LA HABANA.- Sindicalistas y activistas sociales rechazaron hoy en esta capital
la contraofensiva capitalista, con tintes neoliberales, que se produce
en Latinoamérica a manos de la derecha política.
Dicha contraofensiva, aseguró el líder sindical cubano Ulises Guilarte
en las palabras de apertura del Encuentro Internacional de solidaridad
con Cuba y América Latina y el Caribe, amenaza la paz y la estabilidad
en la región.
Secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Guilarte afirmó asimismo que las ansias de poder neoliberales forman parte de una creciente globalización que viola los más elementales derechos de los trabajadores.
Muestra de ello, sostuvo, es el crecimiento del trabajo informal y los niveles de pobreza, así como las pésimas condiciones y las prácticas discriminatorias, reflejo del actual orden internacional injusto, del que son víctimas los trabajadores migrantes y las mujeres.
Para hacer frente a esto necesitamos de una actitud militante, que nos permita alcanzar el justo propósito de la unidad dentro de la diversidad; valoremos lo que nos une y pongamos aparte lo que nos divide, instó Guilarte a los representantes de los movimientos sociales asistentes al evento.
Al Encuentro Internacional de Solidaridad Sindical, que se desarrolla en el Palacio de las Convenciones de La Habana, asisten más de mil delegados de 34 países.
Tiene lugar un día después de los festejos en la mayor de las Antillas por el Día Internacional de los Trabajadores, los que, en opinión de Guilarte, demostraron la participación consciente, el compromiso y la unidad indestructible de los trabajadores cubanos en apoyo a su Revolución.
Al respecto, el secretario de la CTC destacó que la Revolución cubana iniciada en 1959 debe mucho a la solidaridad internacional, materializada también en la presencia en la capital de la isla de trabajadores y luchadores sociales para celebrar el 1 de mayo y participar en el evento de la jornada.
La solidaridad es uno de los sentimientos más nobles y altruistas de cualquier nación, resaltó, al tiempo que la definió como una forma de integración regional, que favorece el alcance de lo que necesitan los pueblos y sus trabajadores.
Cuba es resultado en gran parte de la solidaridad de sus hermanos latinoamericanos y caribeños, que siempre han apoyado sus causas como la lucha por la eliminación del bloqueo económico que Washington impone a La Habana desde hace más de medio siglo, dijo Guilarte.
En tal sentido somos solidarios con las causas nobles, y hoy condenamos la guerra económica y los intentos por derrocar a la Revolución Bolivariana de Venezuela y a su presidente, Nicolás Maduro, agregó.
Igualmente, concluyó, patentizamos nuestro apoyo a la hermana nación de Brasil y su presidenta, Dilma Rouseff, a la que se intenta apartar del poder mediante un golpe parlamentario, y a otros países que en la región y el mundo son víctimas de las crueles políticas capitalistas.
Secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Guilarte afirmó asimismo que las ansias de poder neoliberales forman parte de una creciente globalización que viola los más elementales derechos de los trabajadores.
Muestra de ello, sostuvo, es el crecimiento del trabajo informal y los niveles de pobreza, así como las pésimas condiciones y las prácticas discriminatorias, reflejo del actual orden internacional injusto, del que son víctimas los trabajadores migrantes y las mujeres.
Para hacer frente a esto necesitamos de una actitud militante, que nos permita alcanzar el justo propósito de la unidad dentro de la diversidad; valoremos lo que nos une y pongamos aparte lo que nos divide, instó Guilarte a los representantes de los movimientos sociales asistentes al evento.
Al Encuentro Internacional de Solidaridad Sindical, que se desarrolla en el Palacio de las Convenciones de La Habana, asisten más de mil delegados de 34 países.
Tiene lugar un día después de los festejos en la mayor de las Antillas por el Día Internacional de los Trabajadores, los que, en opinión de Guilarte, demostraron la participación consciente, el compromiso y la unidad indestructible de los trabajadores cubanos en apoyo a su Revolución.
Al respecto, el secretario de la CTC destacó que la Revolución cubana iniciada en 1959 debe mucho a la solidaridad internacional, materializada también en la presencia en la capital de la isla de trabajadores y luchadores sociales para celebrar el 1 de mayo y participar en el evento de la jornada.
La solidaridad es uno de los sentimientos más nobles y altruistas de cualquier nación, resaltó, al tiempo que la definió como una forma de integración regional, que favorece el alcance de lo que necesitan los pueblos y sus trabajadores.
Cuba es resultado en gran parte de la solidaridad de sus hermanos latinoamericanos y caribeños, que siempre han apoyado sus causas como la lucha por la eliminación del bloqueo económico que Washington impone a La Habana desde hace más de medio siglo, dijo Guilarte.
En tal sentido somos solidarios con las causas nobles, y hoy condenamos la guerra económica y los intentos por derrocar a la Revolución Bolivariana de Venezuela y a su presidente, Nicolás Maduro, agregó.
Igualmente, concluyó, patentizamos nuestro apoyo a la hermana nación de Brasil y su presidenta, Dilma Rouseff, a la que se intenta apartar del poder mediante un golpe parlamentario, y a otros países que en la región y el mundo son víctimas de las crueles políticas capitalistas.
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