contra la oposición y cualquiera que quiera expresarse “demuestra que el gobierno no tiene ninguna intención de cambiar en cuanto a la tolerancia política”.
El dirigente del movimiento fundado por Oswaldo Payá señaló que ante esto, los cubanos “tenemos que estar unidos hoy más que nunca y trabajar muy duro”, para que “lograr que nuestro país transite hacia un estado de derecho. Hay mucho trabajo por delante”.
Además, “la solidaridad internacional es muy importante e imprescindible”, especialmente para que “se visualice el trabajo de la oposición como de otros activistas dentro de Cuba”.

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