martes, 12 de abril de 2016

El mito de Hemingway se expande con el "deshielo" en Cuba

LA HABANA.- El legendario escritor Ernest Hemingway sigue, pétreo, sentado en un bar de La Habana en espera de su "trago" preferido, un cóctel "daiquirí", pero sus admiradores no lo consideran una estatua sino un mito.

    "Parece que va a moverse. Después de todo estamos en medio de un deshielo", comentó con una amplia sonrisa Rodney, un joven estadounidense que dijo ser un admirador de la obra de Papa Hemingway, aunque confesó que sabía "muy poco" de su vida antes de esta visita. "Los cubanos lo conocen mucho más", aseguró.
    "Acá en La Habana uno puede seguirle fácilmente los pasos", dijo Rod, tal como lo llama su esposa Alice. Ambos son de Boston. El hombre dijo que "no me voy a perder" un filme sobre Hemingway "filmado en Cuba" que se estrenará a fines de este mes en Estados Unidos.
   Se trata de "Papa: Hemingway in Cuba" inspirado en los azarosos años en los que el escritor Ernest Hemingway vivió en la isla, desde la década de los años 30, durante los cuales se divorció y se casó de nuevo, "cazó" submarinos nazis y crió gatos y perros en su finca habanera.
    El director del filme, Bob Yari, confesó en una rueda de prensa en la capital cubana que fueron muy complicadas las "negociaciones" con las autoridades de ambos países para filmarlo. Las gestiones comenzaron meses antes de anunciarse el proceso de deshielo en diciembre de 2014.
    Yari, que exhibió su filme en el Festival de Cine de La Habana en diciembre último, logró filmar en importantes locaciones habaneras, entre estas el antiguo Palacio Presidencial, actualmente el "Museo de la Revolución". Los protagonistas son Adrian Sparks, que personifica a Hemingway y Giovanni Ribisi, que interpreta a Denne Bart Petitclerc, periodista amigo del escritor cuyos testimonios fueron la base del argumento de la película.
    Sparks fue filmado en el despacho de Hemingway en la finca La Vigía, hoy un museo, donde vivió el escritor por décadas.
    "Siempre he querido saber si lo que realmente hizo pasar a Hemingway tanto tiempo en Cuba fue su aprecio, o su necesidad de eludir problemas en Estados Unidos", comentó Elena Hernández, una amante cubana de sus novelas.
    Mariel Hemingway, nieta del escritor, contestó recientemente esa pregunta. La actriz, que participó en el filme de Yari, dijo a la prensa durante la presentación del filme en La Habana que muchos desconocen, especialmente los estadounidenses lo que describió como la "conexión profunda" de amor de su abuelo con Cuba. En La Habana Papa escribió partes fundamentales de su noveleta "The Old Man and The Sea", que le valió un Premio Pulitzer en 1947, muy codiciado en Estados Unidos, eslabón definitivo para recibir el Premio Nobel de Literatura en 1954.
    El "deshielo", paradójicamente, parece haber aumentado el interés de los "americanos" que visitan Cuba en la figura de Hemingway, quizá porque en la isla Papa ya es un ícono hace muchos años. Recorren constantemente una "ruta de Hemingway" turística en la isla que "toca" todos los puntos que frecuentaba el artista , entre estos el bar restaurante Floridita.
    La estatua allí de Papa Hemingway tiene una mano en la cintura y la otra apoyada en la barra de la cantina. Parece esperar mientras charla su próximo cóctel Daiquirí, hecho con ron, limón, azúcar y hielo pulverizado. "Me gusta la estatua. Tiene mucha vida", comentó Rod. "Se le ve tranquilo, fresco y en paz, muy distinto a los tensos y atormentados personajes de sus novelas", agregó.

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