PANAMÁ.- El anuncio formulado por los departamentos del Tesoro y Comercio de
Estados Unidos sobre una presunta liberación del dólar en las
transacciones financieras cubanas se evaporó como gota de agua antes de
llegar a la tierra, según el diario 'La Estrella'.
Más de dos semanas después del comunicado
oficial que sirvió de antesala a la visita del presidente Barack Obama a
Cuba, el uso del billete verde sigue siendo un delito financiero
gravemente penado por las autoridades correspondientes estadounidenses,
una evidencia de que los cimientos del bloqueo económico, financiero y
comercial no han cedido.
En realidad ni el gobierno de Cuba, ni
los ciudadanos de a pie, que conocen bien a los vecinos de la otra
orilla del Estrecho de la Florida, tomaron muy a pecho aquel anuncio por
el simple expediente de que empresarios de terceros países que negocian
con Cuba y están tanto o más interesados que los cubanos en que esa
prohibición se levante, reaccionaron con muy poco entusiasmo y no
movieron sus cuentas bancarias en otras divisas.
Cuba fue muy
discreta en la recepción de la noticia aunque no dejó de expresar su
interés al anunciar, en correspondencia con la pretendida liberación del
dólar, que desgravaba esa divisa del impuesto de protección de un 10% a
cada dólar que entra al país una vez canjeado por la moneda nacional
vigente.
Pero inmediatamente fue necesario aclarar que la
eliminación del gravamen se haría efectivo única y exclusivamente cuando
la práctica demostrara en las ventanillas de los bancos en Estados
Unidos y terceros países que las transacciones en esa moneda no eran
penalizadas y realmente estaban liberadas, cosa que todavía no ha
ocurrido.
En consecuencia, hasta este momento no hay transacciones
financieras normales entre los bancos de Estados Unidos y de Cuba, y es
lógico que tampoco se realicen con esa moneda entre bancos de la Isla y
otras naciones dentro y fuera de este continente.
Sin embargo, en
el curso de su visita a La Habana, el presidente Obama dijo en su
conferencia de prensa a cientos de periodistas de todas partes del mundo
que la transacción con dólares se había liberado, y lo repitió en su
discurso a la sociedad civil en el Gran Teatro Nacional Alicia Alonso
que fue televisado en directo para toda Cuba y el resto del mundo.
Fue
la palabra empeñada de un presidente que ha sido honesto al admitir el
fracaso de una política muy hostil que ya cumple 57 años y un bloqueo
del cual reiteró que era necesario levantar porque le había hecho mucho
daño al ciudadano común y no se habían logrado los objetivos planteados.
El
tema del dólar es importante como parte de un proceso más largo y
complejo que es eliminar de forma total y absoluta el bloqueo, única
forma de restablecer a plenitud las relaciones bilaterales, lo cual es
de entera responsabilidad de Estados Unidos y sus entidades
institucionales, que son las que lo aplican.
Concretar la
liberación del uso del dólar y permitir que este sea moneda corriente en
el comercio de Cuba con el mundo y no sólo con Estados Unidos, sería
muy bien acogida por todos, pero en especial con la creciente cantidad
de empresarios estadounidenses deseosos de iniciar lo antes posible sus
inversiones en la Isla y los negocios comerciales.
Ese es uno de
los mensajes que trajeron a Cuba directivos de bancos e instituciones
financieras estadounidenses y ejecutivos de empresas como Google,
Marriott, Xerox, CleBer, Air BnB, PayPal, Starwood, Priceline entre
muchísimos más y los 40 legisladores de ambos partidos, entre ellos la
líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy
Pelosi, y sus correligionarios del Senado Dick Durbin y Patrick Leahy,
así como el senador republicano Jeff Flake, en representación de
empresas de sus respectivos estados.
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