WASHINGTON.- Un informe recién publicado por la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, sigla en inglés) estima en hasta $3.000 millones las remesas familiares que reciben los cubanos en la isla, toma nota de la desproporción entre lo que aportan la exportación de servicios y de bienes y revela otros interesantes datos sobre la economía cubana y sus perspectivas, enfocándose en su relación con Estados Unidos.
La Comisión es un organismo federal, pero trabaja de manera independiente, en asesorar sobre políticas comerciales a las ramas legislativa y ejecutiva del Gobierno americano.
Preparado por encargo del Comité de Finanzas del Senado, el reporte concluye que Estados Unidos está perdiendo
una cuota de mercado ante compañías extranjeras que se benefician de
políticas comerciales abiertas, las que están financiando el crecimiento
económico de Cuba.
Pone como ejemplo la caída en un 40% de las importaciones
cubanas de productos agroalimentarios de Estados Unidos, de $285
millones en 2014 a $183.6 millones en 2015, paradójicamente el primer
año del deshielo en las relaciones bilaterales, a pesar de que Cuba se
ve forzada a importar unos $ 2.000 millones anuales en alimentos.
(Algunos analistas han interpretado el declive como una estratagema
del Gobierno de Cuba para presionar a los intereses agroalimentarios
estadounidenses a cabildear por la derogación del embargo).
El estudio analiza el impacto de un eventual levantamiento de las restricciones comerciales y de viaje relativas a la isla, que calcula haría aumentar a unos $1.800 millones anuales
las importaciones cubanas de productos agroalimentarios y
manufacturados desde el vecino del norte, y a $2.200 millones si Cuba
redujera sus barreras a la importación a los niveles habituales de
países en vías de desarrollo.
En este sentido, señala que la base fabril cubana se deterioró tras
el derrumbe de la Unión Soviética y que ahora Cuba tiene una fuerte dependencia del exterior
para adquirir artículos que antes producía. Según el reporte, esto ha
obligado a La Habana a más que duplicar sus importaciones de bienes
manufacturados, de unos $4.500 millones en 2005 a $9.300 millones en
2013.
El pico en las importaciones fue reconocido en el reciente VII
Congreso del Partido Comunista por el llamado zar de las reformas
económicas, Marino Murillo,
al informar que en el último quinquenio ha sido más rápido el
crecimiento anual de las importaciones –4.7% como promedio– que el de la
economía (2.8%), algo que se refleja en que gran parte de lo que se
vende en las redes de tiendas cubanas es importado.
La Comisión estadounidense señala que para reducir esa dependencia de
las importaciones y cumplir sus metas de crecimiento económico, el
Gobierno de la isla ha indicado que necesitaría inversiones extranjeras directas por valor de entre $2.000 y $2.500 millones anuales.
Anticipa que la eliminación de las restricciones reduciría, asimismo,
para las empresas de Estados Unidos los costos de exportación a la isla
de semillas oleaginosas, arroz, carne de res, maquinaria, equipos de
transporte y productos químicos, a la vez que incentivaría el turismo.
El informe de la USITC ofrece datos relativamente recientes sobre la
economía cubana. Por ejemplo, advierte que Estados Unidos no debería
pasar por alto el mercado cubano, cuyo Producto Interno Bruto rondó en
2013 los $68.000 millones.
Toma nota, por otra parte, de la desproporción entre lo que aportan a
la economía de Cuba la exportación de servicios (alrededor del 74% del
PIB en 2011) la industria (21%) y la agricultura (el 5% restante). Así,
los servicios, con un superávit sostenido en la balanza comercial, e
ingresos valorados $9.800 millones en 2014, han compensado parcialmente
el déficit comercial de Cuba en productos manufacturados y productos agrícolas.
Revela que Cuba más que duplicó su importación de servicios, de $1.000 millones en 2005 a $2.500 millones en 2014.
El documento considera que el turismo, con un aporte
anual de $2.600 millones, es un importante motor de la economía cubana y
un proveedor clave de divisas, y considera también "cruciales" las remesas familiares desde el exterior, que calcula en entre $1.000 y $3.000 millones anuales, solamente desde Estados Unidos.
Aunque el informe del organismo federal estima que a partir del PIB de $68.000 millones en 2013, la renta anual (el PIB dividido entre la cantidad de habitantes) habría sido de $6.790 per cápita, toma nota de que el salario medio, de acuerdo con la mayoría de las fuentes, es de unos $20 mensuales.
Según aseguró Murillo en el congreso comunista, ese promedio aumentó
en el último quinquenio unos 25,6 dólares (640 pesos moneda nacional),
conforme al tipo de cambio disponible para los cubanos.
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