CIENFUEGOS.- Las cenizas del líder histórico de la
Revolución cubana, Fidel Castro, recorrieron hoy el parque José Martí,
principal escenario en esta ciudad del levantamiento popular del 5 de
septiembre de 1957.
Pasadas las 21:40 horas (local), al arribo del cortejo fúnebre que reedita a la inversa la ruta de la Caravana de la Libertad, que con Fidel al frente transitó de Santiago de Cuba a La Habana en enero de 1959, el respetuoso silencio de la multitud se transformó en vítores, vivas al héroe, y coreadas expresiones de '!Yo soy Fidel!'.
Mientras sonaban las notas del Himno Nacional el armón con la urna funeraria se detuvo por unos instantes frente al Palacio de Gobierno (antiguo Ayuntamiento Municipal), el mismo sitio en que la noche del 6 de enero de 1959 desde una tarima improvisada Fidel le habló al pueblo de Cienfuegos.
Había que venir a Cienfuegos a rendirle homenaje a los mártires de 5 de septiembre de 1957, argumentó el jefe guerrillero al explicar el desvío de la trayectoria marcada para la Caravana, a través de la Carretera Central.
Enormes banderas de Cuba y el Movimiento 26 de Julio realzaban el patriotismo del momento, tanto en la fachada del Palacio de Gobierno como en la del Colegio San Lorenzo.
Ese centro educacional fue el último bastión de la resistencia de los milicianos y marineros sublevados que aquel día, marcado a sangre y fuego en la historia local, tomaron el control de la ciudad por casi 24 horas, como parte de un plan que aspiraba a abrir un segundo frente de lucha en las montañas del centro del país.
Junto a las principales autoridades políticas y gubernamentales de esta provincia central estuvo en el recibimiento a la caravana luctuosa el comandante Julio Camacho Aguilera, quien comandó las milicias del Movimiento 26 de Julio durante aquella acción.
En un aparte con la prensa, Camacho dijo que representaba un privilegio estar en Cienfuegos (240 kilómetros al sudeste de La Habana) un día tan extraordinario como el de hoy.
Explicó que la misma dinámica de los hechos en aquellos días inaugurales de la Revolución triunfante le impidió entrar con Fidel a Cienfuegos el 6 de enero de 1959, lo cual hubiera sido una satisfacción.
Pero estoy aquí, no para decirle adiós, porque Fidel se queda, pues hombres como él son inmortales y sí es grande hoy más grande va a ser en el transcurso del tiempo, comentó.
De Cienfuegos la caravana enrumbó a la vecina y central ciudad de Villa Clara, donde hará un alto en el camino para pernoctar en áreas del complejo escultórico que guarda los restos del comandante Ernesto Che Guevara y sus compañeros del destacamento guerrillero caídos en Bolivia en 1967.
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